lunes, 18 de junio de 2012

ES EL DERECHO ¡ESTUPIDO!

La Argentina ¿en un Estado sombra o un país que “no es ni sombra de lo que fue”? 

COMENTARIOS A LAS DECLARACIONES DE IAN BREMMER, publicadas en La Nación/Enfoques/ 17 de Junio de 2012.
Héctor Sandler, Profesor Consulto, Derecho, UBA

1. Ian Bremmer – dice Hernán Iglesias Illa , autor de la nota publicada en La Nación/Enfoques/junio 17/2012) - es fundador y presidente del Eurasia Group, la principal consultora de riesgo político del mundo. Habitué del Foro Económico Mundial en Davos y considerado uno de los principales pensadores sobre geopolítica global (escribe una muy leída columna mensual con el rock star de la economía Nouriel Roubini), Bremmer publicó el mes pasado Every Nation for Itself: Winners and Losers in a G-Zero World (“Cada país hace la suya: ganadores y perdedores en un mundo G-Cero”). |

2, “En el entorno descripto por Bremmer, aclara el entrevistador Iglesias Illa, cada país debe hacer lo que más le conviene. Quienes logren tener relaciones fructíferas con varios países serán "pivotes", según la clasificación del libro. Quienes no lo logren serán "Estados sombra", tapados por la luz de otros”. “La Argentina tiene cualidades estructurales de convertirse en un país pivote. Pero para lograrlo, va a tener que conseguirse mejores gobiernos. Por ahora, es un “país sombra” según Bremmer”. Y es esto, por una razón: “Los malos gobiernos convierten a la Argentina en un “país sombra”.

3. Luego de leer sus declaraciones, respecto de la Argentina, me permito corregirlo y decir de mi parte: Contemplando el extraordinario despegue de la Argentina iniciado en los 1860, cuyo impulso durara hasta mediados del siglo XX y teniendo a la vista su continua decadencia hasta la fecha, ya manifiesta antes de la Segunda mitad de ese siglo, hay que discrepar con Bremmer, parafrasear sus definiciones , y retrucar sus conceptos diciendo: “La Argentina pertenece a una “tercera clase de países”: aquellos que no son ni sombra de lo que una vez fueron”.

4. Es importante destacar esta tercera categoría, que Bremmer ignora, pero que Rostow y otros antes que él habían considerado, para subrayar la completa y en apariencia incomprensible singularidad del caso argentino. Argentina, el país que a mediados del siglo XIX comenzara a presentarse como el más genuino competidor de los EEUU, en todas las áreas de la cultura, sobre la base de su excelente territorio poblado por una extraordinaria inmigración - base de la Argentina moderna - y que, como quien no quiere la cosa, tras fulgurantes destellos entre 1943 y 1953, semejantes a los de una estrella que se apaga, comenzó a declinar en lo político, económico y social hasta llegar a ser apenas una sombra de lo que fuera en aquellos años, sin perspectivas a la vista de poder recobrar el fulgor perdido.

5. Transcribimos a continuación las declaraciones de Bremmer en lo que a la Argentina atañe. Ellas apenas rozan nuestra cuestión fundamental que nos agobia: el difícil acceso a la tierra (urbana y rural) para vivir y trabajar y la voraz maquina impositiva creada y empeñada en destruir la voluntad de trabajar, ahorrar e invertir capital, para apropiarse el Estado nacional del fruto del trabajo y la inversión, cegando la capacidad de consumo. Maquina legal destructora de la sociedad que a modo de dos pinzas legales – sistema de acceso a la tierra y régimen de recursos para el Estado – mina la voluntad de trabajo e inversión, canceló la corriente inmigratoria, produce el hacinamiento urbano y mantiene en desierto al quizás el más feraz de los territorios del globo (el 85% de la población urbana vive hacinada en 50.000 km2m mientras en el resto del país, unos 2.700.000 km2, la densidad no alcanza a los 2 habitantes por km2).

6. Bremmer no yerra cuando atribuye a la acción de los gobiernos la formación de nuestro “Estado sombra”. Pero no acierta en lo más importante. La `pieza fundamental de la que le falta hablar es la que media entre el “poder político” (gobierno) y el “orden económico”. Esto es, el “derecho positivo” que los gobiernos dictan para configurar el orden económico. Al ignorar esto (cosa muy corriente) la gente disputa sobre la “calidad del orden económico” y de rebote disputa, aplaude o critica a los gobiernos. Pero queda a oscuras lo que tiene que ser puesto a la luz: el “ordenamiento legal” que genera los problemas que a todos afligen.

7. El derecho positivo solo en parte depende de la acción de gobierno. De hecho dictadas ciertas leyes positivas, en acción de feed back, la sociedad cambia de talante, cambia de gobiernos y si estos son democráticos, pero ignoran la importancia constituyente o letal del derecho positivo, el daño general es inevitable. Parafraseando a Bill Clintonn (en1992 contra George H. W. Bush padre), para el caso Argentino, hay que decirle a Bremmer: “ES EL DERECHO ¡ESTUPIDO!”

8. Transcribimos la parte pertinente de las declaraciones de Ian Bremmer, para que el lector las juzgue considerando lo que acabamos de decir.

- ¿Cree que el G-Cero coincide con un giro ideológico, más lejos del Consenso de Washington y más cerca de visiones heterodoxas?

-Eso es lo que dicen los argentinos, ¿no? A mí me gusta decir, con respecto al tema del capitalismo de Estado, "mejor tarde que nunca". Y los argentinos llegaron tarde a la fiesta del capitalismo de Estado, ¡pero llegaron con ganas! El problema con el capitalismo de Estado, por supuesto, es que no es una ideología. Y es ineficiente. Funciona cuando tenés algo barato que podés agarrar fácil. En la Argentina había tierra barata, hasta que se quedaron sin (¿tierra?), y se convirtió en un problema. En Venezuela es el petróleo barato, hasta que se le acabe y sea un problema. En China es mano de obra barata, que todavía no se está acabando, pero en algún momento se va a terminar, y ahí van a tener un problema. Y ahí van a tener que alejarse del capitalismo de Estado, o la economía colapsará.

- ¿Cree que la Argentina corre el riesgo de, usando los términos de su libro, convertirse en un "Estado sombra" de Brasil?

-Un poco. Pero creo que los argentinos también tienen otras opciones. Tienen, para empezar, recursos. Deberían poder jugar el rol de una mini-Australia o un mini Canadá en su región. Eso sería atractivo para otros países. Además, la Argentina tiene una economía bastante diversificada. Un tercio de sus exportaciones son industriales y otro tercio son agropecuarias, ¿no? Esa es una buena base sobre la cual "pivotear" un rol internacional. El problema es que el sistema bancario es un desastre, la situación fiscal es horrible, el marco regulatorio es malo y está empeorando. Es muy difícil "pivotear" si nadie quiere invertir en tu país, y eso limita el radio de acción de los argentinos.

- ¿Qué tan optimista es sobre el futuro de la Argentina?

-En el largo plazo, creo que es posible imaginar este escenario, con la Argentina más cerca de China en términos económicos, pero desequilibrándolos [a los chinos] con alianzas estratégicas y de seguridad con Brasil y EE.UU. Eso tendría sentido. Pero no con este gobierno. Este gobierno no tiene la habilidad para lograr algo así con EE.UU. Por eso tienen esta mirada tan hacia adentro, buscando peleas con todo el mundo, con España, con Gran Bretaña, con EE.UU. Vivimos en un momento en el que uno necesita opciones, y la economía de la Argentina dice que el país puede tener opciones. El problema es que los malos gobiernos convierten a la Argentina en un "Estado sombra". Esto puede pasar por tres razones: estratégicas, económicas o políticas. La Argentina se convierte a sí misma en un Estado sombra por razones políticas.

- Para otros de los escenarios del libro, como las posibles crisis alimentarias o una guerra por el agua, la Argentina sí parece bien preparada.

-Absolutamente. Sin duda. Económicamente, la Argentina está estructurada para ser un ganador en este entorno sin liderazgo que yo llamo el G-Cero. Pero puede perder estos beneficios por culpa de su conducta política. Domingo 17 de junio de 2012

No hay comentarios: