domingo, 3 de noviembre de 2013

DERECHO TRIBUTARIO: STOP NEOLIBERALISMO TRIBUTARIO Y ESCLAVISTA.



DE  “PUBLICANOS” Y ”FARISEOS”  por   RAUL GIRBAU, Economista

 
Los Evangelios nos dicen que cuando los fariseos vieron a Jesús sentado a la mesa con muchos publicanos, se encendieron de ira y preguntaron a sus discípulos: ¿Cómo es que vuestro Maestro come con los inmundos publicanos ? Al oirlos Jesús dijo: “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos“ (Mateo 9:12). Jesus calificó de enfermos a los publicanos; es verdad. Pero no dijo nunca que fueran sanos los fariseos.

Los parrafos de los Evangelios que abajo citamos acreditan que los fariseos, siendo “maestros” eran  mas enfermos que los denostados publicanos. Develar en sentido actual de aquellos dos “personajes sociales” de la Antigua Roma ,  es crucial para cambiar el futuro de nuestra patria. Por obra de la transformación legal en materia de IMPUESTOS iniciada en nuestro pais en 1932 , hace casi un siglo, han aparecido publicanos y fariseos argentinos que frustran nuestra vida politica, economica y cultural

En la sociedad  argentina actual son publicanos los agentes publicos que hacen lo que hacian sus homonimos  en la Antigua Roma. En cambio son  fariseos los hombres letrados que justifican y enseñan “la ley positiva” para que los ciudadanos cumplan el actual sistema legal de impuestos.  Sin perjuicio que, en otra tarea, ilustren como evadirlas.

A semejanza  de lo que sucedia con los pueblos de  Israel dominados por el Estado Romano, tambien en nuestra patria publicanos y fariseos forman parte de dos falanges. Una preparada para recaudar y otra dispuesta a explicar y  justificar la exacción contra productores y consumidores.  El contenido del largo programa que se anuncia para las II Jornadas de Derecho Tributario a realizar en la Facultad de Derecho – que mas abajo se trascribe - lo prueba. 

Toda preocupación de ese congreso gira alrededor de la “recaudación de impuestos”. No asoma la más minima línea que se preocupe por salvar a quienes tienen que pagarlos. No asoma ninguna critica global  contra el daño sistemico del regimen legal vigente.  No se registra la menor propuesta para eliminar de raíz ese sistema,  enemigo de los productores y consumidores. Ni una palabra sobre los ideales de la Revolucion de Mayo definidos para sosten del orden economico prohijado en la Constitucion Nacional y su desnaturalización por las cientos de leyes dictadas en su contra.

El programa de las II Jornadas habla por si mismo de  la falta de conciencia sobre el daño que produce el sistema de impuestos vigente.  Un regimen opuesto de cabo a rabo  al espiritu y  letra  de la Constitucion Nacional.

Funcionarios del Estado unos y docentes los otros, han sido diestros en redactar, modificar y aplicar leyes coactivas con el fin de quitar dinero del bolsillo de quienes trabajan, emprenden y consumen. Mas alla de sus deseos e ideales sostienen un  sistema que legaliza  exacciones  que arruinan la vida de los argentinos y han postrado en menos de un siglo  a la que una vez fuera  una gran nación ante el mundo entero.

Quiza convenga cerrar estas reflexiones con las recomendaciones del poeta Jorge Manrique.:  Recuerde el alma dormida, / avive el seso y despierte/ contemplando
cómo se pasa la vida,/ cómo se viene la muerte”. Nuestro pais necesita con urgencia despèrtar.  Liberar al trabajo y la inversion de las ruedas de molino que las leyes de impuestos han atado a su cuerpo social..






CUIDEMONOS DE SER FARISEOS
Justo Escobar,   .

Acabo de leer el articulo del economista Raul Girbau sobre el actual renacimiento entre nosotros  de nuevos “publicanos” y “fariseos”. Yerra quien pìense que hoy se trata de grupos formados por  “mala gente” o animados por dañinos propositos. Seria un completo error. Los “publicanos” y “fariseos” argentinos,  que tan bien ubica el autor en su nota ,  son productos del orden legal del que formamos parte.

Es necesario verlo asi, para despertar “nuestras almas dormidas”  y darnos cuenta que  todos y cada uno de nosotros, en  alguna medida u ocasión,  sea en diarias conversaciones como en cotidianas conductas,  nos comportamos reiteradamente como “publicanos” y “fariseos”.

¿Acaso abundan, si es que hay alguno,   los que de frente y  viva voz exigen eliminar de raiz el actual sistema de impuestos?

¿Quién es el que se atreve a afirmar que jamas en su vida ha tratado de “eludir” cuando no “evadir”,  alguno de los impuestos que la ley positiva le obliga a pagar?

De  esta esquizofrenia moral no escapa ningun argentino.  Desde el mas poderoso empresario al mas humilde trabajador, desde el más pobre al más rico, desde el más lego al más  letrado, desde el más ateo al mas creyente .  Esto sugiere que un fuerte rasgo inmoral impera. Bien en todos los argentinos (lo que seria una rareza) , bien la falla radica en las actuales leyes que imponen impuestos  en la Argentina.

Nuestra moral social ha sido fieramente dañada por obra de esas leyes de impuestos.   Esta inmoralidad creada por ley positiva es la raíz de nuestra bárbara realidad social  actual.  Conflictos diarios ,  conductas públicas y privadas repudiables,bolsones de villas miseria en todos los pueblos del pais,  frecuentess  asaltos  a mano armada, protestas de encapuchados munidos de garrotes ,  hacinamiento habitacional en las ciudades, accidentes con centenares de victimas en caminos y ferrocarriles, funcionarios ricamente pagados encabezan manifestaciones de desocupados, legiones sin trabajo, trabajadores en “blanco”, “en negro”   “virtuales” , gigantismo estatal , latrocinio y miseria concurrentes, son algunas de las llagas que aparecen en la Argentina de hoy. 

Abundantes son las promesas ,  hueras palabras de  dirigentes,  como escasos son los cumplimientos. Ha pasado a ser vana letra el comopromiso constitucional de mantener viva una Argentina abierta  “para todos los hombres del mundo que quisieran habitar el suelo argentino” .  El “progreso” de antaño se quebro.  Una  oscura maraña de leyes dictadas para so pretexto de recuperarlo no lo consiguió. Al contrario  empeoro el desorden.

Un punto clave de la decadencia actual – ignorado por completo por la dirigencia social - fue  la implantación de leyes contrarias al trabajo y la inversion de capital. El inicial  acaparamiento de tierras y la consecuente especulación con ellas,  fue la base que habilitaría  la decadencia.

Sin embargo, fue el dictado  por la dictadura de 1931 “ley de impuestos a los reditos”  el origen del un mal que en imbatible metastasis  viene arruinando al pais. Castigando los salarios de los trabajadores y desalentando la inversion privada   parió otro  pais. Uno formado por dos caras de una misma medalla : el “estatismo economico” y la “inflación monetaria”.   Estas dos vias legales harian  de la Argentina un pais económicamente deforme, socialmente injusto  y políticamente atrasado.

       En su articulo Raul Girbau ha dado buenas razones para tomar a la cuestion de los “impuestos” como la principal que afronta nuestra sociedad. Pero los intelectuales y los políticos democráticos no prestan atención al “sistema de impuestos”, salvo  para sostenerlo so pretexto de mejorarlo. No atinan a  ver que su principal responsabilidad moral es mantener la libertad individual en todos los ambitos de la vida social. Vida social la que debe cumplirse dentro  de un estricto sistema republicano. Sin estos dos “angeles de la guarda”, la democracia pierde el rumbo y llega a causar la ruina de lo que aspira a conseguir.

Pretendo  aqui reforzar los  argumentos expuestos por Girbau. Recurro a su mismas fuentes citadas por este autor: las lecciones que Cristo legadas por los Evangelistas.

Con ese fin me pemitiré recordar otros pasajes del Evangelio que el pensamiento de Cristo sobre los fariseos. Temía mas el daño que causan los ilustrados “fariseos” que los codiciosos “publicanos”..

Los publicanos
        Los publicanos eran considerados por sus compatriotas judíos como gentes de la peor clase porque eran los recaudadores de impuestos para las fuerzas extranjeras invasoras de Palestina. Sus hermanos los tenían por traidores porque cobraban impuestos en nombre del César y para el Cesar. Esto es, el Estado romano

El pocas palabras el Estado romano ordenaba a sus  “empleados”, los publicanos, calcular y recaudar las sumas que debía  pagar el pueblo judio trabajador. Sus compatriotas los despreciaban, los consideraban  la escoria de la sociedad. Sin embargo, cosa llamativa,  Jesús los consideraba mas redimibles  que a los “doctos” fariseos.

Los fariseos
En su sabia predica, no tenida suficientemente en cuenta y en su medida por los hombres de la Iglesia actual, Jesús narró en una parábola la complementariedad funcional  dada entre los fariseos y los publicanos. 

Dijo Jesús: “Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: ´Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, estafadores, injustos, malos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy fielmente diezmos, una décima parte de todo lo que gano´.”

“Mas el cobrador de impuestos ( el publicano) se mantuvo lejos y ni se atrevía a alzar los ojos al Cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ¡Dios, sé propicio a mí, pecador!” (Lucas 18:10-14)

Se preguna Jesús, ¿cuál de estos hombres llegó a justificarse ante Dios? ¿El fariseo que aparentaba ser muy justo y santo, y que innegablemente se creía recto y bueno? ¿O el cobrador de impuestos, el pecador, al que otros desdeñaban y que según parece hasta se desdeñaba a sí mismo; que se sentía tan avergonzado que ni se atrevía a levantar los ojos al Cielo para implorar misericordia y perdón a Dios?

A tenor de las enseñanzas de Jesús  ante  los ojos de Dios era peor el fariseo. Ese hombre culto (pues era hombre de culto) ,  si bien no expoliaba a la gente de trabajo como lo hacia el publicano,  era por su condición orgulloso y santurrón. Para Jesucristo era peor y más grande este pecado que pecar siendo solo ”empleado” de Roma. 

A tal punto se encolerizó Jesus viendo la hipocresía santurrona y mojigata de los fariseos, que les espetó: “¡De cierto les digo que los publicanos y las rameras van delante de ustedes al Reino de Dios!” (Mateo 21:31)

Y a sus  propios discípulos dijo: “!En verdad les digo que si su justicia no supera a las de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos!” (Mateo 5:20)

Jesús acusa de  hipocresía a los fariseos.  Eran mas “doctos” y simulaban ser justos y rectos. Contra ellos hizo la más enconada denuncia pública: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas, porque limpian lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de estafas y de injusticia! ¡Fariseo ciego! ¡Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio!”

“¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas, porque son semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suerte de inmundicia! Así también, ¡por fuera se muestran justos a los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía e iniquidad!” (Mateo 23:25-28)

Un deber a cumplir por los intelectuales

Reflexionemos  estas palabras de nuestro Señor Jesucristo. Hagámoslo quienes hemos tenido el beneficio de haber estudiado. Tenemos una obligación mayor a la de los simples recaudadores de impuestos, los modernos “publicanos”. Debemos cuidarnos en todo momento de ser “fariseos”.

Es deber  moral de todo aquel que ha gozado del derecho a educarse gracias a la “instrucción pública y gratuita” pensar y actuar al servicio del pueblo trabajador.
Hay una radical incompatibilidad en ser honrado intelectual y “fariseo” a la vez. Es misión de cada uno hacer el propio esfuerzo para elegir el recto camino. Nadie lo  puede hacer por ti.
Noviembre 3 del 2013

La vida del abogado San Agustín muestra el camino que deben transitar los abogados tributarios y esclavistas para salir de la trampa neoliberal que domina la mente y el corazón por corrupción académica de todos nuestros abogados, economistas y políticos.






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