jueves, 27 de diciembre de 2012

VUELVEN LOS SAQUEOS A LA ARGENTINA



ANTECEDENTES Y CAUSAS DE LA  BARBARIE ACTUAL
Héctor Sandler, Profesor Consulto, Derecho, UBA
Tras un minucioso examen de la crispada realidad norteamericana en la tercera década del siglo XIX, Henry George describió las causas de la decadencia de su sociedad en su magistral libro “Progress and Poverty” (1879). Fue un “best seller” No solo el libro más vendido sino el más traducido a muchos idiomas entre 1890 a 1914. Hoy no esta en los anaqueles de las librerías. Figura entre los “desaparecidos”.

En nuestro país este libro inspiró a gobernantes  como el Presidente Roque Sáenz Peña, El estadista recordado como promotor del “voto universal y obligatorio”. Pero nadie recuerda hoy que a ese proyecto lo acompaño con otro necesariamente complementario del primero, pues sin él la democracia prometida no es viable cuando no letal para  la vida social. Sáenz Peña propuso como principal recurso del Estado nacional, recaudar la renta de la tierra.

Bajo el impulso  de la obra de George (coincidente con los principios económicos de la Revolución de Mayo), Sáenz Peña envió el proyecto de ley necesario para crear la base social de la democracia que por el voto buscaba establecer. ¿Cuál fue?  Otra ley que asegurara un igual y fácil derecho de acceso al suelo (rural y urbano) para todos los trabajadores. 

Este segundo proyecto establecía como primer recurso para el gasto público nacional el cobro de un porcentaje a pagar según el valor de la tierra en el mercado del suelo.   Las mejoras sobre él construidas no podían ser gravadas. (Para apreciar la importancia de este proyecto, recordar que por ese entonces mas de la mitad de territorio argentino era “nacional”: lo formaban 10 gobernaciones y un Distrito Federal).  

Si se solventa el gasto público  con la recaudación de la renta del suelo queda vedado al gobierno  recurrir a “impuestos”.  Este proyecto de Saénz Peña era la ley necesaria para consolidar a la Argentina como la potencia mundial que apuntaba ser al primer Centenario.
Para desgracia del país su prematura muerte frustró la aprobación de este sistema de recursos para el Estado. La “ley del sufragio” fue aprobada. El otro proyecto de ley - indispensable para desarrollar la democracia económica – primero fue demorado y tras su muerte archivada para siempre.

Al truncarse se plan,  concediendo la “ciudadanía política” cuando se escamoteaba la “ciudadanía económica”, la ley del sufragio universal, en lugar de asegurar la estabilidad y el progreso, paso a ser fuente de constante trastorno social. La aprobación de la primera ley y la omisión de la segunda,   puso a la Argentina un cada vez más espinoso camino, tal como lo temía Juan B. Alberti (Ver, Sistema económico y rentístico).

La Argentina avanzó de este modo hacia un abismo.  En 1932 pudo haber recuperado la buena senda. Pero ocurrió al revés. El mal se agravó.  En ese año el Congreso voto la ley de “impuestos a los réditos”. En lugar de dar vida a  los propósitos de la Constitución Nacional aprobando un sistema de recursos públicos fundado en la recaudación de la renta del suelo, optó por lo opuesto: preservar para los propietarios de la tierra a esa renta y obtener los recursos para el gasto público de los ingresos de los trabajadores, inversores y consumidores.  

La ley de impuesto a los réditos debía durar solo 3 años. Pero al vencer este plazo, sin discusión alguna,  fue prorrogada por otros diez. Así, la ley “provisoria”,  se convirtió  en la célula madre  de la estructura económica y social  actual. Su principio dice así: “Trabaja, invierte y consume y serás castigado”. La maraña de impuestos ha arruinado la economía y, lo peor, ha dañado la conciencia social de los argentinos. Una afamada inmobiliaria porteña tenia por eslogan esta leyenda “No hay mejor negocio en la Tierra que la tierra misma”. Esta inmoralidad podía y puede ser sostenida porque el pensamiento colectivo argentino  lo ha hecho suyo.

Por este régimen legal es cada vez mas difícil para los trabajadores y  las jóvenes generaciones acceder a la tierra con los ingresos de su trabajo. El precio de la tierra sube por el ascensor, los salarios por la escalera.  Pero para colmo son  cada vez son más castigados con nuevos y mayores impuestos. Resultado final: hacinamiento de millones de almas en unos pocos miles de kilómetros cuadrados. En esas pocas ciudades conviven algunos relativamente ricos, una abundante clase media con mas aspiraciones que recursos, rodeados ambos por legiones de hombres, mujeres y niños al asecho de una oportunidad para lograr algo de lo mucho que carecen y que por falta de trabajo o de voluntad para trabajar, están lejos de obtener. 

Los destructivos efectos sociales de nuestro régimen de acceso a la tierra y el régimen impositivo fueron descriptos por  Henry George. Transcribimos solo algunos de sus párrafos que parecen haber sido escritos para dar cuenta de lo que ocurre en nuestra sociedad en el 2012. 

¿ESTADOS UNIDOS 1890 O ARGENTINA 2012?
“Ante nuestros ojos se van minando los cimientos mismos de la sociedad, mientras nos preguntamos, ¿cómo es posible que se destruya una civilización como ésta, con sus ferrocarriles, su prensa diaria y sus telégrafos? Mientras la literatura respira la creencia de que hemos dejado atrás, cada vez más, lejos el estado salvaje, hay indicios de que en realidad estamos retrocediendo hacia la barbarie".

“Aunque no podamos decirlo abiertamente, la fe general en las instituciones democráticas disminuye y se debilita allí donde han alcanzado su más pleno desarrollo; ya no se cree confiadamente como antaño en la democracia como origen de la prosperidad nacional.".

“Poco a poco el pueblo se está acostumbrando a la creciente corrupción; el signo político de peor agüero es la difusión de un sentir que duda que haya un hombre honrado en cargos públicos o cree que es un tonto quien no aprovecha la ocasión de ocuparlo. Es decir, el pueblo mismo se está corrompiendo"
.
“Cualquiera que piense verá claro a dónde lleva esta marcha. Cuando la corrupción sea crónica, el espíritu público se pierda, la tradición del honor, la virtud y el patriotismo se debiliten, se desprecie la ley y no quede esperanza en las reformas,  entonces,  en las masas enconadas se engendrarán fuerzas volcánicas que, al presentárseles una ocasión propicia, romperán y destruirán todo lo que esté a su alcance".

“Hombres fuertes y sin escrúpulos, aprovechando la ocasión, se convertirán en intérpretes de los deseos ciegos y pasiones violentas del pueblo y barrerán las instituciones, desprovistas ya de vitalidad. La espada volverá a ser más poderosa que la pluma y, en el desenfreno de la destrucción, la fuerza bruta y la locura salvaje alternarán con el letargo de una civilización decadente."

¿De dónde vendrán los nuevos bárbaros? Visitad por los barrios míseros de las grandes ciudades y ya ahora mismo veréis sus hordas agolpadas."

“¿Cómo perecerá el saber? Los hombres dejarán de leer y con los libros prenderán incendios o con sus hojas harán cartuchos.” 

(Henry George, Capítulo 25, Progreso y Miseria. Indagación acerca de las causas económicas del aumento de la pobreza con el aumento de la riqueza. El remedio)

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