lunes, 26 de septiembre de 2011

EL NUEVO ORDEN TRAS LA CRISIS


Hace aproximadamente 150 años con la adopción de la Codificación Civil se repuso el puro derecho de los romanos. Este acontecimiento condujo a los países al nacionalismo que es una suerte de “neo imperialismo” reponiendo casi todas las instituciones generadas por el derecho romano, antiguo o de Barbarie.

Se irrumpe así, el proceso evolutivo del Jus naturalismo secular que fue emergiendo lentamente desde la edad media y que desemboca en el iluminismo, en el desarrollo de la Ciencia Economica -Clásica- y en la llegada de las grandes Revoluciones; la Inglesa, la Americana, la Francesa y la Latinoamericana de 1810; guiadas por los derechos individuales o fundamentales, como principio de orden del Derecho Natural emergeria el ideal de Libertad, Igualdad y Fraternidad.

En este contexto y en nombre de la libertad y con pretensiones de servirla “nuevos liberales” involucionan a las figuras del derecho romano y Giuseppe Tomasi di Lampedusa en su monumental obra "El gatopardo" dice "Termino el tiempo de los leones y de los gatopardos, ahora es tiempo de las hienas y los chacales".
Luego cierra diciendo “Mientras hay muerte, hay esperanza” frase que se repite en Matrix revolutions “Todo lo que tiene un comienzo tiene un final NEO”.

La estrepitosa caída del Socialismo y la crisis del Capitalismo global en estos días, parecieran anticipar el final del Derecho Romano, de la economia "neoclasica" y como consecuencia el posible final de los nacionalismos; para que el derecho natural y científico junto al federalismo y la república renazcan nuevamente.

En la peligrosa situación en la que el mundo se encuentra (no solo en lo político y económico), la demanda de hoy se expresa con las ultimas palabras de Goethe en su lecho de muerte: : "Licht, mehr Licht!" "Luz, mas luz". Eso es lo que necesitamos hoy.


Nacionalismo: El reinado de las hienas y los chacales

Abraham Lincoln -continuando la línea unitaria de Hamilton y contrariando la línea federal y republicana de la Revolución Americana defendida por Thomas Jefferson y James Madison- es el líder de la contrarreforma nacionalista. La constitución pasaría de decir “Los Estado Unidos somos” a “Los Estados Unidos es”. Comienza la etapa Imperial de los EE.UU.. La guerra civil para imponer el nacionalismo duraría mas de cuatro años de lucha sangrienta con mas de 1 millón de muertos.

En el artículo 9 de El Federalista (noviembre de 1787) Hamilton dice: "Una distinción (...) ha sido suscitada entre la confederación y la consolidación de los estados".
En 1800 Jefferson afirmará: "Creo firmemente que un gobierno consolidado llegará a ser el más corrupto en la Tierra".
Y Madison, en 1824, sostendrá: "La consolidación, en su aplicación actual y controvertida, significa la destrucción de los estados transfiriendo sus poderes al gobierno de la Unión"
Lo peculiar de tales concepciones, retomadas por Stephen Douglas bajo la advocación de la soberanía popular y una metodología estrictamente democrática durante sus debates con Lincoln en 1858, era el abandono de los principios morales del derecho natural que habían inspirado la Declaración de Independencia de 1776 y la filosofía del régimen constitucional federal.

El historiador James M. McPherson, en su obraAbraham Lincoln and the Second American Revolution (1991), cita unas palabras del presidente en un discurso dirigido al Congreso el 4 de julio de 1861, iniciada ya la Guerra Civil, en el que plantea la necesidad de la consolidación nacional y democrática: "Nuestro gobierno popular ha sido frecuentemente llamado un experimento (...) Dos cuestiones sobre ello: una, nuestro pueblo ha resuelto con éxito el establecimiento y administración de dicho experimento. La otra todavía está en el alero: el éxito de su mantenimiento contra el formidable atentado que pretende destruirlo"

Para Lincoln la cuestión pendiente era la consolidación de la unión en la "Nueva Nación", requisito previo de la consolidación democrática, que el historiador McPherson (1991) y el politólogo Jaffa (2000) coinciden en ver, desde supuestos y ópticas diferentes, en la Segunda Revolución, basada en una "nueva libertad" manifestada en la expresión "a new birth of Freedom" del Discurso de Gettysburg (19 de noviembre de 1863) Lincoln dice: "Aquí solemnemente decidimos que estos muertos no han muerto en vano, que la Nación, con la ayuda de Dios, tendrá un "nuevo nacimiento de la Libertad", y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparecerá de la Tierra"

Cuando comienza la rebelión y la guerra Lincoln, todavía no era un abolicionista, pero hacia finales de 1862 se hace abolicionista, no sólo como instrumento de la estrategia político-militar de la Unión, como afirmará en la proclama del 1 de enero de 1863 ("Como comandante en jefe de [...] en el momento de la actual rebelión armada [...] como medida de guerra necesarias para la supresión de la esclavitud"), Utiliza entonces Lincoln la abolición como pantalla para alcanzar su dimensión político-moral encriptando su verdadero objetivo que fue la contrarrevolución americana de la mano del nacionalismo romanista generador de los EE.UU. Imperial que desde entonces no ha dejado de participar en guerras en todo el mundo.

En su segundo discurso inaugural (4 de marzo de 1865), Lincoln pronunció las famosas palabras con que prometió la paz y la estabilidad: "Con malicia hacia nadie, con caridad hacia todos, con firmeza en lo que es recto, si Dios nos permite verlo, vamos a terminar pronto el trabajo que tenemos pendiente: curar las heridas de la nación (...) y hacer todo lo que se pueda para alcanzar y celebrar una paz justa y duradera, entre nosotros y con todas las naciones"

Walt Whitman ya había puesto el énfasis en la "tristeza" del presidente en unas notas que había escrito sobre él pocos meses antes de morir "veo muy claramente oscuridad el rostro de Lincoln, las arrugas "profundas", los ojos, etc. , a mi siempre me pareció ver una expresión latente de tristeza".
Sólo un gran poeta con la profunda sensibilidad de Whitman –y de manifiesta empatía con la dimensión trágica de la guerra y sus efectos en el presidente– podía imaginar metafóricamente el significado para Lincoln, el costo del cambio al paradigma Nacionalista y la Guerra Civil.

La consolidación física de la nueva nación entraba en un nuevo territorio, el de la consolidación espiritual y moral. Whitman tuvo en sus obras la visión y la conciencia de que la nación entraba en un terreno desconocido, había llegado la hora sustancial de la construcción de la "nueva alma imperial americana".




En Argentina el proceso fue idéntico Mitre, Sarmiento, Vélez y J.V. González. Contrariando las ideas de Belgrano y de la Revolución de Mayo de 1810 y de Alberdi y su Constitución de 1853 sancionan el Código Civil Argentino y luego; las mismas guerras civiles hasta el aniquilamiento de los caudillos federales.
El triunfo del nacionalismo termina con el proyecto civilizador de la Revolución de Mayo de 1810.
El Derecho romano y el Nacionalismo significa la destrucción de los estados degradados a provincias -sometidas "por victoria"- transfiriendo sus poderes al gobierno Nacional. El gobierno consolidado llegará a ser el más corrupto en la Tierra, como creia firmemente Jefferson y Alberdi.

Vemos muy claramente el rostro oscuro de Velez -el Dr. Lorenzo le atribuía una conducta "tenebrosa"-; sostiene la misma expresión de tristeza de Lincoln.

“Para gobernar a la República Argentina vencida, sometida, enemiga, la alianza del Brasil era una parte esencial de la organización Mitre-Sarmiento; para dar a esa alianza de gobierno interior un pretexto internacional, la guerra al Estado Oriental y al Paraguay, viene a ser una necesidad de política interior; para justificar una guerra al mejor gobierno que haya tenido el Paraguay, era necesario encontrar abominables y monstruosos esos dos gobiernos; y López y Berro han sido víctimas de la lógica del crimen de sus adversarios”. (Juan Bautista Alberdi)

"En nombre de la libertad y con pretensiones de servirla, nuestros liberales, Mitre, Sarmiento y Cía., han establecido un despotismo turco en la historia, en la política abstracta, en la leyenda, en la biografía de los argentinos. Sobre la revolución de Mayo, sobre la guerra de la independencia, sobre sus batallas, sobre sus guerras ellos tienen un Alcorán, que es de ley aceptar, creer, profesar, so pena de excomunión por el crimen de barbarie y caudillaje" (Juan Bautista Alberdi. Escritos póstumos. Ensayos sobre la sociedad, los hombres y las cosas de Sudamérica. Buenos Aires. 1899).

"El nacionalismo católico -romanista- fue el gran destructor
del proyecto Alberdiano
y de su Constutición de 1853"
Armando Ribas

De los nacionalismos europeos y en el resto del mundo solo basta con decir que su consolidación en el Siglo XX costaron la vida a 186 millones de personas.




El nacionalismo y la muerte de John Fitherald Kennedy

1 comentario:

Guillermo Andreau dijo...

Desde Manhatan dice via mail Luis Victor Seghezzi:
Es muy interesante el razonamiemto sobre Lincoln. Es sin duda una enorme tentacion de liderazgo, imponer los imperios por sobre las dignidades individuales. Yo creo que esta gente por ejemplo, ni cuenta se da de su condicion de esclavos. Ellos solo ven el espacio entre los barrotes y con eso solo se consideran libres. Lo bueno de esto, es que lo podemos ver. Hay otros que se han pasado la vida en tinieblas y con los dientes apretados. Pero nosotros podemos percibir como se comienza a teñir el horizonte. Es la alegria del centinela que ve llegar el alba despues de la noche cerrada. Eso es un absoluto privilegio.

Un abrazo!!!

Luis.