viernes, 13 de octubre de 2017

Consecuencias de las Reformas Unitarias a la Constitución Argentina de 1853





Vigencia del Debate entre Unitarios y Federales en el Siglo XIX -Nacionalismo vs. Federalismo-
Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego del Partido Federal
LA PAZ SOCIAL Y LA PROSPERIDAD ARGENTINA FUNDADAS EN LA LIBERTAD INDIVIDUAL, LA IGUALDAD DE TRATO Y LA FRATERNIDAD GENERAL, REQUIEREN
1) RECAUDAR LA RENTA DEL VALOR DE LA TIERRA Y
2) LIBERAR DE IMPUESTOS AL SALARIO Y A LA INVERSIÓN
1. El Código Civil fuente de desorden. El desorden social argentino tiene origen en el Código de 1870 aun vigente. Éste establece , primer lugar, a favor de los habitantes de entonces, para los que les siguieran y “para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino” (Preámbulo, C.N.) la posibilidad de gozar del derecho de propiedad sobre la tierra. En su sentido más profundo esta tipo de derecho a la tierra, sirve concurrentemente a la vida de los individuos y a la vida de la sociedad. Pero tras asegurar esos correctos fines el Código Civil, por silencio que por manifestación, otorga a los propietarios de tierra un segundo derecho: el de apropiarse para sí algo que no es cosa sino valor.
2. Se trata de un “valor economico”, al que los fundadores de la ciencia economica denominaron renta inmobiliaria, renta del suelo, renta fundiaria o simplemente renta. Recientemente ha comenzado a denominarsela como fruto del“Capital social” . Es éste un objeto espiritual (“valor”) y como tal radicalmente distinto del objeto “material” denominado “tierra”. Toda sociedad que pretenda establecer un orden social que satisfaga al mismo tiempo las exigencias que dimanan de los ideales de libertad individual, igualdad de trato y fraternidad general, ha de constituirse teniendo muy en cuenta a esta radical diferencia entre la cosa fisica llamada “tierra” y el objeto ideal denominado “valor de la tierra” . El desino de la “tierra física” afecta a la vida material; el del “valor de la tierra” afecta tipo de orden social.
3. Es digno de asombro que los patriotas inspiradores de la Revolución de Mayo (y quienes les fueran consecuentes a la hora de dictar la Constitución Nacional) fueran tan altamente sensibles a la diferencia que media entre la cosa llamada “tierra” y ese otro objeto físicamente imperceptible llamado “valor de la tierra”. Late en Manuel Belgrano, en lo actuado por la Asamblea del Año XIII y en el originalisimo derecho positivo de la revolución: Ley de Enfiteusis de 1826. Sentimiento y pensamiento que mantendrán vigentes héroes de la Constitución como Esteban Echeverria y Juan B. Alberdi.
4. El escenario mundial y las condiciones políticas internas cambiaron tras el dictado de la Constitución 1853/60. La ley de Enfiteusis fue burlada y contra su sentido fue aprovechada
desde 1828 hasta 1857 para maltratar al territorio, base material de la nueva nación. En este año fue derogada por ser calificada de “comunista” (sic) y el “nacionalismo” impetuoso comenzó a asfixiar los antiguos brotes municipales sembrados desde el siglo XVII. Sirvió a ese propósito el “dibujo” de las fronteras de vastas “provincias”. Regiones con mucho territorio y escasa población. De ese modo la gigante entidad legal denominada “nación” acabaría con un real municipalismo y un efectivo federalismo. Valentísimos territorios siguen siendo “provincias”. Entidades políticas sin fuerza económica en los que reina “desierto”, pues su esca población se aglutina en sus sendas ciudades capitales.
5. Para corregir este defecto el gran presidente Roque Saenz Peña en 1912 envió al Congreso un proyecto de ley estableciendo a la cargo de todo propietario de terrenos a pagar un tanto por ciento de su valor real de mercado, sin incluir en la tasación las mejoras sobre él construidas Se lo denominó a tenor de las ideas de la época “impuesto al valor de la tierra libre de mejoras”.
6. un se estaba a tiempo para dar un real impulso “federal” al país. Por entonces solo eran 14 las “provincias” que no alcanzaban a cubrir la mitad del territorio. El resto estaba ordenado según “territorios” a disposición de la Nación Eran regiones susceptibles de ser “poblados” hasta lograr una autonomía demográfica aun no lograda en la mayorías” de las “históricas provincias”, En los 1950 esta “frontera disponible ” fue cancelada haciendo de esos “territorios” nuevas menesterosos provincias”. Con este paso el “real federalismo” sufrió otro golpe fatal. El “unitarismo nacional” se acentuó
7. La ley de impuesto a la tierra propuesta por Saenz Peña hubiera puesto fin a la antisocial practica que arreciaba en nuestro ya fines del siglo XIX, consistente en enriquecerse sin esfuerzo por la creciente valorización de la tierra. Demanda de tierra causada por la gruesa inmigración y el formidable desarrollo de la sociedad. La “compra/venta de tierra” como “negocio” habría cesado, asignándose al suelo su recta función: servir a la vida y ser fuente de trabajo. Desgraciadamente su prematura muerte y la fuerza de los “intereses creados” impidieron su tratamiento y sanción y la tierra, hasta hoy, sigue siendo el mejor “objeto de comercio”.
8. El funesto viraje legal cometido en 1932. Para reforzar los ingresos para el Estado nacional, caídos por el proteccionismo que comenzó a dominar en el orden internacional tras la guerra 1914/18, hubo largo debate en el Congreso nacional para mejorar los “ingresos públicos”. Un grupo minoritario revivió la idea rectora de Saenz Peña. Su principal vocero fue el diputado Enrique Dickman. Pero la mayoría prefirió salvar la “coyuntura”
con al dictado de una “ley provisoria” a regir solo por 3 años. Se la denominó “Ley impuesto a los réditos”. Bajo el argumento de ser un remedio provisorio , se sentó en ese dia la “piedra fundamental” para un orden legal nacionalista contrario al progreso del país y sus habitantes.
9. Para afrontar el gasto del Estado nacional se opto por castigar con impuestos al trabajo y a la inversión de capital en todo el país. De esta mala semilla ha emergido una selva legislativa formada por más de mas de 94 impuestos Todos , por una u otra vía, castigan, impiden y distorsionan a la producción y al consumo. El corolario de esta ofensiva nacionalista fue una mayor decadencia del “federalismo económico”. Solo la provincia de Córdoba, gobernada por Amadeo Sabatini en los 1930 , logro capear este nuevo embate nacionalista. Se valió de la creación de un impuesto a las tierras, en especial a las de mayor valor, linderas a los caminos.
10. El gran daño de 1943. El gobierno de facto de 1943 primero y el gobierno después electo que fue su continuación, mediante miles de decretos, leyes y reglamentos sustituyeron el orden económico federal de la Constitución 1853/60 El tipo economía de mercado, animadas por la libre concurrencia , fue reemplazado por el tipo de dirección central a cargo de la Nación. La mas notable muestra de esta centralización nacionalista fue el primer Plan Quinquenal (1946). A partir de este modo de gobernar se instalo en la conciencia publica la convicción que la economía ha de ser “planificada” por la Nación. Diversos fueron a partir de entonces los grados de “planificación de la economía social y la publica por el gobierno central”. Esta matriz de orden economico goza de opinión favorable en la población y es la que perdura hasta el día de hoy. El “nacionalismo político” quedo refrendado por el “nacionalismo económico”. La palabra “nacionalismo” ha de ser entendida aquí en su sentido practico: todos los problemas sociales – estructurales y coyunturales – han de buscar su solución en los pasillos y oficinas de la Casa Rosada y sus “dependencias”. No hablamos aquí de “salones” o “despachos”. Hablamos del monto del gasto publico que insume la< presidencia . Es habitual que en los presupuestos anuales el Congreso y del Poder Judicial insuman cantidades de dinero insignificantes, comparados con las que se presupuestan para el Poder Ejecutivo. En la Constitución esta a cargo de 1 sola persona: el Presidente. Pero en los hechos el Ejecutivo goza de un presupuesto anual de alrededor de 1000 veces que el previsto para los otros dos poderes juntos. Es la prueba que el “unitarismo nacional” ha barrido con el “federalismo económico” en la Argentina.
11. Los fallidas reformas desde 1955. Tras el derrocamiento del gobierno, la auto denominada Revolución Libertadora pretendió cambiar ese orden económica. Sin embargo tras ese declarado objetivo fallo en lo principal: no cambió al sistema de recursos para el Estado establecido desde 1932. El unitarismo económico fiscal persistió y no fue corregido `por la desmembración de parte del “estado económico”. Gravar con impuestos a la producción y al consumo siguió siendo el principio rector. Mas allá de la diversidad de color político y de propósitos os sucesivos gobiernos – en conductas y fines muy distintos – se basaron en el mismo sistema raigal;
12. a) permitir la apropiacion legal de la renta de la tierra urbana y rural ( manifiesta en su precio de mercado) por sus dueños sendos y
13. b) surtir la base del tesoro publico con el sistema de impuestos creado por la ley en 1932 incrementado a través de los años, conformando un enjambre legal asfixiante de la producción y el consumo, al mismo tiempo, que genera un “orden economico complementario”, desconocido en su real constitución pero apreciable por sus efectos sobre la vida material y moral de toda la población.
14. Argentina carece de sistema monetario. La falta de voluntad política necesaria para modificar el actual complejo sistema impositivo unitario (nos referimos a la no apropiación privada de la renta inmobiliaria , sustituida el destructivo régimen unitario de impuestos) ha generado otro mal gravisimo: su mal sistema monetario. Con la aceptación de una “inflación crónica”, la Argentina ha degradado su moneda al extremo que en la actualidad carece de una real moneda. Los billetes en circulación sirven para el cotidiano consumo interno. Todo habitante trata de deshacerse de la moneda nacional que llega su poder lo antes posible, pues sabe que en el mejor de los casos en el curso de un año perderá mas del 30% de su poder adquisitivo. Quien pueda atesorar, lo hará, pero en moneda extranjera y en bancos del exterior. La Argentina sufre la carencia del esencial recurso para una economía contemporánea: un sano sistema monetario.
15. La propiedad de tierra fuente de ganancia y desequilibrio social. Esta falencia monetaria estimula la tendencia a “atesorar” adquiriendo con dinero papel derechos de propiedad sobre inmuebles. Con “títulos de propiedad sobre la tierra” se busca preservar el valor que pierden los “títulos monetarios”. Las consecuencias son muy malas y una peor que la otra.1) La “tierra” recurso de vida, pasa a ser “caja de ahorro” cuando no fuente de “poder económico”. 2) Ergo, a pesar de abundancia de tierra física, hay “escasez de tierra” para quienes la necesitan para vivir y trabajar. 3) Por “falta de tierra” al alcance de quienes trabajan, se incrementa el “hacinamiento” urbano. Donde falta lugar para l trabajo se lo sustituye con el “rebusque”. Los “mercados callejeros” sobre las veredas de la gran ciudad son una de las tantas pruebas. 4) el Hacinamiento no es uniforme sino extremadamente variado: de el que ocurre en gente pudiente mediante departamentos apilados en “propiedad horizontal” hasta los “conventillos”, y usurpaciones de lugares públicos y particulares.
16. Desarreglo población. La mayor la demanda de tierra (por incremento de población, desarrollo de la actividad y preservación de lo ganado), permite al propietario obtener “ganancias no ganadas” por el trabajo o la inversión de capital. Como contra partida el aumento del precio de la tierra genera una creciente dificultad para acceder a ella por parte de las nuevas generaciones , frenan inmigración de gente productiva del exterior y promueve corrientes migratorias internas : a) hacia el extranjero y b) desde lugares nativos poco poblados hacia los grandes centros urbanos.
17. La cuestión mas ignorada en la actualidad. A pesar de los crónicos malos efectos citados en los párrafos 5, 6 y 7, las leyes que los provocan y la magnitud de los daños causados por la apropiación privada de la renta de la tierra y los causados por los impuestos, no demandan la necesaria atención como primer “problema del orden social”. De esto no se ocupan los programas de estudio de los institutos de enseñanza, ni los partidos políticos, ni los gremios de trabajadores asalariados, ni las agrupaciones de empresarios ni, en general, la opinión publica. Las “quejas” generales abundan, pero vacías de propuestas. No se abre un amplio debate sobre las raíces al sistema legal vigente. No poniendo sobre la mesa la cuestión de la “legitimidad” del sistema imperante, la “cuestión de la tierra y su renta” no figura entre los temas que interesen a la gente en general. Hay quejas, por cierto. Se en general la gente se queja como lo hace “del mal tiempo”. Son malos “tiempos” y aguardar ca que las cosas mejoren. Entretanto cada quien se procura guarecerse a su manera. Muchos “mas vivos” se unen para obtener beneficios “especiales” del gobierno. En democracia – curiosamente – son otros los asuntos demandan mayor atención. La cuestión de “la tierra” y “su renta” ni asoman en el debate público sobre cuestiones económicas.
18. Resumen. Tres políticas legales han arruinado a la Argentina
1º) Régimen de propiedad de la tierra y de su renta establecido por el C. Civil (1870) ;
2º) el régimen de impuestos al trabajo, la producción y el consumo (1932) y
3º) la planificación estatal de la economía (desde 1943 hasta hoy) han arruinado a la Argentina. Ha quedado fuera del mundo.
19. El nada insignificante daño de la “ruina demográfica”. Prueba cantante de aquel fatal derrotero que un país con 2,7 millones de kilómetros cuadrados parece no poder albergar decentemente ni a 40 millones de habitantes. La mitad de esa población subsiste hacinada en menos de 4000 km2. 3 millones en la CABA, 12 millones en el Gran Buenos Aires , y el resto en el Gran Rosario y la Gran Córdoba, entre otras pocas “grandes urbes” provincianas. como Avellaneda o La Plata Otros 20 millones replican el hacinamiento en las “capitales” de despobladas provincias. Exiliados de sus lugares natales hacia esos conglomerados se cuentan por millones.
20. De la nutriente inmigración a la expulsión de la poblacion. De 1860 a 1930 – cuando regia la Constitucion – el pais se pobló con inmigrantes de notables paises. Desde 1950 a la fecha, forjado el actual unitarismo nacionalista nuestra población emigra hacia los lugares que su patria no le brinda. Se calcula en mas de de 3 millones de argentinos los radicado en el extranjero. Y la emigración de cada dia no cesa.
21. No conocer esta historia ni reconocer sus causas agravará más y más al “conflicto social permanente”. El futuro nos exige una clara reflexion sobre las tres causas legales de nuestra decadencia. Necesitamos un derecho que rebaje la carga impositiva , recurra a la recaudación de la renta del suelo y nos dote de moneda. Asi de simple, asi de difícil.
Hector Raul Sandler
Buenos Aires, septiembre 30 de 2017

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