DE “PUBLICANOS” Y ”FARISEOS” por RAUL GIRBAU, Economista
Los Evangelios nos dicen que cuando los fariseos
vieron a Jesús sentado a la mesa con muchos publicanos, se
encendieron de ira y preguntaron a sus discípulos: ¿Cómo es que vuestro Maestro
come con los inmundos publicanos ? Al oirlos Jesús dijo: “Los sanos no tienen necesidad
de médico, sino los enfermos“ (Mateo 9:12). Jesus calificó de enfermos
a los publicanos; es verdad. Pero no dijo nunca que fueran sanos los fariseos.
Los parrafos de los Evangelios que abajo
citamos acreditan que los fariseos, siendo “maestros” eran mas enfermos que los denostados publicanos.
Develar en sentido actual de aquellos dos “personajes sociales” de la Antigua Roma , es crucial para cambiar el futuro de nuestra
patria. Por obra de la transformación legal en materia de IMPUESTOS iniciada en
nuestro pais en 1932 , hace casi un siglo, han aparecido publicanos y fariseos argentinos que frustran nuestra vida
politica, economica y cultural
En la sociedad argentina actual son publicanos los agentes
publicos que hacen lo que hacian sus homonimos
en la Antigua Roma.
En cambio son fariseos los hombres
letrados que justifican y enseñan “la ley positiva” para que los
ciudadanos cumplan el actual sistema legal de impuestos. Sin perjuicio que, en otra tarea, ilustren
como evadirlas.
A semejanza
de lo que sucedia con los pueblos de
Israel dominados por el Estado Romano, tambien en nuestra patria
publicanos y fariseos forman parte de dos falanges. Una preparada para recaudar
y otra dispuesta a explicar y justificar
la exacción contra productores y consumidores.
El contenido del largo programa que se anuncia para las II
Jornadas de Derecho Tributario a realizar en la Facultad de Derecho – que
mas abajo se trascribe - lo prueba.
Toda preocupación de ese congreso gira
alrededor de la “recaudación de impuestos”. No asoma la más minima línea que se
preocupe por salvar a quienes tienen que pagarlos. No asoma ninguna critica global
contra el daño sistemico del regimen
legal vigente. No se registra la menor
propuesta para eliminar de raíz ese sistema,
enemigo de los productores y consumidores. Ni una palabra sobre los
ideales de la Revolucion
de Mayo definidos para sosten del orden economico prohijado en la Constitucion Nacional
y su desnaturalización por las cientos de leyes dictadas en su contra.
El programa de las II Jornadas habla por si
mismo de la falta de conciencia sobre el
daño que produce el sistema de impuestos vigente. Un regimen opuesto de cabo a rabo al espiritu y letra de la Constitucion Nacional.
Funcionarios del Estado unos y docentes los
otros, han sido diestros en redactar, modificar y aplicar leyes coactivas con
el fin de quitar dinero del bolsillo de quienes trabajan, emprenden y consumen.
Mas alla de sus deseos e ideales sostienen un
sistema que legaliza
exacciones que arruinan la vida
de los argentinos y han postrado en menos de un siglo a la que una vez fuera una gran nación ante el mundo entero.
Quiza convenga cerrar estas reflexiones con
las recomendaciones del poeta Jorge Manrique.: “Recuerde el alma dormida,
/ avive el seso y despierte/ contemplando
cómo se pasa la vida,/
cómo se viene la muerte”. Nuestro pais necesita con
urgencia despèrtar. Liberar al trabajo y
la inversion de las ruedas de molino que las leyes de impuestos han atado a su
cuerpo social..
CUIDEMONOS DE SER FARISEOS
Justo
Escobar, .
Acabo de leer el articulo del economista Raul Girbau sobre el
actual renacimiento entre nosotros de
nuevos “publicanos” y “fariseos”. Yerra quien pìense que hoy se trata de grupos
formados por “mala gente” o animados por
dañinos propositos. Seria un completo error. Los “publicanos” y “fariseos” argentinos, que tan bien ubica el autor en su nota , son productos del orden legal del que
formamos parte.
Es necesario verlo asi, para despertar “nuestras almas dormidas” y darnos cuenta que todos y cada uno de nosotros, en alguna medida u ocasión, sea en diarias conversaciones como en
cotidianas conductas, nos comportamos
reiteradamente como “publicanos” y “fariseos”.
¿Acaso abundan, si es que hay alguno, los que de frente y viva voz exigen eliminar de raiz el actual
sistema de impuestos?
¿Quién es el que se atreve a afirmar que jamas en su vida ha
tratado de “eludir” cuando no “evadir”,
alguno de los impuestos que la ley positiva le obliga a pagar?
De esta esquizofrenia moral
no escapa ningun argentino.
Desde el mas poderoso empresario al mas humilde trabajador, desde el más
pobre al más rico, desde el más lego al más
letrado, desde el más ateo al mas creyente . Esto sugiere que un fuerte rasgo inmoral
impera. Bien en todos los argentinos (lo que seria una rareza) , bien la falla
radica en las actuales leyes que imponen impuestos en la Argentina.
Nuestra moral social ha sido fieramente dañada por obra de esas
leyes de impuestos. Esta inmoralidad creada por ley positiva es
la raíz de nuestra bárbara realidad social
actual. Conflictos diarios , conductas públicas y privadas repudiables,bolsones
de villas miseria en todos los pueblos del pais, frecuentess
asaltos a mano armada, protestas
de encapuchados munidos de garrotes ,
hacinamiento habitacional en las ciudades, accidentes con centenares de
victimas en caminos y ferrocarriles, funcionarios ricamente pagados encabezan
manifestaciones de desocupados, legiones sin trabajo, trabajadores en “blanco”,
“en negro” “virtuales” , gigantismo
estatal , latrocinio y miseria concurrentes, son algunas de las llagas que
aparecen en la Argentina
de hoy.
Abundantes son las promesas ,
hueras palabras de
dirigentes, como escasos son los
cumplimientos. Ha pasado a ser vana letra el comopromiso constitucional de
mantener viva una Argentina abierta “para
todos los hombres del mundo que quisieran habitar el suelo argentino”
. El “progreso” de antaño se
quebro. Una oscura maraña de leyes dictadas para so
pretexto de recuperarlo no lo consiguió. Al contrario empeoro el desorden.
Un punto clave de la decadencia actual – ignorado por completo por
la dirigencia social - fue la
implantación de leyes contrarias al trabajo y la inversion de capital. El inicial acaparamiento de tierras y la consecuente
especulación con ellas, fue la base que
habilitaría la decadencia.
Sin embargo, fue el dictado
por la dictadura de 1931 “ley de impuestos a los reditos” el origen del un mal que en imbatible
metastasis viene arruinando al pais.
Castigando los salarios de los trabajadores y desalentando la inversion
privada parió otro pais. Uno formado por dos caras de una misma
medalla : el “estatismo economico” y la “inflación monetaria”. Estas dos vias legales harian de la Argentina un pais económicamente deforme,
socialmente injusto y políticamente
atrasado.
En
su articulo Raul Girbau ha dado buenas razones para tomar a la cuestion de los
“impuestos” como la principal que afronta nuestra sociedad. Pero los
intelectuales y los políticos democráticos no prestan atención al “sistema de
impuestos”, salvo para sostenerlo so
pretexto de mejorarlo. No atinan a ver
que su principal responsabilidad moral es mantener la libertad individual en
todos los ambitos de la vida social. Vida social la que debe cumplirse
dentro de un estricto sistema
republicano. Sin estos dos “angeles de la guarda”, la democracia pierde
el rumbo y llega a causar la ruina de lo que aspira a conseguir.
Pretendo aqui reforzar
los argumentos expuestos por Girbau.
Recurro a su mismas fuentes citadas por este autor: las lecciones que Cristo
legadas por los Evangelistas.
Con ese fin me pemitiré recordar otros pasajes del Evangelio que
el pensamiento de Cristo sobre los fariseos. Temía mas el daño que
causan los ilustrados “fariseos” que los codiciosos “publicanos”..
Los publicanos
Los publicanos eran considerados por sus
compatriotas judíos como gentes de la peor clase porque eran los recaudadores
de impuestos para las fuerzas extranjeras invasoras de Palestina. Sus
hermanos los tenían por traidores porque cobraban impuestos en nombre del César
y para el Cesar. Esto es, el Estado romano
El pocas palabras el Estado romano ordenaba a sus “empleados”, los publicanos, calcular y
recaudar las sumas que debía pagar el
pueblo judio trabajador. Sus compatriotas los despreciaban, los
consideraban la escoria de la sociedad.
Sin embargo, cosa llamativa, Jesús los
consideraba mas redimibles que a los
“doctos” fariseos.
Los fariseos
En su sabia predica, no tenida suficientemente en cuenta y en su
medida por los hombres de la
Iglesia actual, Jesús narró en una parábola la
complementariedad funcional dada entre
los fariseos
y los publicanos.
Dijo Jesús: “Dos hombres subieron al templo a orar: uno
era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo
mismo de esta manera: ´Dios, te doy gracias porque no soy como los otros
hombres, ladrones, estafadores, injustos, malos, adúlteros, ni aun como este
publicano; ayuno dos veces a la semana, doy fielmente diezmos,
una décima parte de todo lo que gano´.”
“Mas el cobrador de impuestos ( el publicano) se mantuvo lejos y
ni se atrevía a alzar los ojos al Cielo, sino que se golpeaba el pecho,
diciendo: ¡Dios, sé propicio a mí, pecador!” (Lucas
18:10-14)
Se preguna Jesús, ¿cuál de estos hombres llegó a justificarse ante
Dios? ¿El fariseo que aparentaba ser muy justo y santo, y que innegablemente se
creía recto y bueno? ¿O el cobrador de impuestos, el pecador, al que otros
desdeñaban y que según parece hasta se desdeñaba a sí mismo; que se sentía tan
avergonzado que ni se atrevía a levantar los ojos al Cielo para implorar
misericordia y perdón a Dios?
A tenor de las enseñanzas de Jesús
ante los ojos de Dios era peor el
fariseo. Ese hombre culto (pues era hombre de culto) , si bien no expoliaba a la gente de trabajo
como lo hacia el publicano, era por su condición
orgulloso
y santurrón. Para Jesucristo era peor y más grande este pecado que
pecar siendo solo ”empleado” de Roma.
A tal punto se encolerizó Jesus viendo la hipocresía santurrona y
mojigata de los fariseos, que les espetó: “¡De cierto les digo que los publicanos y
las rameras van delante de ustedes al Reino de Dios!” (Mateo 21:31)
Y a sus propios discípulos
dijo: “!En verdad les digo que si su justicia no supera a las de los escribas
y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos!” (Mateo 5:20)
Jesús acusa de hipocresía a
los fariseos. Eran mas “doctos” y
simulaban ser justos y rectos. Contra ellos hizo la más enconada denuncia
pública: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas, porque limpian lo de
fuera del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de estafas y de
injusticia! ¡Fariseo ciego! ¡Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato,
para que también lo de fuera sea limpio!”
“¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas, porque son
semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera se muestran hermosos, más por
dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suerte de inmundicia! Así también,
¡por fuera se muestran justos a los hombres, pero por dentro están llenos de
hipocresía e iniquidad!” (Mateo 23:25-28)
Un deber a cumplir por los intelectuales
Reflexionemos estas palabras de nuestro Señor Jesucristo. Hagámoslo
quienes hemos tenido el beneficio de haber estudiado. Tenemos una obligación
mayor a la de los simples recaudadores de impuestos, los modernos “publicanos”.
Debemos cuidarnos en todo momento de ser “fariseos”.
Es deber moral de todo aquel que ha gozado del derecho
a educarse gracias a la “instrucción pública y gratuita” pensar y actuar al
servicio del pueblo trabajador.
Hay una radical incompatibilidad en ser
honrado intelectual y “fariseo” a la vez. Es misión de cada uno hacer el propio
esfuerzo para elegir el recto camino. Nadie lo
puede hacer por ti.
Noviembre 3 del 2013
La vida del abogado San Agustín muestra el camino que deben transitar
los abogados tributarios y esclavistas para salir de la trampa neoliberal que
domina la mente y el corazón por corrupción académica de todos nuestros abogados,
economistas y políticos.
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