lunes, 30 de noviembre de 2009

Proponen crear un impuesto a la tierra

En la Cadena Agroindustrial Argentina

Especialistas presentaron un proyecto de reforma fiscal que incluye un plan de mejoramiento de la recaudación.

La sustitución de las retenciones a la exportación de granos por un impuesto a la tierra. Ésa fue la propuesta principal que presentó ayer un grupo de especialistas en las sextas Jornadas de la Cadena Agroindustrial Argentina, que se llevaron adelante en la Bolsa de Comercio de Rosario.

La idea diseñada por Alberto Porto, presidente de la Asociación Argentina de Economía Política y docente de la Universidad Nacional de la Plata, desató algunas críticas de los integrantes de la Mesa de Enlace, como Hugo Biolcatti, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y del titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías (ver página 6).

A lo largo de los distintos paneles que se pusieron en marcha a media mañana, los disertantes desgranaron los resultados del documento “Política Agroindustrial. Fundamentos para el desarrollo sostenido y sustentable de la agroindustria”.

La posibilidad de la eliminación de las retenciones, un tributo definido por Adrián Vera, presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, como “autoritario”, fue lo que atrajo la mayor atención de las jornadas. El economista Alberto Porto fue quien desgranó la receta para reemplazar la brecha fiscal que provocaría la eliminación de los derechos de exportación.

Según Porto, esta decisión podría “no tener ningún impacto fiscal ni producir un déficit en la recaudación del Estado, si la medida se complementa con iniciativas “realistas y modestas” que, al mismo tiempo, no provocarían un aumento de la pobreza. Propusieron la implementación de un bono contra la pobreza de 40 y 60 pesos.

La fórmula que expuso el economista para compensar los 17.700 millones que generan para las arcas del Estado el cobro de las retenciones a la exportación de granos es por medio de un plan para disminuir la evasión, aceitar la eficiencia del gasto e implementar un impuesto a la renta potencial de la tierra o a la primera venta de productos agropecuarios.

“La Nación perdería unos 17.700 millones con la eliminación de las retenciones, pero recuperaría 7.900 mejorando la recaudación un 1,5 por ciento. Las provincias percibirían 3.900 con el impuesto a la renta potencial de la tierra, y 5.300 por recaudación impositiva”, puntualizó.

Luego, el vicepresidente y socio accionista del Grupo Clarín, José Aranda, y el subdirector de La Nación, Fernán Saguier, expusieron sobre “los medios y su visión de la agroindustria frente al nuevo marco político-institucional”.



Agroexportaciones

Ernesto Liboreiro resaltó que el crecimiento de las exportaciones de productos originados en el agro “tendió a disminuir en la Argentina a partir de 1998”, con respecto a otros países. Según el director ejecutivo del Instituto para las Negociaciones Internacionales (Inai), la Argentina mostró “debilidades en la expansión de las exportaciones”. Entre las flaquezas del país, el especialista identificó la “concentración” de las exportaciones en “pocos productos” y el “pequeño porcentaje” de venta de productos al exterior de “preparaciones alimenticias”.

Liboreiro detalló que uno de los puntos en contra que tuvo la Argentina fueron “las exportaciones de productos con un precio unitario promedio muy bajo” y las políticas que se adoptaron a partir de 2006, que “fueron contrarias a la expansión” del sector. Comparó estas debilidades que enfrenta la Argentina con las fortalezas de otros países, como Chile, que lograron por medio de políticas de gobierno “diferenciar sus productos, ocupar un alto porcentaje de la mano de obra manufacturera en el sector agroindustrial y exportar productos con alto precio unitario promedio”.

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