viernes, 30 de mayo de 2014

El Precio de la Tierra como Causa de la Pobreza. Por Winston Churchill

EL PRECIO DE LA TIERRA COMO CAUSA DE LA POBREZA El discurso de Winston Churchill pronunciado en la Cámara de los Comunes el 4 de mayo de 1909 en respuesta a Mr.  A.J. Balfour, Líder de la Oposición. (Trad.Hector Sandler) (*)

La tierra, base de la vida
La costumbre inmemorial de casi todos los estados modernos y las reflexiones de los mas grandes pensadores, han ubicado a la cuestión de la tenencia de la tierra, su  transferencia y las obligaciones emergentes de su propiedad, en una categoría por completo diferente a el derecho de  propiedad ejercido sobre otras cosas distintas a la tierra.  Las condiciones físicas de la tierra hacen de ella una necesidad vital para todo ser humano y,  al mismo tiempo, que  sea única y exclusiva por sus condiciones y limitada extensión.  Son hechos suficientes  para justificar la necesidad de distinguirla  a la hora de tratarla por el derecho de todo otro objeto susceptible de propiedad.  Y por lo tanto,  diferente también tiene que de ser la actividad del Estado a la hora de  regir la tenencia de la tierra y su tráfico.

Incremento de valor no ganado por el trabajo
Cuando el líder de la oposición ( alude al Honorable Balfour ) hace comparaciones para demostrar que por razones  lógicas y de simetría el mismo razonamiento aplicado a la tierra debe también aplicarse en nuestra civilización moderna al incremento de ganancias no ganadas por el trabajo,  no sólo muestra cuán diferentes son las condiciones que derivan de la posesión de la tierra y la especulación con el valor de los terrenos de lo que ocurre con otras formas de especulación comercial.
Se pregunta el H. Balfour:  " Si usted cobra un impuesto por el incremento del precio de la tierra, no ganado con su trabajo, ¿por qué no grava también los incremento de valor no ganados con un gran paquete de acciones? Compro un pedazo de tierra; el valor se eleva. Compro acciones; su valor se eleva ".
Pero el caso es que  ambas operaciones son completamente diferentes. En la primera hay especulación con el incremento de valor no ganado por el propietario ,  derivado de un proceso totalmente estéril , consistente en la escasez  de tierra frente a la creciente demanda de personas que sí la necesitan y son miembros de la comunidad.  El mayor valor de la tierra  es causado por la retención de tierra que otras personas de  la comunidad que la necesitan. En el segundo caso, el inversor en un paquete de acciones no retiene nada  de la comunidad que sea necesario para  la comunidad. La primera operación que restringe la actividad económica y obra  contra el interés general. Por el contrario  la  segunda  es parte de un proceso natural y saludable, por medio del cual el árbol económico se nutre de año en año y con el éxito de los negocios  el comercio aumenta notablemente.

Los terratenientes y Railway Co.
A continuación, el Honorable Balfour ha citado el caso de una nueva línea de ferrocarril en un distrito del país enriquecido por ese ferrocarril. El ferrocarril, explicó, fue  construido para posibilitar el desarrollo de un nuevo distrito.  Por su parte los agricultores y propietarios de tierras en ese distrito  como consecuencia de la construcción del ferrocarril, incrementaron sus ganancias. Después de un tiempo – sostiene el Honorable caballero - por su aptitud empresarial y la capacidad para crear un trafico mayor de carga, el ferrocarril obtiene un incremento de ganancias. Pero el Honorable. caballero no puede igualar el incremento no ganado por los terratenientes  a lo que el ferrocarril adquiere a través del servicio regular de transporte de mercancías.  La prestación de un servicio en proporción al tonelaje de mercancías que transporta, le permite obtener una ganancia justificada  por el aumento de su negocio consistente en  prestar el servicio de transportar, lo que redunda en mayor utilidad y en beneficio de todos las que necesitan hacerlo. Esto no se puede comparar con el proceso de hacerse rico con sólo quedarse quieto Esta  claro que la analogía invocada es falsa.

El ejemplo de Glasgow
Yo no creo que el líder de la oposición podría haber elegido un ejemplo más desafortunado que el de Glasgow. Dijo que la demanda de tierra en esa gran comunidad era de no más de cuarenta hectáreas al año. ¿Es esa la única demanda de tierra por  la gente de Glasgow? ¿Esto representa realmente la demanda económica y natural de tierra que necesita para vivir una población de ese tamaño? Tengo que admitir que a los precios actuales puede ser un lujo que en el transcurso de un año alguna gente pueda permitirse. Pero hay ciento veinte mil personas en Glasgow que viven en viviendas de un solo cuarto.  Y se nos dice que el máximo de tierras que esas personas pueden absorber económicamente y, naturalmente, es de cuarenta acres al año.¿Cuál es la explicación de esta rareza?
Debido a que la población está congestionada en la ciudad,  el precio del suelo es alto en los suburbios , y debido a que el precio de la tierra es alto en los suburbios la población debe permanecer congestionada dentro de la ciudad. Se nos asegura, de modo complaciente, que esta situación está de acuerdo con los principios que han de dominar en  una sociedad civilizada.  

La "pobre viuda" Bogey
Pero cuando tratamos de corregir este sistema, para romper este círculo vicioso y poco natural, para interrumpir esta secuencia de reacciones insatisfactorias, ¿qué sucede? No nos enfrentamos a cualquier gran argumento   explícito  a favor del propietario. Otras cosas se plantean , precisamente para proteger al propietario terrateniente.  Es la lógica argumental o de un movimiento parlamentarios.

    A veces es la viuda Bogey. Pero esta personalidad que se ha usado hasta el agotamiento.  Ella debe tener un descanso por un rato; así que en lugar de la viuda hoy tenemos al jardinero hortelano. Éste sigue ocupando vastas tierras en las afueras de las grandes ciudades. Se dice que serúa puesto en riesgo si la si a los pobladores sin tierra en la ciudad se le concedieran esas areas para su mejorar su salud y vida diaria.  ¿Que posición revelan estos trillados argumentos? Por un lado, tenemos ciento veinte mil personas en Glasgow que ocupan viviendas de un solo cuarto; por el otro, la tierra de Escocia. Entre los dos está el jardinero hortelano, que no come ni dejar comer.   Asi estamos solemnemente obligados para el bien del jardinero hortelano a mantener a esa gran masa de población congestionada dentro de límites que no son naturales y a en su honor restringir el suministro de la tierra a quienes la necesitan.  Así sigue esa tierra en su poder sin que esa posesion tenga relación alguna con sus necesidades físicas, sociales y económicas.  Todo para bien del hortelano, que puede así moverse perfectamente lejos que los hacinamientos de la ciudad y no ser agredidos por los sin tierra.

Original en ingles en http://www.wealthandwant.com/docs/Churchill_LPCP.html 

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