lunes, 24 de octubre de 2011

VALORANDO AL DERECHO ROMANO EN MEDIO DE LAS ELECCIONES GENERALES

N de la R.: Coincido "peeeroooo": es precisamente el sistema de recursos del estado lo que diferencia al Derecho Romano, del Derecho Natural y es a partir de ese principio de orden, que tendremos dos bien diferenciados resultados económicos, políticos, sociales y culturales.
Si al derecho romano le hacemos una reforma que elimine impuestos al trabajo, al consumo y a la inversión y los reemplace por rentas ya no es derecho romano o antiguo o jerárquico o de barbarie; ese cambio lo transforma en un derecho de civilización, justo, igualitario y moderno.
Bajo ese cambio el despotismo se transforma en democracia “real”, el unitarismo o nacionalismo en federalismo, la tiranía en Republica. En el orden económico transforma una sociedad concentrada monopolista subsidiada, de privilegios y de baja productividad en su opuesto.
En el orden social la citada reforma haría desaparecer las villas miserias, los latifundios y todos los vicios sociales emergentes del derecho romano generados por su sistema de impuestos entre los que podemos citar: desigualdad abominable, injusticia, inflación, deflación, desocupación, pobreza, hacinamiento urbano, villas miseria, concentración de riqueza, monopolios, emigraciones e inmigraciones masivas, devaluación de las monedas, crisis financiera e hipotecaria, remates de viviendas, desalojos, relativismo moral, relativismo jurídico, inseguridad jurídica, crimen , corrupción, drogas, trafico de personas, prostitución, esclavitud y servidumbre, abusos, terrorismo, guerras entre países y civiles, invasiones, deudas externas impagables, gulags, depresión, exterminio, ruptura familiar, odios religiosos, étnicos y raciales, xenofobia, tiranías, despotismo, anarquía, inseguridad, robos, manipulación social, desinformación, manejo de medios de comunicación, degradación de las conductas, suicidios individuales y en masa, que son la corriente noticia diaria.
En el orden cultural dejaremos de ser “una manga de ladrones del primero al último” Battle 2002 y dejaremos de ser una sociedad viciosa para transformarnos en una sociedad virtuosa. Las cárceles se irán vaciando paulatinamente.

"el trabajo moderno escapo del todo a las trascendentes miras del derecho romano que degrado el trabajo hasta hacerlo digno del esclavo y realzo el robo y el latrocinio político como fuente genuina de la propiedad" son palabras de Juan Bautista ALBERDI y fue para evitar el antiguo régimen tributario –emergente del derecho romano- que se estatuyeron las grandes revoluciones: inglesa, americana, francesa y latinoamericanas de 1810

QUE VIVA LA DIFERENCIA!!! ¡¡¡LA REVOLUCIÓN ESTA POR VENIR!!!!!

Guillermo ANDREAU


VALORANDO AL DERECHO ROMANO EN MEDIO DE LAS ELECCIONES GENERALES.

Héctor Sandler, profesor Consulto, Derecho, UBA.

1. Leo en este valioso e importante Blog escritos señalando al Derecho Romano como principal sino único responsable de nuestro desorden social. Entiendo las sensibles razones que impulsan a formular ese juicio. Reconozco y comparto el valor de fuertes criticas a ese histórico derecho, restaurado en términos de derecho positivo en la mayoría de las sociedades contemporáneas. Pero no comparto expresiones que parecieran apuntar a su “rechazo en bloque” por dos razones. Primero, porque esa genérica y persistente descalificación, ha llevado y lleva a pensar que ese derecho, “in totum”, es la única cuando no la principal causa de nuestros trastornos sociales actuales. Un juicio de esta clase es una errónea valoración del derecho en la vida de la sociedad y la del hombre individual. De manera inconciente conduce a ignorar (u ocultar) la variedad de causas que causan el presente malestar social.

2. En segundo lugar, porque aquel genérico repudio ignora el extraordinario aporte a la evolución humana que importó en la etapa greco/romana de la historia el descubrimiento del orden jurídico como otra esfera de vida social autónoma y la consiguiente creación de instituciones que aportaron al desarrollo de la evolución del hombre y su sociedad.
Este juicio no puede invalidarse por el posterior descubrimiento de “defectos” no queridos o no calculados originados en el Derecho Romano. Distinguir lo que resultó mal en los hechos de lo bueno deseado al legislar es indispensable y propio de un pensar critico y evolucionista. Aceptar lo bueno contenido en un derecho positivo y corregir lo que produce daño social es el arte de colaborar en la evolución para la perfección del orden. Con el propósito de esclarecer estos puntos y afinar la apreciación del Derecho Romano traído a nosotros por el Código Civil, expondré los siguientes argumentos.

Estructura del ser humano
3. En mi propia percepción veo al individuo como un ser complejo formado por múltiples e intrincadas estructuras que se condicionan entre si. A) El ser humano es un ser con un cuerpo físico compuesto de puros minerales, B) cuyo conjunto funciona regularmente por un cuerpo vegetativo que funciona ajeno a la voluntad de individuo; C) animado al mismo tiempo por un cuerpo psíquico emocional , D) cuyo conjunto total – forma que hasta este punto comparte con el animal - es soporte de un cuerpo espiritual que si bien trata de ser el rey de su soporte, debe respetar en alto grado las “reglas” de cada uno de los estratos inferiores que constituyen ese soporte. El hombre es un ser espiritual al que aquella base físico/anímico le fija determinaciones con las que tiene que contar, para que su yo espiritual pueda satisfacer las exigencias que el mundo espiritual le demanda para evolucionar hacia su perfección.

Esferas de la vida humana en la sociedad pluralista
4. La estructura cuatrimenbre de cada individuo le exige al ser humano fundir su individualidad en un todo social plural para poder realizar su original individualidad. De tal modo que la vida social humana no es una ocurrencia sino una exigencia que le viene dada por las dimensiones cuaternarias de su ser individual.
La sociedad es, por causa del ser del hombre, al mismo tiempo, fin y medio para cada hombre individual. Por esta duplicidad del ser humano (individuo/socio), la sociedad que los hombres constituyen se ha presentado y presentara siempre en cuatro órdenes de vida social. Esos órdenes sociales internos forman “la sociedad” y han de reflejar la estructura cuaternaria del ser humano.

I. En la base de la sociedad y por causa de la materialidad del cuerpo de cada individuo aparece la economía, o mejor dicho la “actividad económica”, procesos que dan lugar a una especifica esfera de vida social, el “orden económico” (Este orden humano se basa y sostiene, como no puede ser de otra manera, sobre el “orden de la naturaleza”, llamado “tierra”, pues ella es condición y soporte de la vida material).

II. El espíritu de todo individuo necesita ser sostenido y alimentado a semejanza de lo que lo hace con su cuerpo físico material. Pero no de la misma fuente, sino de la existente en mundo superior, “el mundo del espíritu”. Efecto de esa conexión nutritiva que la evolución del individuo requiere, genera en la sociedad un orden de vida singular: el “orden cultural”. En esta esfera cada individuo, a su manera y dentro de las posibilidades de su mundo social/histórico, logra nutrirse para expresar su individualidad, dando origen al arte, a la religión, a la ciencia, entre otras “objetivizaciones del espíritu”. También al Derecho.

III. En la sociedad humana real, por encima de la esfera de vida inferior que exige la materia ( el orden económico) y por debajo de la superior que demanda el espíritu (el orden cultural) emerge por su estrato anímico otra esfera de vida social autónoma. Ha recibido muchos nombres, pero es muy apropiado en esta ocasión nombrarla como “polis”.

Pero he aquí un hecho nuevo, desconocido en el mundo mineral, vegetal y animal. En éstos también hay “centros de gobierno” del conjunto y “reglas” para el actuar de sus componentes. Pero solo en el hombre hay “derecho”. Así como savia viviente de la esfera de vida cultural es el “espíritu”, la del orden económico son las exigencias materiales que se le presentan al hombre para vivir en un cuerpo psico/material, el alma humana es la fuente de las emociones que forjan y caracterizan la asociación entre los seres humanos.

La razón es espiritual e inventa esta o aquella forma para asociarse, en los limites que la materia impone o permite. Pero es el alma la que sufre o se complace con la asociación creada, según satisfaga o no los “sentimientos de justicia, igualdad y fraternidad”.

Política y derecho nacidos juntos, han de vivir separados
5. A ritmos distintos según cada sociedad a lo largo del tiempo cada “polis” acreditó una y otra vez ser la matriz de otros dos ordenes de vida social. En principio unidos, pero siempre relativamente autónomos. Por la actividad social emergió cada vez mas la necesidad de contar con un orden legal separado del orden político. Así de a poco, revelose la existencia de un nuevo espacio social, una esfera social destinada a acoger en su seno a normas coactivas, las necesarias para complementar (y en ocasiones suplementar e incluso sustituir) las reglas o normas típicas dimanadas del orden cultural, económico y político. Poner en existencia visible a esas normas de orden social (en todos los campos) consiste la “actividad jurídica”. Así nació el derecho positivo.

6. Fue precisamente en la sociedad greco/romana que se fue apreciando esas esferas de vida “hermanas” nacidas de lo anímico. Percibió la sociedad greco/romana la necesidad de separarlas y reconocerles distintas funciones dentro de la sociedad.
En el largo periodo denominado greco-romano (siglo V aC/ al V de nuestra era) la humanidad occidental brumosamente primero, refinadamente en Roma después, reconoció la existencia de un “orden jurídico” como un cuarto orden de vida social (equivalente al sistema vegetativo del cuerpo humano). Se lo llamo una vez “derecho divino”, siglos después “derecho natural”, al comienzo de la edad contemporánea “derecho racional”. En estos días de vulgar positivismo solo se reconoce como Derecho al derecho positivado por el poder político. Grave error de funestas consecuencias.

El daño causado a los hombres por este error es tan tremendo que a pesar que gran parte de la inteligencia académica se esfuerza por negar al “derecho” como primordial principio de orden de vida, cuando ocurre un genocidio gubernamental, los hombres comunes, que nada saben de derecho, exigen que el poder político respete “los derechos humanos”. Nuevas vasijas para un viejo contenido.

Orden jurídico y derecho positivo son distintos
7. De este orden social autónomo manan directivas para ordenar la vida humana en sociedad. Es un orden singular (un orden, no un ordenamiento) con sus propios principios derivados de la real condición del hombre. Su tarea es secundaria, pues solo ha de complementar los otros órdenes de vida que le vienen dados al hombre. Pero no por ello deja de ser fundamental, indispensable, para asegurar una buena vida social. La que permita seguir a cada uno su largo camino en la evolución de la humanidad.

8. La función del orden jurídico consiste en complementar, suplementar e incluso desactivar las exigencias provenientes de los otros tres ordenes de vida social (el económico, el político y el cultural). La conductas de estos 3 ordenes ponen sobre la mesa de la vida la “materia” (actividades) a las que, cuando es necesario, el ordenamiento legal les ha de imprimir determinada “forma”. La materia a ordenar no es una “masa” sino conjuntos complejos ordenes de vida con sus propios principios y reglas.

Mejorar lo creado es propio del progreso
9. Las normas anidan en forma latente en el orden jurídico. Pero son puestas en existencia según la ocasión por obra de cierta “energía social” que suministra el orden político. En su tarea el legislador, en sentido amplio, ha de tener en cuenta las “reglas” del orden en que ocurren las conductas a normar (llamada “materia” por los juristas), pues ella presenta determinaciones que no se pueden ignorar, so pena del fracaso del derecho positivo que se dicte. Pero, al mismo tiempo, ha de sintetizar a aquellas “determinaciones” con las “exigencias” que al hombre le presenta el mundo ideal, avizorado por el espíritu. Por ejemplo, que el derecho dictado sea justo, seguro y oportuno.

10. Esta sencilla visión del rol secundario pero fundamental del derecho dictado por los hombres demanda un nuevo pensar para poner en vigencia un ordenamiento jurídico mejor. Para los argentinos y, por similitud, para todos los pueblos en el que brotan “los indignados”. Es hora de reestructurar instituciones legales.

Es verdad que fue raro para el destino de nuestro país reestablecer, así como así, al “derecho romano de propiedad de la tierra ”, tal como se lo hizo con el Código Civil en 1869.
Pero nuestra historia prueba dos cosas. Que aquel derecho civil fue beneficioso al comienzo de la Organización Nacional, pues ayudo a poblar el país.

Pero también la historia muestra que a partir de los 1910 comenzaron ruinosos efectos. En el orden político/social, la Revolución del 90, la Huelga de inquilinos (1907), el Grito de Alcorta de los trabajadores rurales (1912), la Semana trágica para los trabajares industriales (1919), la Patagonia Rebelde, la represión de los peones ganaderos (1921); los conventillos, villas miseria, tugurios, okupas desde los 1920 hasta hoy, etc. Esta historia social lastimosa sugiere la necesidad de reparar el ordenamiento legal. No se ha de reparar ese yerro y sus efectos denostando contra el Derecho Romano en general ni el Código Civil en particular. La llave del remedio esta en otra parte: en el regimen de recursos para el Estado nacional y los provinciales.

11. De lo que se trata, es crear nuevas instituciones legales que aprovechen lo que ese derecho civil tuvo y tiene de positivo para el orden social. Necesitamos mejorar ese derecho. Pero no, al menos de modo principal, el régimen de propiedad de la tierra. Lo que necesitamos esta en el área del derecho publico. Necesitamos urgente una radical transformación del régimen de impuestos creados a partir de 1932. En su lugar debemos establecer en un sistema de recursos del Estado, que asegure el fruto de su trabajo a los trabajadores, estimule la iniciativa empresaria, corte la yugular de los monopolios y castigue sin reparo al negocio de la especulación con la tierra.

12. En grueso, la tarea consiste en facilitar el acceso a la tierra a “todos los hombres del mundo que quieran trabajar en el suelo argentino”, a la cabeza a los trabajadores argentinos.
Para ello crear instituciones legales que eliminen los impuestos que arruinan la libre iniciativa y castigan a trabajadores y consumidores. Instituciones legales creativas de un sistema de recursos para el Estado que promueva el progreso general, la libertad, la igualdad de trato y la fraterna cooperación entre todos.

13. Hoy el pueblo argentino ha elegido nuevo gobierno a nivel legislativo y ejecutivo. Nacional y provincial. El problema que he planteado y las soluciones que sugiero, no dependen de los diluidos partidos (si algo aun significan) ni de la cantidad de votos obtenidos por los candidatos. Dependen que los que asuman el poder y los ciudadanos comprendan la raíz de nuestros problemas y adopten un muy sencillo remedio para ponerles fin: recaudar para el gasto público un pequeño tanto por ciento del valor de mercado de todas las tierras (urbanas y rurales) sin considerar las mejoras que sobre ellas se hayan construido. Eliminar impuestos según el monto que se estime recaudar.

La ocasión de un nuevo gobierno democráticamente electo es mas que propicia para estrenar una nueva política después de casi un siglo de desvaríos.

Octubre 24 del año 2011, Día de las elecciones generales



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