martes, 4 de agosto de 2009

Cada dia mas cerca de otro "QUE SE VAYAN TODOS" o la Oposición Acorralada.


EL PROBLEMA SOCIAL ARGENTINO PASA POR CAMBIAR EL SISTEMA IMPOSITIVO
Héctor Sandler, Profesor Consulto, Derecho, UBA

“En síntesis, el problema fiscal ya no pasa únicamente por reformular el sistema impositivo y el gasto”.
(Al inicio de la semana / Roberto Cachanosky, Economía para todos, Revista virtual interactiva, 03/08/2009)

En forma habitual y con parejo interés leo los inteligentes editoriales con que semanalmente nos obsequia Roberto Cachanosky. Se está gestando una tormenta fiscal que indefectiblemente conmocionará nuestro orden social, sin que se pueda predecir los resultados. Esto explica que los editorialistas más serios prevengan sobre la precaria situación fiscal. Los ingresos presentes y los por venir no alcanzan para cubrir el gasto público comprometido. El profesor Cachanosky advierte el “camino sin salida” en que se halla la presidencia de la nación y tiene razón. Pero discrepamos con sus dichos, transcritos como exordio de esta nota. A nuestro juicio en la aptitud del Congreso de establecer un nuevo sistema de recursos para el Estado nacional (y en consecuencia nueva dimensión y destino del gasto), se juega el futuro político del país. Por el resultado de las elecciones del 28 de junio, la gravedad del momento y lo dispuesto por los arts.52 y 75 incisos 1,2,3,4,5,8 de la Constitución Nacional, la solución de nuestros problemas básicos la debe dar el Congreso de la Nación. Y en un contexto excepcional.

La votación de junio puso abrió la posibilidad de una oposición como “alternativa de gobierno”. Lo singular y grave en esta ocasión es que por causa de la situación fiscal, la estructura del orden económico real y las demandas sociales, a los integrantes de la oposición – los opositores –les ha caído encima y del modo más duro la responsabilidad de gobernar. Esto es, la de afrontar con sus propias decisiones el temporal anunciado por muchos síntomas. Entre éstos están las cifras de la Secretaria de Hacienda de la Nación. En el informe correspondiente al II Trimestre 2009 – Sector Público Base Caja se consigna que a esta altura del ejercicio, entre los Ingresos ( $ 62.057 M) y los Gastos ($ 64.743 M), surge un déficit de $ 2.686 M. Cantidad abrumadora para un gobierno que con variadas maniobras legales ha secado todas las cajas posibles (por ejemplo la incautación de las AFJP); que por maltratos administrativos (p.e. manoseo de las cifras del INDEC) ha perdido credibilidad y que por sus especiales relaciones políticas internacionales no cuenta con fácil acceso a las normales fuentes de crédito. Hechos todos agravados por el estallido de la crisis mundial. Estas peculiares circunstancias y no el mal carácter o falta de modales de algunos funcionarios, son las que llevan, por ejemplo, al Poder Ejecutivo a no ceder una pulgada a las demandas de los productores agrarios. No quiere sino que no puede resignar un níquel. El poder ejecutivo está, desde el punto de vista financiero, acorralado.

Las crisis de las finanzas públicas son, lamentablemente, habituales en nuestra historia. Tampoco es nuevo que las leyes (o sea las palancas y tuercas necesarias para afrontar esos problemas) deban ser hechas por el Congreso. Así lo dispone la Constitución. La novedad en este singular momento es que el poder para hacerlas ha pasado a la “oposición”. Esto entraña un reto para el abigarrado conjunto de “opositores”, pues les plazca o no, por causa de las elecciones plebiscitarias a las que la sociedad fuera sometida (votos a favor o contra el poder ejecutivo), han sido conducidos a conformar una unidad de carácter funcional: “la oposición”, a secas. De ella el país entero aguarda, con ansiedad y esperanza, que cumplan con el deber de ofrecer una “alternativa de gobierno”. Un conjunto de medidas políticas –de leyes– mediante las cuales no solo podamos superar el difícil trance que atravesamos sino que, esta vez y de ahora en más, la democracia sea no solo el instrumento debido, sino el hábil para restaurar la prosperidad argentina. Desde esta perspectiva vivimos un momento histórico.

Una primera dificultad para concretar una “oposición funcional” a la democracia es que ella contiene plurales posiciones y objetivos. La forman en el caso actual muy variados opositores, cuyo único común denominador ha sido, hasta ahora, el estar en pensamiento y acción contra el poder ejecutivo y sus acólitos. Mas no es ésta una dificultad seria. Es de la esencia de la democracia “negociar” entre las partes los respectivos objetivos, para articularlos en uno común progresivo. Por eso tiene tan buena prensa, en general, el “diálogo”. En este caso el “dialogo” debiera estar ocurriendo ya entre los que por fuerza de las cosas tienen sobre sí la responsabilidad de tomar decisiones de gobierno. De suministrar leyes necesarias para gobernar. Y “gobernar” no significa mandar sino llevar a buen puerto. Esto no esta ocurriendo. Y no ocurre por una segunda y más grave dificultad. Al parecer los opositores no cuentan con su respectivo “programa de gobierno”. No cualquiera, sino el que la tremenda tormenta que se cierne exige. En concreto y para hoy.

En nuestra opinión los opositores deben constituirse en funcional oposición, y en ejercicio de ella, derogar la pésima estructura impositiva actual y sustituirla por otra que erradique la especulación con la tierra a la vez que aliente la iniciativa privada. Ello importa erradicar el actual sistema de impuestos, reemplazándolo por otro que permita a todos y cada uno planificar su propia economía individual y hacerse dueño del producto de su trabajo e inversión.
Si la oposición no apunta a ese Norte para avanzar aunque sea solo unos pasos en esa dirección, frustrará a la ciudadanía que la ha votado. Contra toda apariencia, actuará de acuerdo con la ideología que ha sostenido el poder ejecutivo derrotado y no será oposición. Para colmo de males privará al pueblo argentino una alternativa progresista que lo aparte, de una vez por todas, de la derrota decadente en que ha sido sumido desde hace décadas.

Cuando se inauguró la democracia plena el presidente Roque Saenz cerró su discurso convocando a elecciones Peña con esta memorable frase: “¡Sepa el pueblo votar! Hoy el pueblo ha sabido votar. Y con su voto ha hablado con estas palabras: ¡Sepa la oposición gobernar!
Agosto 4 de 2009

1 comentario:

Guillermo Andreau dijo...

El Ingeniero Guillermo Andreau disertara en el almuerzo del Foro de la Ciudad del Club del Progreso sobre "El Sistema Jurídico de la Revolución de Mayo como solución a los graves problemas económicos, políticos, sociales y culturales". El tema de la charla es fruto del trabajo de investigación relizado en el Blog El Relativismo Juridico que cuenta con la participación de destacados juristas, economistas e intelctuales.
Miércoles, 23 de septiembre de 2009
Hora: 13:00 - 15:00
Club del Progreso Sarmiento 1334
Buenos Aires, Argentina