domingo, 20 de julio de 2008

Video: "CULTURA Y CONSTITUCIÓN" Criticas a la posición del constitucionalismo Argentino



Cuando la idea de evolución de Adam Ferguson que significaría “corrección y ajuste” (es decir cambios muy pequeños que permita aproximarnos a la verdad objetiva) fue reemplazada en Europa Continental por la idea de “Cambio” en el sentido amplio del termino, el Derecho sufrió una lamentable mutación que lo condujo a la situación inmoral y absurda en la que se encuentra hoy. El Positivismo Jurídico genero una tensión de Civilización que solo en el Siglo XX provoco la muerte a mas de 180 millones de personas. El Dr. Antonio Hernandez es el fiel exponente de una raza de abogados que han fructificado como motivo de estas nefastas ideas que han llevado al país al abismo. Es necesario que en el ceno del Derecho –y por lo tanto en la Academia Nacional de Ciencias Morales- un verdadero cambio Coperincano que reinstale la Constitución de 1853 como único camino para recuperar el Estado de Derecho y la Moral de Civilización a la que deliberadamente hemos renunciado persiguiendo las utopías racionalistas de moda. “Pido a la política del futuro mantener inalterable la Constitución de 1853 como único requisito para la continuidad de la paz y el progreso... es la política de la honradez y no la política doble y hábil de los truhanes de categoría” “Existe una “Barbarie Letrada” mil veces mas peligrosa que la de los indios nativos…en las Universidades argentinas se esta generando una nueva casta que son un peligro para la civilización”. J. B. Alberdi. “Si logran modificar la Constitución Americana producirán el mismo efecto devastador que se produjo en la Argentina cuando modifico la suya” Alan Greenspan Discurso 20', Criticas 48'

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El Derecho es un orden espontáneo de carácter evolutivo, que se desarrolla como fruto de la observación de las consecuencias no deseadas de la acción humana. Su objetivo es preservar el orden mediante la protección de los derechos individuales -libertad individual- evitando la aparición de la venganza a nivel de microcosmos y la barbarie a nivel de macrocosmos. Todos los grandes pensadores políticos vieron la esencia de la libertad, en que el individuo esté sujeto solamente a la ley y no a la voluntad de un gobernante. Comprendían como “La Ley”, no todo lo que una corporación legislativa había decidido, sino exclusivamente aquellas normas generales de justicia, originadas de la tradición de los jurisconsultos. La asamblea popular en Atenas, no estaba investida para cambiar el “nomos” (Normas Morales o Derecho) eso era reservado a nomotetas especiales; solo podían promulgar “psefismata” (ordenanzas). Libertad significaría, que el ciudadano particular no tendría que obedecer la voluntad de nadie, sino exclusivamente a códigos abstractos que constarían esencialmente de prohibiciones –derecho negativo– que les impedirían inmiscuirse en la igualmente protegida esfera de otros. El juez solo reconocía reglas globales de justicia y nunca órdenes concretas (ordenanzas o leyes) de algún soberano o de una corporación legislativa. Derecho y Moral son una misma cosa tendiente a limitar la naturaleza humana para lograr modificar el comportamiento humano para que aflore la cooperación, la paz y el progreso y se desarrolle la civilización. El Derecho es la búsqueda de las fuerzas que mantienen unido al mundo –mas tarde “orden espontáneo en situaciones de alta complejidad”- que se desarrolla mediante fallos judiciales que, por razón de un enfoque pragmático para resolver problemas, creaban por medio de la justicia, la ley. “Pero equilibrar un estado grande o una sociedad, sea monárquica o republicana, con leyes generales, es una labor tan intensa y difícil que ningún genio humano, por mas omnicomprensivo que sea, puede realizarla con la simple ayuda de la razón o la reflexión. El juicio de muchos hombres debe concurrir a esta tarea, la experiencia debe guiar esa labor y solo el tiempo la puede llevar a la perfección” D. Hume,«

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Las normas morales -y por lo tanto el Derecho- no son conclusiones que derivan de la razón sentenciaría David Hume quien luego definiría “Las tres leyes fundamentales de la naturaleza son la estabilidad en la posesión, la transferencia por consenso y el cumplimiento de las promesas. Es sólo, de la estricta observación de estas leyes que la paz y seguridad de la sociedad humana depende completamente.” La herramienta que delimita con toda claridad que “ES” el Derecho es una Constitución Moral como la de EE.UU. de 1787 o la de Argentina de 1853 o la de Cuba de 1901. La consecuencia natural del desarrollo del Derecho así entendido, produjo las pacificas Revolución Industrial en Inglaterra, la Revolución Americana de los EE.UU., la Revolución Argentina de 1853 y la Revolución Cubana de 1901 abriendo oportunidades para el desarrollo de la civilización. La Ley estaba debajo del Derecho. Los logros alcanzados por la ética de la libertad en todos los campos del quehacer humano produjo un enorme entusiasmo entre los intelectuales que pensaron que los avances logrados –con el auxilio de la razón- en el campo de las ciencias duras y semi-duras podría incidir también al campo de las ciencias blandas en especial al Derecho. Hacia 1650 bajo la influencia de "La búsqueda de la verdad mediante la razón natural" Descartes y el moderno racionalismo, no sólo desecha la moral heredada, sino que no duda incluso en afirmar que la razón está en condiciones de crear, un nuevo orden legal y hasta un nuevo lenguaje. Aunque tales pretensiones carecen de todo fundamento, han influenciado en el pensamiento científico actual, así como en nuestros escritores, artistas e intelectuales. Así va naciendo el Derecho como fruto de la razón, también llamado “racionalismo constructivista” y cuya consecuencia es el Positivismo Jurídico. El Derecho se va separando de la Moral como dos ordenes sociales diferentes.

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Así va naciendo el Derecho como fruto de la razón, también llamado “racionalismo constructivista” y cuya consecuencia es el Positivismo Jurídico. El Derecho se va separando de la Moral como dos ordenes sociales diferentes. En 1750 Montesquieu en “El Espíritu de las Leyes” logra transferir el carácter Divino -hasta ahora en poder- de los Reyes; a los Legisladores. Ahora las Leyes están por encima del Derecho. Las leyes comienzan a construir al Derecho. Otro influyente pensador fue Jean-Jacques Rousseau, a pesar de considerárselo irracional y romántico siguió los pasos de Descartes y tuvo gran influencia sobre el pensamiento “progresista” moderno. En 1762 el Contrato Social dice “el hombre ha nacido libre, pero en todas partes se encuentra cargado de cadenas” en su intento de liberar al hombre de las normas morales heredadas, transformó al que hasta entonces había sido considerado el prototipo del salvaje, en héroe de la clase intelectual. Al afirmar que el instinto animal del hombre es capaz de ordenar el comportamiento humano con más eficiencia que la moral heredada o que la razón misma. Instituye por este camino la idea de la “Voluntad General” por la cual, el hombre renuncia a su individualidad, formando con el resto del pueblo un “único ente, una sola unidad personal”, dando vida a las abstracciones Estado, Nación y Patria, guiados por un supuesto “Bien Común” con que se santifica al poder absoluto como clímax de la moral. Por este camino logra Rousseau la justificación ideológica para desconocer los derechos individuales y el derecho de propiedad y transformar al hombre en un esclavo al servicio del Tirano Patriota. Nace por esta vía el Nacionalismo Francés y Alemán que serán en el Siglo XX el disparador de las 2 Guerras –Europeas- Mundiales. Mediante esta estrategia Rousseau influyó a lo largo de los dos siglos siguientes en los intelectuales de Occidente, que ven en esta estrategia, la posibilidad de encumbrarse en el poder, detrás de la figura platónica del Filósofo-Rey. A partir de este momento se dio a Rousseau patente de científico social, dando rienda suelta a liberarse de las normas morales heredadas, animando incluso a llamar “liberación” a esta especial manera de conculcar la libertad


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