martes, 22 de julio de 2014

EL ESTADO TERMINATOR Y LA RECURRENTE CRISIS ARGENTINA Raul Girbau


Ernesto Sandler, empresario en medios de comunicación nacional e internacional , fundador del Multimedios UTILISIMA SATELITAL y del PROGRAMA para Internet YOU MUJER, actual presidente de Bellavision Entertainment acaba de publicar EL ESTADO TERMINATOR. En él el empresario argentino examina de modo hilvanado y consistente nuestra realidad social desde un punto de vista multidisciplinario, como es hacerlo examinando hechos, aspiraciones individuales e ideales colectivos desde  aspectos legales,  económicos, políticos y culturales. Pone especial atención a los aspectos los que han obrado en la configuración de nuestra sociedad actual a partir de la mitad del Siglo XX al día de hoy. 
El desequilibrio permanente, es  el título con el que nos introduce en interesante como ameno libro, muy oportuno dado el proceso electoral que se avecina. Preocupado por la emergencia de una nueva crisis ,  propia de la ya clásica serie de crisis decenales que nos afligen  desde los 1950, pone sobre la mesa datos contundentes la existencia en nuestra sociedad de severa contradicción existencial, como sociedad y como individuos. Mientras cada uno de sus habitantes, como individuos, más allá de diferencias políticas, intelectuales, de clase  o de actividad profesional, trata de hacer su vida según valores propios de  una economía de mercado,  a la hora de abrazar y postular sus ideales sociales y políticos y, sobre todo,  cuando actúan desde en la función pública,  lo hacen obrando embargados por una conciencia social por completo contraria a la primera. En lo público los argentinos valoran, juzgan y actúan para sostener e incluso ampliar orden económico que, de hecho y de derecho, es cada vez más dirigido por el Estado nacional.   
En el capitulo El ADN del ideario económico, sostiene que los argentinos – respecto del orden económico - “están convencidos que el Estado representa el bien común, mientras que las personas son egoístas y contrarias al bienestar colectivo”, razón la cual – más allá de las fuertes diferencias que separan a dirigentes y partidos en otros campos, la mayoría cree que “el Estado debe asumir la conducción integral de la economía, desplazando o controlando a la gente que solo esta preocupada en satisfacer sus necesidades personales”, pues “la economía privada es socialmente cuestionada y mal vista”.  
Ante esta realidad , de la que da múltiples ejemplos de nuestra vida real, afirma Sandler  que “no se puede seguir sosteniendo que las crisis recurrentes de nuestra economía son obra de los malos funcionarios, políticos corruptos o técnicos incapaces. Es hora de poner los ojos sobre la raíz de nuestro problema” , la que a su juicio explica la real dicotomía entre las aspiraciones personales de cada argentino, guiada por una fuerte conciencia individual, rayana a veces en el egoísmo, y el ideario social dominante  que embarga a los mismos individuos.  Una conciencia social y pública que propicia y sostiene políticas de Estado cuyos efectos llevan a la progresiva ruina de nuestra sociedad y con ella la de todos sus miembros. Esta dicotomía, si bien tiene antecedentes históricos lejanos, en la actualidad obra  como una culpa, la que con creciente fuerza nos ha introducido en el tirabuzón de la decadencia como nación y como miembros de ella. Cupla de la que es preciso y con urgencia escapar, antes que sea demasiado tarde.
El libro está dirigido a dirigentes sociales, políticos y sindicales. Esencialmente a los gobernantes y a los que aspiran gobernar en los próximos años.
El ensayo intenta poner en evidencia que los argentinos históricamente adhieren emocional y racionalmente a un tipo de Estado que es contrario estructural y funcionalmente al desarrollo, la estabilidad, el progreso y el crecimiento económico del país y cada uno de sus habitantes.
El Estado que los argentinos han construido ha destruido sistemática y permanentemente la moneda nacional, la seguridad jurídica, la estabilidad institucional, el federalismo, la transparencia gubernamental, la eficiencia administrativa y el uso racional de los recursos aportados por los sectores de la producción y – lo peor de todo – generando un alma nacional que afecta seriamente el alma  individual de cada habitante, con lo cual nosotros mismos somos la causa de nuestra derrota.
Es hora de cambiar ese sentimiento de idolatría hacia un Estado destructor, omnipresente y contrario al progreso social.  Ha llegado el momento que los argentinos perciban que existe otro tipo de Estado, que se distingue del actual por ser eficiente, democrático y participativo, gracias al cual ocurrirá la convergencia productiva entre lo público y lo privado.   Los argentinos debemos comprender que es posible construir otro tipo de  Estado. Uno que no se ponga por encima de la gente so pretexto de protegerla ni menos aún  se atribuya un poder que someta nuestras vidas y condicione la posibilidad de cada uno de hacer su propia vida en un ambiente de fraternidad social.
No nos conviene – dice el autor - un Estado que so pretexto de brindarnos un supuesto mejor derecho teje cada día una más espesa maraña legal que nos obliga, en verdad, a rendirle pleitesía como condición de sobrevivencia.   El Estado que necesitamos  ha de ser un baluarte contra la corrupción y amigable con todos sus habitantes, en especial para con sus trabajadores, sometidos a una expoliación impositiva que reducen al 50% , cuando no aniquila,  sus ingresos. Un Estado capaz de mejorar la  prestación de servicios en seguridad, educación, salud e inclusión social, que sea la palanca que nos posibilita un mejor porvenir y no la pala que cava la fosa de la cual ninguno puede escapar.
En estos días el libro del economista francés Thomas Piketty ha sido un llamado de atención sobre la necesidad de revisar el pensamiento dominante en los países desarrollados de Europa Europea y los EEUU. El libro de Ernesto Sandler puede cumplir un efecto semejante a favor de una reorientación del pensamiento social-económico vigente en nuestro país.
El libro contiene los siguientes secciones: Introducción – Cap. 1 La planificación Económica – Cap.2 Economía Pública – Cap.3 Reforma del Sistema Tributario – Cap.4 Por un Estado de Convergencia Social.  384 págs.

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