viernes, 12 de diciembre de 2008

EVITAR LA ESPECULACIÓN SOBRE LOS RECURSOS, ES CONSTRUIR UN MUNDO LIBRE. Sobre un documento de Benedicto XVI


Bajo el titulo Combatir la Pobreza es Construir la Paz, el Papa Benedicto XVI denunció, en el mensaje tradicional por la Jornada de la Paz, que la crisis alimentaria se debe "no tanto a la insuficiencia de comida sino a fenómenos especulativos a corto plazo", y dijo que la creciente brecha entre ricos y pobres es una amenaza a la paz mundial. "La conciencia de la humanidad no puede seguir ignorando que las diferencias económicas han aumentado, incluso en los países más avanzados", señaló el Pontífice.

Al permitir que el hombre especule con los recursos naturales, sobre los cuales y de los cuales otros hombres tienen que vivir, hemos hecho de éstos esclavos de aquél en un grado que aumenta a medida que el progreso material adelanta. Esta es la alquimia sutil que la Iglesia y el Orden Jurídico no comprenden con claridad. Esto es lo que convierte las bendiciones del progreso material en una maldición. Nuestro orden social primario es una violación de la justicia. Esto es lo que amontona seres humanos en villas miseria; lo que llena las calles de crímenes y a las sociedades de prisiones y burdeles. Una civilización así cimentada no puede continuar. Las leyes eternas de la naturaleza lo prohíben. Las ruinas de pasados imperios lo atestiguan.

El Papa arremetió contra quien "chantajean" a los países pobres al
"condicionar la ayuda económica a la adopción de políticas contrarias a la vida"
. Observando un poco es fácil ver con claridad que el positivismo juridico impuesto desde nuestras universidades nos conduce a un relativismo moral y jurídico destructivo. Cuando la Ley desplazó al Derecho, la corrupción se hizo crónica, se perdió el espíritu público, el honor y el patriotismo.

El análisis de Benedicto XVI denunció las "especulaciones" que causaron daños de la finanzas del corto plazo, en la que perdió su "capacidad de desempeñar su función de puente entre el presente y el futuro, en apoyo de la creación de nuevas oportunidades de producción y trabajo en el largo plazo".

Este blog tiene por función difundir el Derecho y a la Propiedad de los modernos de la Revolución de Mayo de 1810 y su Constitución de 1853 que fueron la faceta institucional de los principios de la revolución siempre inconclusa del Cristianismo.
El Código Civil como epifenómeno del Derecho Canónico reimplanto el perverso Derecho y la “especulativa” Propiedad Romana generando una creciente tensión de civilización. En uno de los viajes que hizo el Papa Juan Pablo II a America del Sur, un dirigente de los pueblos originarios pinto una pancarta que graficaba un cuadro de la riqueza y la pobreza con estas palabras: "Cuando ustedes vinieron, tenían la Biblia y nosotros la tierra, ahora ustedes tienen la tierra y nosotros la Biblia".

La Iglesia siente las consecuencias del problema pero aun no puede decodificar su génesis.

Ortega y Gasett decía “Yo soy yo y mis circunstancias y si no las salvo a ellas no me salvo yo”. Debemos cambiar las circunstancias –las reglas de juego, al Derecho de los modernos- porque cuando ya no quede esperanza de reforma, entonces, en las masas enconadas, se engendraran fuerzas volcánicas, que en cuanto se les presente la ocasión, han de desgarrarlo y destruirlo todo. Hombres oportunistas y sin escrúpulos, se convertirán en intérpretes del ciego deseo o de las violentas pasiones populares y arrinconaran a las instituciones que han perdiendo su vitalidad.


El Derecho natural frena la especulación sobre los recursos, libera el trabajo y construye un mundo libre.



YO NO PRODUZCO NADA, YO ESPECULO, YO POSEO


MACRI: LA ESPECULACIÓN EN EL CENTRO DE LA CRISIS


No comprende Macri -ni los neoliberales de izquierda y de derecha- que la especulación dañina se genera "exclusivamente" sobre la tierra -los recursos naturales- que eleva los precios de los inmuebles y destruye el salario, por lo tanto disminuye el consumo, afectando a la producción. Este ciclo logra descenso de la calidad de vida de los trabajadores, desempleo y violencia.
Los especuladores sobre tierra logran mediante este perverso mecanismo enriquecerse sin hacer absolutamente nada.
La propiedad Romana al hacer privada la renta pública, logra desatar este perverso mecanismo.
Para salir del ciclo destructivo es necesario una reforma impositiva que elimine impuestos al trabajo y a la creación de riqueza y volver a hacer publica la renta fundaría mediante impuestos a la tierra libre de mejoras.
La solución esta en nuestra historia, son los principios fundantes de la Revolución de Mayo de 1810 ocultados por la educación publica y por la historia oficial para permitir el perverso sistema especulativo generador de violencia autodestructiva.

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