jueves, 21 de enero de 2010

"LA TRAICIÓN LIBERAL, AL SISTEMA ECONOMICO Y RENTISTICO DE LA CONSTITUCIÓN DE 1853"

Charla Debate a cargo del Ing. Guillermo Andreau.

Economista y político que desconoce las virtudes del Sistema Rentístico de la Constitución de 1853 es un peligro para la humanidad.

Sin Sistema Rentístico no hay democracia, ni federalismo, ni república, ni justicia, ni igualdad, ni paz social, ni progreso, ni seguridad jurídica, ni seguridad física, ni libertad.


EL 4 DE FEBRERO DE 13 A 15 PUNTUAL EN LOS SALONES DE "EL HISTÓRICO"-c. aire acondicionado-, MÉXICO 524. POR FAVOR QUIEN ESTIME CONCURRIR O INVITE A ALGUIEN, AVÍSEME A diazdesouza@ciudad.com.ar A EFECTOS DE LAS RESERVAS DE MESA.Cubierto $ 55, incluye propina y estacionamiento al lado. (llegar temprano)

martes, 5 de enero de 2010

El desmoronamiento del Neoliberalismo; se divide la Escuela Austiaca de Economia


Peter Boettke, Steve Horwitz y otros intelectuales austríacos de enorme prestigio, han creado un blog hace algún tiempo -bajo el título “Austrian Economics”-, en el que se concentraban intercambios de enorme relevancia académica.

En este 2010, han comenzado los intercambios con un claro mensaje de Peter Boettke en el que se abandona la denominación de Escuela Austríaca, y se lo reemplaza por “Coordination Problem“.

En el video tratamos con el Dr. Sandler de separar las aguas y poner claridad en el conflicto planteado.


LAS AMENAZAS A LA LIBERTAD Y PASOS A SEGUIR.


Los modernos Thing Tanks han dedicado todo su esfuerzo en reafirmar las tesis liberales desarrolladas por la Escuela Austriaca -centrados fundamentalmente en la lucha contra todo tipo de colectivismo-, pero en su afán por difundir estas ideas, -como en las Universidades a principios del Siglo XX- mantuvieron un pilar fundamental del liberalismo fuera de todo análisis. Este error amenaza con derrumbar todo el edificio de la libertad.

El neoliberalismo nace a fines del SIGLO XIX cuando en las universidades se elimina deliberadamente de la currícula académica el factor tierra de los factores de producción. Esto logra con el paso del tiempo la transmutación del “Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina” –originada en la Revolución de Mayo y ratificada en la Constitución de 1853/60- hacia un perverso sistema de impuestos de tipo romano que atacan a trabajo, a la inversión y al consumo.

Hayek quien supo con gran habilidad salir de todas las trampas planteadas por los colectivismos, no pudo salir de esta trampa que precisamente dio origen a todos los colectivismos. No pudo ver que el origen de todos los males radica en el origen de los recursos fiscales y su impacto sobre la libertad, la igualdad, la propiedad, la justicia, el Federalismo y la Republica.

lunes, 4 de enero de 2010

Malvinas, Recursos Naturales, la Revolución de Mayo de 1810: la Argentina incompleta.

Despues de leer el articulo en La Nacion a Fernando Magno "Sin Malvinas, la Argentina está incompleta" me tope en Lacroze y Centenario con el cartel de la foto "Otro año mas Argentina regala sus recursos naturales".
El Código Civil Argentino en su articulo 2503 entrega a particulares la apropiación de la renta de sus recursos naturales, contrariando el principio de orden fundante de la Revolución de Mayo, que mediante la Ley de Enfiteusis del año 1826, declara que el origen de los recursos fiscales debe ser la Renta de los recursos naturales.
La Revolución de Mayo consistió entonces, en una cambio sobre el origen de los recursos fiscales, dejando atrás el antiguo, perverso y bárbaro Sistema Tributario y esclavista Romano de apropiación de la renta fundaría; para dar al luz al Sistema Económico y Rentístico que en 1853 plasmo la Constitución Nacional
La contra-revolución a mayo de 1810 generada por el Código Civil hizo a la tierra argentina fuente de especulación y nuevamente privatizo la renta.

El argentino, como hombre económico sujeto a esos derechos civiles, "aprecia y valora" la tierra y los recursos naturales como fuente de poder personal ya que le permite enriquecerse a costa del trabajo ajeno mediante los alquileres, arrendamientos, tributos y accion especulativa.

El argentino, como hombre político, "deprecia" la tierra y los recursos naturales, porque para el perverso ordenamiento jurídico vigente, la tierra y los recursos naturales no le aportan nada al fisco.

Se entiende asi el abandono por parte de nuestros políticos -no militares- de nuestro territorio, de nuestros recursos naturales y de nuestras Malvinas.
La Argentina, como en 1810 sigue siendo un gran desierto con un ordenamiento juidico perverso y su escasa población sin tierra apiñada en mas de 20.000 villas miseria.

El país esta vacío y su población hacinada en 23 focos.

Yo acuso a nuestras Facultades de Derecho, de Ciencias Económicas y de Historia de nuestro país por el crimen intelectual de ocultamiento y tergiversación de los principios fundantes de nuestra Revolución de Mayo de 1810 y en este grito llevo la voz de nuestros proceres silenciados en favor del privilegio de unos pocos.

"ECONOMISTA Y POLITICO QUE DESCONOCE LAS VIRTUDES DEL SISTEMA RENTÍSTICO DE LA CONSTITUCION DE 1853 ES UN PELIGRO PARA LA HUMANIDAD"

“ES EL ORIGEN DE LOS RECURSOS FISCALES, NO LA DISTRIBUCIÓN…..” Una crítica al artículo en Clarin de Ezequiel Gallo

Dr. Hector Raul Sandler, Profesor Consulto, Derecho, UBA

“Hubo otra década del 70 en la que pudo cambiar la historia argentina. Se vuelve a evidenciar que uno de los problemas que tienen que superar los argentinos es el de una centralización desmedida del gobierno nacional. El país ha cambiado mucho, entonces es más difícil pasar a la parte más propositiva, pero me parece que el mensaje debería llevarnos, por lo pronto, a posiciones con respecto a cómo se distribuyen los recursos que recauda el Estado, cómo se reparten el IVA y la cantidad de impuestos en donde la parte del león se la lleva el gobierno central, de qué manera participan las provincias, y cómo devolverles a éstas el poder que han ido perdiendo hasta convertir a los gobernadores en peones del poder central. Esto debería ser llevado a los otros planos, al de la representación política y también al plano de la justicia, que es muy importante, el de la descentralización de la justicia, por ejemplo el Consejo de la Magistratura y la administración judicial.” (Ezequiel Gallo Clarin, Enero 3 de 2010)

Es incuestionable la verdad que sostiene Ezequiel Gallo sobre la híper centralización del orden político, económico y social argentino que, más allá de los funcionarios de turno, los coloca en manos del gobierno nacional. Este fenómeno ha ido in crescendo a partir de los 1870. Si bien el distinguido historiador nos invita a dirigir la atención, con toda razón, al área de los “recursos del Estado”, nos parece que la oportuna invitación no estimulará acciones para revertir el proceso de centralización que destruye por completo el principio federal establecido por nuestra Constitución Nacional. No logrará rectificar aquella nefanda tendencia si el dedo acusador se limita a señalar al proceso de distribución de los recursos fiscales. Que esta distribución, la de todos los impuestos y otros recursos, es centralista, no cabe duda alguna. Pero ella no tiene su raíz tan solo en la vocación y la conducta de algunos caudillos políticos ni siquiera en la ideología, por lo demás bastante confusa y voluble, de los partidos políticos. A lo sumo a aquéllos y a éstos solo se les puede acusar de no haber advertido con la debida claridad y actuado con mayor firmeza para corregir el sistema de recaudación de los recursos fiscales. El es sistema de recaudación de fondos el Estado el padre del centralismo político que ha frustrado el progreso inicial y que, de no cambiarlo, hundirá a la República en inciertos destinos.

En los 1870 se estableció el Código Civil de reconocida prosapia romana en cuanto al sistema de propiedad de la tierra. Fue aprobado con la clara advertencia de su redactor, Dalmacio Vélez Sarsfield, que ante diversos sistemas conocidos en la historia, él prefería ceñirse “al puro derecho romano”. El menos avisado debía haber calculado que con semejante sistema de acceso al suelo, era muy probable que nuestra sociedad civil y política repitiera la sangrante historia de la decadencia de Roma. Hoy, a 130 años de la vigencia de este sistema, no solo padecemos un federalismo frustrado, sino que no hay una efectiva república (medida por la separación de poderes), ni es posible una sana democracia, cuando es asolada, como en la antigua Roma, por una enorme “clientela” nutrida, fundamentalmente, por ciudadanos “sin tierra”: villas miseria, conventillos, homeless, hacinamiento en la Capital y sus sendos cordones en el Gran Buenos Aires, que se repiten en todas las capitales del Interior. Mientras en el 99% del territorio la densidad poblacional no alcanza al 2 h /km2, el país esta vacío y su población hacinada en 23 focos. Solo un necio o quien desconozca en absoluto la historia y decadencia de Roma puede ignorar la similitud que guarda con la nuestra. ¿Cómo pensó el legislador de entonces que la absoluta propiedad del suelo podía concederse sin los efectos acaecidos en Roma? Lo dice expresamente en el párrafo octavo de la nota (a) al Titulo IV del Código Civil: “El contrato de arrendamiento será entre los propietarios y los cultivadores o criadores de ganado, un intermediario suficiente” , para que los sin tierra puedan acceder a ella. El mismo principio se aplicó a las ciudades: el intermediario suficiente sería en este caso el “contrato de locación”. Los sin tierra accederían “fácilmente” al suelo pagando un alquiler. No es necesario destacar lo errado de tales creencias. Arrendatarios e inquilinos – la amplia mayoria del pais – lo sabe por experiencia propia. Los alquileres que devoran las ganancias de empresarios, negociantes y familias, villeros y homless los rodean a la vista de todos. Son en su conjunto la prueba más escandalosa la falsedad de lo prometido por el legislador. Pero ningún argentino lo ve y en las c asas de estudio no se lo quiere tratar.

Sin embargo a pesar de esa legislación romana del C. Civil, en los 1870 el país dio un enorme salto hacia delante y paso a ser uno de los principales del mundo. Este progreso asombró al mundo y ocultó a los propios argentinos aquella falla. Se pasó por alto que era la gran baratura de la tierra argentina, la llegada de mas de 5 millones de inmigrantes dispuestos a trabajar, que pesar de cobrar los salarios mas altos del mundo. Lo ha mostrado una y otra vez el profesor Cortés Conde. Al producir a tan bajo precio que pasamos a ser el “granero del mundo” y, a la vez fincar los recursos fiscales en de los derechos de exportación. Esto es, que, al fin y al cabo, eran los “compradores extranjeros” los principales proveedores de recursos para el Estado nacional. Pero la dicha duro poco, Ya en 1910 Alejandro Bunge señalaba una brutal caída el PBI interno en relación con la llegada de nuevos inmigrantes. Y para colmo, después de la guerra 1914-1918, los países compradores optaron por el “proteccionismo”.

Tras la crisis mundial de 1930 el país se enfrentó el desafío de la Esfinge de Tebas: debía aprovechar el régimen del Código Civil (que otorga el derecho a ser propietario de la tierra) para crear el fondo del tesoro de las provincias, mediante un recurso netamente federal. El llamado “impuesto a la tierra libre de mejoras” . Si no se lo hacía (como no se lo hizo), habría de repetir en versión local la historia de Roma. Esto es lo que se hizo al optar por el camino de la auto destrucción: crear impuestos que gravaban al trabajador, al productor y al consumidor. Lamentablemente en 1932, como enseña el profesor Meier Zylberberg en su reciente libro “Raíces totalitarias del Fracaso argentino”, el Congreso Argentino eligió el peor de los caminos, al que aun se mantiene desde entonces. Estableció un sistema “provisorio”, pero para siempre. Esta ley fue la cepa, la madre, de todos los actuales impuestos. Se llamó “impuesto a los réditos”. Para recaudarlo se creo una oficina nacional: la DGI., hoy la AFIP, para la cual ya no rige el Art.18 de la CN, pues en materia de ingresos personales nada puede ser ocultado al Estado e incluso trabajadores, inversores y consumidores tienen la obligación de “declarar contra si mismo”. Esto no es una cuestión de penalistas. Configura un radical cambio de todo el orden social. ¡Viva la ley, aunque perezca el derecho!

Con esta centralización recaudatoria fue apoyada con la centralización de la emisión de billetes papel por un Banco Central nacional, la ligereza en emitir “empréstitos nacionales”, y, de modo harto frecuente, recurrir a la “falsificación de moneda nacional”, esto es, la inflación. Se forjó así la Argentina unitaria actual y a la vez se decidió conculcar todas las libertades civiles. La razón es sencilla: en Argentina se es ciudadano político porque el gobierno provee a sus habitantes, a cierta edad, de un documento de identidad con el que puede votar. Pero ninguna legislación le garantiza ser “ciudadano económico”, como quería Alberdi y pretende la Constitución en su capitulo fundacional; la parte de Derechos y Garantías, Hoy los habitantes carecen de efectiva libertad de trabajo y de ser dueños exclusivo del fruto de su trabajo. Lo primero es imposible por el coste de la tierra, puesta al servicio de la especulación; lo segundo es imposible por la exacción a que es sometido el ingreso de trabajadores, inversores de capital productivo y consumidores

Desde 1890 eran todos estos efectos calculables y lo vieron unos pocos argentinos, cuyos nombres merecen ser recordados. Para evitar la caducidad del progreso primero y la posterior desintegración argentina después , estadistas como el presidente Roque Saenz Peña en 1912, el diputado nacional Carlos Rodríguez en 1919, el profesor Arturo Orgaz y el literato e historiador Arturo Capdevila (c.1920) y en los 1930 el gobernador de Córdoba don Arturo Sabattini, propusieron recurrir a la recaudación de la renta del suelo en cada provincia argentina y en la Capital Federal y, paralelamente, eliminar impuestos al trabajo y la inversión. Nadie hoy los recuerda a pesar de ser los herederos morales del ideario de Mayo. Es la solución moderna y más civilizada para nuestros angustiantes problemas sociales. Es menester hacerlo, porque en su enseñanza y en otros muchos argentinos de igual parecer, todos olvidados, yace el filón moral en el que debemos instruirnos para recuperar el esplendor perdido y el bienestar para todos los habitantes de hoy, de nuestros descendientes y de “todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”.

Es la mayor obligación moral y política de aquellos que se esfuerzan por celebrar el Bicentenario. LO que hay que celebrar y revivir son los ideales de la Revolución fundacional de la Argentina moderna. No vale la pena recordar hechos fortuitos e irrelevantes frente a esta fatal encrucijada en que nos hallamos. Hay que revivir los ideales sostenidos por Manuel Belgrano, Hipólito Vieytes, Segundo de Agüero, Bernardino Rivadavia, Esteban Echeverria, los patriotas de la Asociación de Mayo y la Generación del 37, de Sarmiento y de Juan Bautista Alberdi, por citar solo algunos. Todos ellos fueron injustamente ignorados por los legisladores de 1932. Honrar a Mayo es recuperar el sentido de haber fundado una nación soberana, de hombres libres, tratado iguales, trabajando por el bienestar individual y general del país. Hay que guiarse por los inmortales principios contendidos en el Preámbulo de nuestra Constitución. Lo demás nos vendrá por añadidura.
Buenos Aires, Enero 3 de 2010


"ECONOMISTA Y POLITICO QUE DESCONOCE EL SISTEMA RENTÍSTICO DE LA CONSTITUCION DE 1853 ES UN PELIGRO PARA LA HUMANIDAD"

sábado, 2 de enero de 2010

Crece la presión tributaria en la Argentina y ya es similar a la de los países desarrollados. Pero....


El Sistema Jurídico vigente en la argentina cambio el virtuoso Sistema Económico y Rentistico de la Constitución de 1853 por un perverso e injusto Sistema Tributario antiguo de tipo cesareo-romano-imperial.

Alberdi dijo "este ordenamiento juridico -el introducido por el Codigo Civil- degradara el trabajo hasta hacerlo digno del esclavo y realzara el robo y el latrocinio politico como fuente genuina de la propiedad".

El buen informe publicado en La Nacion omite las dramaticas consecuencias sociales, económicas, políticas y culturales que tiene el perverso sistema tributario argentino y su efecto sobre la especulación y el aumento del valor de la tierra. Problemas que serian rapidamente subsanadas si volvemos al Sistema Juridico de 1853 y a su Sistema Rentistico que es la base del exito de Canada, Australia y ahora la China.

Economista y politico que desconoce el Sistema Rentistico de la Constitución de 1853 es un peligro para la humanidad.

Por Francisco Jueguen
De la Redacción de lanacion.com

Un informe estimó que la presión tributaria llega a un 31,2% del PBI y se acerca a la que ejercen Australia o Canadá; no obstante, se diferencia por ser regresiva debido a que se apoya en el consumo y el proceso productivo.

Como si vivieran en una nación plenamente desarrollada, los argentinos pagan cada vez más impuestos. No obstante, la creciente presión tributaria que tienen que soportar quienes viven en el país es puramente regresiva y está focalizada al consumo, el trabajo y la producción y no a la ganancia o la propiedad.

Así lo estimó un informe del centro de estudios Idesa al que accedió lanacion.com que afirma que "nunca los argentinos pagaron tantos impuestos como en la actualidad" y que "la presión en la Argentina es similar a la observada entre los países desarrollados".

El documento, confeccionado con datos oficiales, afirmó que la presión impositiva llegó al 31,2% del producto bruto interno (PBI) en el país, superando el 29,5% del PBI de Australia y cerca del 34,8% de Canadá, dos países fuertemente desarrollados y con perfil agroindustrial como la Argentina.

No obstante, con el objetivo de mejorar la equidad social, en esas dos naciones la recaudación de impuestos está focalizada en los tributos a las ganancias y la propiedad. En ambos aportan el 20 puntos del PBI. En tanto, en la Argentina, esos tributos sólo recaudan apenas el 6,6 puntos del PBI. El 24,5% restante se compone de gravámenes al consumo, trabajo y la producción.

"La Argentina está en el orden de Australia y Canadá, pero en cierta forma nuestro país apela a impuestos distorsivos", señaló a lanacion.com Jorge Colina investigador en jefe de Idesa. "Estos son aquellos que gravan el consumo y la producción. Allí están las cargas sociales, impuestos al trabajo, a los ingresos brutos, el impuesto al cheque y los derechos de exportación [retenciones]".

Según Colina, son distorsivos porque gravan algún factor o directamente el proceso productivo y, por eso, modifican las decisiones de producción. Esto lleva a que se produzca menos o se informalice el mercado laboral. Por otro lado, el impuesto a las ganancias es más neutral: se paga una vez que termina el proceso productivo.

A la pregunta sobre si es cierta la fundamentación de que el impuesto a las ganancias es un gravamen más difícil de recaudar que los demás, Colina señaló que es cierto, pero que "el Estado argentino debe modernizarse y luchar contra la evasión en vez de apelar a los impuestos distorsivos".

Otra visión. "Nos estamos acercando a niveles de presión fiscal similares a los de países del primer mundo", señaló a lanacion.com el tributarista César Litvin de Lisicki, Litvin & Asociados. Para el experto, la presión también supera el 31% del PBI. Además indicó que aquella es diez puntos mayor que durante los 90.

"Hay un mayor sacrificio fiscal por parte de los contribuyentes", estimó Litvin y agregó que el gravamen que lidera los ingresos es el Impuesto al Valor Agregado (IVA) con un 28% de la torta de la recaudación. "Se está observando que cada vez más sube la participación de las retenciones, que en 2010 representarán un 12% del total [unos 43.000 millones de pesos]".

"Otro impuesto que es muy distorsivo es el impuesto al cheque que tendrá tiene una parte de un 7% en la torta de ingresos. Una enormidad. Son cerca de 2000 millones de pesos por mes", calculó el tributarista.

Para Litvin, esta estructura de ingresos es regresiva porque está basada en dos impuestos muy importantes que deberían reverse. Estos son los derechos de exportación y el impuesto al cheque. El primero, no mide ninguna capacidad contributiva sino transacciones. En tanto, la tendencia en el mundo es motivar las exportaciones y las retenciones las desmotivan. Deberían ser por un tiempo limitado y en determinados productos", cerró.