miércoles, 12 de diciembre de 2018

LAVADO DE CEREBROS EN LAS UNIVERSIDADES: SOBRE LA PELIGROSIDAD DE NUESTROS ABOGADOS Y ECONOMISTAS


SOBRE LA PELIGROSIDAD DE NUESTROS ECONOMISTAS

Se Nacionalizo la Universidad y Academias de ciencias Argentinas para ocultar el Sistema Fiscal Federal Bíblico -levítico 25:23- y Constitucional de RENTAS, para que los ricos puedan robar a los pobres, por medio de un Régimen de mas de 100 Impuestos al Trabajo y al Consumo.

Mientras los países del Commonwealth copiaron nuestro Sistema Rentistico, cosa que explica la distinta performance y nuestro Auge y Ocaso.

La educación en economía es la mas eficiente arma de guerra usada para dividir, enfrentar y humillar a los argentinos.

La política fiscal es la mas poderosa herramienta de política económica, fuente del derecho y principio fundante y fecundante del orden político y social.

Nuestros Economistas -como los fariseos y publicanos en tiempos de Cristo- son "guías ciegos que coláis el mosquito pero os tragáis el camello" que homologaron el derecho Natural o Cristiano con su opuesto el derecho bárbaro de los romanos que se enseña en todas nuestras escuelas de Derecho y Economía.

Este es el fin ultimo de la Educación publica y gratuita: esclavizar a los argentinos.

Por Guillermo Andreau Director del Instituto Dorrego.

Sobre como se impuso la pseudociencia en las Universidades:

Sobre la Separación de la Moral del Derecho: Auge y Ocaso de la Argentina. Por Guillermo Andreau

Muestra de la barbarie de los economistas argentinos 
IDESA INFORME Nº: 786 09/12/2018
La crisis agudiza la urgencia por mejorar la gestión del Estado  (¿?)

La industria argentina se encuentra en franca caída y con perspectivas desalentadoras. Según el INDEC, desde junio del 2018 la actividad industrial viene cayendo a tasas de 7,5% promedio en cada mes respecto a igual mes del año anterior y las expectativas para lo que queda del año es que la tendencia empeore. Ante esta realidad, las organizaciones industriales piden bajas de impuestos, reducción de tasas de interés y tarifas de servicios públicos, excepción en las retenciones a las exportaciones y levantamiento de embargos de la AFIP, entre otras medidas.
Las demandas de los sectores productivos son entendibles. Sin embargo, resultan inconducentes en la medida que implican resignar recursos fiscales. El gobierno junto con una parte importante de la oposición consensuó y dejó establecido en el Presupuesto 2019 la meta del déficit fiscal
primario cero como principal acción para salir de la crisis. Cualquier iniciativa en contra de este consenso merece un justificado rechazo.
De todas formas, ¿obliga esto a la resignación o hay vías para financiar políticas de apoyo a los sectores productivos y sociales sin generar déficit fiscal? En principio, tres medidas que podrían indagarse son:
* Eliminar exenciones y reducir la evasión de IVA al nivel de Chile generaría $500 mil millones o 3% del PBI.
* Aproximar la recaudación del impuesto a la riqueza (Bienes Personales) al nivel de la OECD implicaría generar $200 mil millones más o poco más de 1% del PBI.
* Eliminar la regla que genera doble cobertura previsional implicaría un ahorro de $170 mil millones o casi otro 1%del PBI.
Estos datos muestran que estas tres políticas permitirían generar un espacio fiscal (¿) del orden de los $870 mil millones o 5% del PBI. Se trata de una masa de recursos suficiente para darle viabilidad y sustento a las acciones que se necesitan para apoyar a los sectores productivos y a las familias en situación de vulnerabilidad, sin generar déficit fiscal. Pero lo más importante es que se lograría ambos objetivos en base a avanzar hacia un sistema tributario más neutral y progresivo y a un sistema previsional más sustentable.(¿)
Para apoyar a los sectores productivos y sociales sin colisionar con la meta de déficit fiscal cero es crucial mejorar la gestión del Estado. Esto requiere vencer a los intereses que bregan por el inmovilismo. Por ejemplo, eliminar las exenciones de IVA a los alimentos y establecer un mecanismo de devolución del impuesto sólo a las personas pobres mediante reintegros en tarjetas de débitos es una medida moderna, eficiente y de alta equidad. Pero su instrumentación requiere vencer las resistencias de los segmentos medios y altos que son los que actualmente se apropian de la mayor parte de las exenciones porque son los que más alimentos consumen. En la misma línea, valuar los inmuebles a precios acordes con los de mercado mejorando la recaudación del impuesto a la riqueza es una medida de justicia distributiva. Pero exige resistir las críticas de los propietarios de inmuebles de alto valor que hoy pagan muy poco de este impuesto.

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