LOS TRABAJADORES ARGENTINOS
TIENEN RAZON : HAY QUE DEROGAR IMPUESTOS A LAS GANANCIAS
Hector Sandler, Profesor Consulto, Derecho, UBA
El periodista Nicolás Balinotti , en LA Nacion de hoy - 31 de marzo 2015 -
da cuenta de la huelga dispuesta
por la totalidad de la centrales de trabajadores argentinos. En uno de los párrafos de su informe, escribe: “La reivindicación por el impuesto que pesa
sobre los salarios unifica posturas en el atomizado mapa sindical. Agrupa en un
mismo sector a oficialistas y a opositores. De hecho, ayer, el jefe de la Uocra
y uno de los dirigentes que mejor vínculo mantienen con la Casa Rosada, Gerardo
Martínez, manifestó que "Ganancias es injusto" y especuló con que la
medida de fuerza podría tener "gran adhesión".
Prestando atención a la causa que motiva esta huelga general
de los trabajadores asalariados en año de elecciones generales, puede uno
abrigar la esperanza que nuestro país recobre el recto rumbo de prosperidad económica
que supo sostener a partir de 1862 y del
que fuera apartado violentamente por la dictadura instaurada por el golpe de estado militar de 1930. De esta
primera destrucción del orden constitucional
democrático , como el “chupón” que emerge
ajeno a la planta madre que da frutos,
comenzó a emerger una falsa democracia. El gobierno sucesor de la dictadura
militar de 1930 fue posible por la
exclusión de fracciones de partidos políticos, por el uso y abuso del fraude
electoral y consiguiente la persecución de las organizaciones de trabajadores
asalariados.
De estos hechos todos tienen alguna memoria.
Pero de lo que no se tiene memoria
alguna es de la “nueva política pública” que aquel gobierno fraudulento estableció
dictando una “ley provisoria “ solo por 3 años. Ley con la que el gobierno comenzó
a asaltar como ladrón nocturno a los trabajadores robándole parte del fruto de
su trabajo. Para disimular su verdadera naturaleza , el que esa
ley castigaba a los trabajadores de todo
tipo y a la inversion de los ahorros frutos del trabajo , se disimulo su venenosa condición usando un eufemnismo de “Ley de Impuesto a los Réditos”. Recurso
lenguístico de todo estafador
Esta ley provisoria resulto “provisoria para siempre”. Al vencer el plazo de 3 años en 1935 se la
prorrogó por otros 10 años mas, hasta que,
finalmente, el pueblo llano
adormecido con malas teorias económicas y encandilado con atractivas palabras
políticas , se acostumbró a ser
robado. Así es hoy sistemáticamente robado a diario del fruto de su
trabajo en todo acto que realice. Con
fina sutileza legal y grosera moral pública se plantó en nuestra patria el más venenoso árbol
que puede plantarse en un orden económico social que –por su Constitución –
debe fundarse en el libre trabajo y en el sano ahorro. Este yuyo venenoso se plantó
en lo que, con fallas, era hasta entonces un vergel economico. Lo acredita que Argentina fuera el más
atractivo polo de inmigrantes de la epoca en el mundo entero. En
aquella fatal década de los 1930 , apelando al disimulo: se la llamo a la
“nueva fuente de recursos” para el gobierno,
ley de “impuesto a los réditos”.
¡Parecia muy razonable que quien más
ganara más debiera pagar!
Debajo de esa aparente “razonabilidad” crecio y
destruye al pais el actual dragon impositivo. Uno de multiples cabezas, tales como el impuesto
al valor agregado (IVA), impuesto al
ingreso bruto, impuesto al cheque, etc. , los que totalizan a la fecha mas de 90 impuestos
nacionales . Todos ellos tienen la misma “base imponible” : el fruto del
trabajo, la producción, el comercio y el consumo. ¿Cómo no se ha de quebrar
material y espiritualmente una sociedad sometida a semejante tortura legal y
exacción económica? Este funesto sistema es causante de la ruina
general del país. Aquella semilla plantada en los 1930, regada por los
intereses monopólicos, oligárquicos y los espúreos que se dan en toda sociedad
, dañan a la democracia destruyendo la condición de vida de los trabajadores.
Después de casi un siglo de este destructivo
sistema de impuestos, quizá como fruto
de la democracia que venimos construyendo desde 1983, la mas vulnerable clase
social – los trabajadores asalariados – acaban de protestar mediante una huelga
general pidiendo, nada menos que la derogación del “Impuesto a las ganancias”.
Es probable que pocos argentinos alcancen a comprender el alcance
revolucionario de esta protesta. Se explica, porque aquel maldito régimen
instaurado en los 1930 no solo ha deformado las estructuras economicas,
legales, politicas, espirituales y
sociales del pais sino que ha desorientado a la inteligencia de todos los
sectores, incluso los de elevada formación academica. Nada tiene de extraño. La
historia esta plagada de este tipo desorientación
en las clases ilustradazas.
Lo importante hoy es que “despierte el alma
dormida” de todos los argentinos y que seamos concientes del enorme valor de
este impulso renovador que ha surgido de las centrales de los trabajadores
asalariados. Ellos han dado un aldabonazo. Los partidos politicos han de
responder al llamado presentando una propuesta común para derogar el impuesto a
las ganancias , para, de inmediato
obligarse a reformular un nuevo sistema de recursos del Estado que en
lugar de destruir aliente al trabajo, la inversión y el consumo general. Esta
debiera ser la consigna general de la campaña electoral. Los partidos se
diferenciaran en los distintos modos en que proponen un sistema de recursos que
favorezca a los trabajadores.
Buenos Aires, 31 de marzo del 2015