“Cada artículo de más es una libertad de menos”

Héctor Raúl Sandler, profesor consulto, Derecho, UBA, Diputado de la Nación (m.c.)

A la vista del proyecto para regular el uso de la libertad de expresión mediante los “medios”, los legisladores están actuando a ciegas. Debaten y discuten para, finalmente, aprobar una ley por el ejercicio de la fuerza (“mayoría contra minoría”). Sin ser suficientemente conscientes que la ‘materia’ que pretenden regular es nada menos que la ‘libertad de expresión’.
Sobre esta ‘materia” la CONSTITUCIÓN NACIONAL es terminante:
“El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal”.
Ninguno de los legisladores actuantes – ni los que han elaborado y propuesto el proyecto para regular “los medios” - están en condiciones de probar que con la elefantiásica ley propuesta no se restringe esa sagrada libertad, base de todas las libertades y de la democracia. Tampoco hay ciudadano de la República que sea capaz de hacerlo.
Se está legislando a ciegas y, de ese modo, cavando posibles sepulturas en las que puede ser enterrada la libertad. Cada libertad que se entierra es el suelo en que crece la venenosa planta del autoritarismo y la corrupción.
Para orientarse en esta materia los legisladores deben meditar con toda responsabilidad el profundo sentido y alcance del citado artículo 23.
Para inspirarse nada puede superar al pensamiento del más excelso de los constitucionalistas argentinos, Alberdi.
Para todos, en especial para todos los legisladores, me permito transcribir un párrafo de Alberdi. Esta breve oración debe ser la brújula los debe guiar en este debate.
Están tratando el más delicado asunto: la libertad de expresar y conocer la verdad en todo lo que concierne a los argentinos.

Escribió Alberdi:

“De todas las abundancias y profusiones de este mundo, Dios libre a mi país de la profusión legislativa: es la única riqueza que causa horror a la libertad y sobre todo a la riqueza misma. Cada artículo de más es una libertad de menos. Para consagrar más libertad no se necesita el artículo de una ley; basta, al contrario, su omisión. En un país que se pretende libre, la libertad se presume, la restricción se expresa. Para las leyes es el proverbio árabe que dice: ‘si la palabra es plata, el silencio es oro’. El silencio de la ley es la voz de la libertad. Un grueso código es un catafalco monumental elevado a la libertad difunta”
Juan Bautista Alberdi, Obras Completas, To,VII, pag.100