viernes, 15 de octubre de 2021

"Crear una oligarquia parasita para destruir el desarrollo industiral argentino" David Ricardo Economista Ingles 1815


 LA INDUSTRIA ARGENTINA EN PELIGRO DE EXTINCION

Los países civilizados no exportan materia prima sin antes transformarla localmente, de lo contrario estarían creando ocupación en el país comprador y desocupación en el país vendedor.
La importación de mercancías que impide el consumo de las del país o que perjudican al progreso de sus manufacturas y de sus cultivos, lleva tras de sí, necesariamente, la ruina de una nación.

Dr. Manuel Belgrano

Introducción

La Argentina padece desde el 24 de marzo de 1976, el síndrome de la destrucción sistemática de su industria.
Han pasado 45 años y desde ese entonces no ha existido ningún plan que promueva el desarrollo industrial, ni incentivo alguno para lograr recomponer las fibras de los motores productivos.
Todas las armas disponibles para acabar con el aparato industrial argentino se han utilizado con éxito: Apertura irrestricta del comercio exterior; Falta de asistencia crediticia; Voracidad fiscal que ahoga a todo emprendimiento productivo; Trabas; Burocracia; Condicionamientos; Indiferencia de los políticos e impedimentos de toda clase.
Parecería que existe, a propósito, un plan oscurantista que impide el desarrollo industrial. Allí donde aparece un polo industrial, parece que se hace todo lo posible para evitar su evolución hacia la calidad.
Existen indicios que Winston Churchill dijo en la Conferencia de Yalta de 1945:

“No dejemos que la Argentina sea una potencia, pues arrastrará tras de sí a toda América Latina. La estrategia es debilitar y corromper por dentro a la Argentina.  Destruir sus industrias, sus fuerzas armadas, fomentar divisiones internas apoyando a bandos de derecha e izquierda, atacar su cultura en todos los medios, imponer dirigentes políticos que respondan a nuestro pueblo. Esto se logrará gracias a la apatía de su pueblo y a una democracia controlable, donde sus representantes levantarán sus manos en masa en servil sumisión. Hay que humillar a la Argentina”.

Si es cierto que Churchill dijo esto, debemos admitir que Inglaterra ha logrado su propósito.

El presente trabajo tiene por objeto descubrir el lugar que ocupa la industria argentina dentro de la estructura del Producto Bruto Interno (PBI).


El Direccionamiento del Dinero

En materia crediticia, la industria está huérfana de asistencia financiera. Si bien existe una desmedida emisión monetaria, al menos 90% de ella se destina a solventar el déficit público, el resto se reparte entre los diferentes sectores de la economía, entre los que se encuentra la industria.
Del balance del Banco Central de la República Argentina (BCRA) se pueden analizar dos cuentas del activo que en el lenguaje contable son créditos que el agente financiero nacional le otorga al Gobierno Central. Esas cuentas son: “Títulos Públicos” y “Adelantos Transitorios”. 
Un gráfico de los movimientos de esas dos cuentas, reunidas en una sola cifra en 17 años, nos prueba que el dinero emitido por la Autoridad Monetaria lo utiliza casi en exclusividad el Gobierno de turno.

 

En el gráfico anterior , la curva azul que se eleva perpendicular al eje de abscisas (eje horizontal), es la que representa los créditos al Gobierno, y la roja, que está pegada a dicho eje, es la que se corresponde con los créditos a los bancos para que éstos tengan la liquidez necesaria como para otorgar créditos al desarrollo productivo o a otros sectores.
Cuanto más cerca del eje horizontal (abscisas) se encuentre la curva roja, menos asistencia crediticia habrá para la industria.
Los Títulos Absorbentes de Liquidez que emite el BCRA y forman parte fundamental de su deuda hacia el sector financiero, generan una cuantiosa fortuna en intereses. 
El gráfico inmediato que sigue muestra la evolución de esos títulos y el subsiguiente los intereses anuales que ha pagado el BCRA en los últimos 17 años.

 
 
En el primero de los dos gráficos que anteceden, se observa que, a partir de 2013, la curva de emisión de títulos se eleva rápidamente y se pone paralela al eje de ordenadas (eje vertical), la curva punteada que marca la tendencia, a partir de 2014 comienza a hacerse perpendicular al eje de abscisas, lo cual significa, en materia de ejes de coordenadas cartesianas, que la curva propiamente dicha y su proyección, en términos matemáticos, se elevan hacia el infinito, alcanzando al cierre de 2020, la friolera cifra de $ millones 2.941.905. Pero es de hacer notar que al cierre de los estados contables del BCRA correspondientes al 31/08/2021 (no consta en el gráfico) esa cifra ya se posicionó en $ millones 4.294.351, es decir que, en 8 meses creció 46%.
El gráfico que le sigue es el que marca la evolución de los intereses que devengan esos títulos, donde, en armonía con el anterior, a partir de 2013, se eleva considerablemente el monto de intereses que el BCRA le paga a los tenedores (bancos). También a partir de 2014 la curva comienza su movimiento ascendente con respecto al eje de abscisas.
En 17 años, el BCRA pagó a los bancos adheridos al sistema financiero la suma de $ millones 2.711.533 (dos billones setecientos once mil quinientos treinta y tres millones de pesos). Esa cifra es en valores nominales de cada época que constan en el gráfico, pero si hiciéramos el cálculo del ajuste por inflación, la cifra sería como a continuación se detalla, teniendo presente la siguiente metodología de cálculo:
Las cifras son en millones. No ha sido posible, en el cuadro que precede, la re expresión por índices de precios al consumidor del INDEC, dado que ese organismo ha variado la base de cálculo en diciembre de 2014, lo cual produce una distorsión en la continuidad de los índices. Es por ello que se ha optado por transformar todos los pesos a dólar vendedor del Banco de la Nación Argentina, vigente al 31 de diciembre de cada año, para obtener saldos en moneda constante valor dólar y luego se ha convertido el saldo final acumulado a pesos según cotización vigente al 31/12/2020, de acuerdo con el método señalado.

 

De esta forma, advertimos que el monto de $ millones 2.711.533 (dos billones setecientos once mil quinientos treinta y tres millones de pesos) a valor nominal, queda convertido a una moneda constante (de igual poder adquisitivo) del 31/12/2020 de $ millones 7.160.092.35 (siete billones ciento sesenta mil noventa y dos millones de pesos). 
A continuación, se procede a graficar esa nueva curva en moneda constante.
 
Es de advertir que, tanto en valores nominales como actualizados, las curvas presentan similares características con tendencia netamente positiva.
¿Qué hicieron los bancos con ese dinero?, pues volvieron a comprar más títulos emitidos por el BCRA. Una calesita perfecta. La denominada “patria financiera” no murió con la caída del gobierno militar, sobrevivió en democracia y parece que aún goza de buena salud.
Es de imaginar el desarrollo que el país hubiera logrado, si el Estado hubiera sido bien administrado, pues no hubiera tenido necesidad de tanta asistencia monetaria y ese dinero, que el BCRA pagó por intereses, se hubiera aplicado al desarrollo de polos productivos en diferentes provincias.

Composición Estructural del PBI

Los economistas del establishment, cuando se refieren al PBI, lo hacen en sentido cuantitativo. Suelen decir que el PBI creció o disminuyó o se espera que crezca en x%, pero nunca se refieren a la composición intrínseca del mismo.
¿Da lo mismo el PBI de un país que crece, aun en una cifra significativa, pero que el mayor porcentaje de su constitución intrínseca se encuentra formado por productos agrarios, o bien por servicios antes que productos industriales?
Evidentemente la respuesta es negativa, dado que ese país deberá importar todos los productos industriales que necesita, con lo cual, la relación de los términos del intercambio nos hace pensar que sus exportaciones carecen del suficiente valor agregado como para compensar el que contienen los productos que importa. Un país con esas características, está condenado a padecer crisis sistémicas de balanza de pagos y devaluaciones de su moneda. La historia argentina está plagada de estos inconvenientes.
Convengamos, entonces, que es importante, en materia de PBI, no solo hablar del efecto cuantitativo, sino también del cualitativo.
En tal sentido, comienza a tener relevancia el estudio de la composición intrínseca del PBI, es decir, cómo está compuesto el mismo, a partir del estudio de la participación porcentual que los diferentes sectores de la economía intervienen en su formación estructural. 
Dicho en otros términos no solo interesa la cantidad que mida el crecimiento o el decrecimiento, sino también la calidad de su estructura interna.
Participación de la Industria y otros Sectores en el PBI Argentino

En el gráfico que sigue, demostraremos la participación porcentual que tiene la industria dentro del total del PBI nacional.

 
Vemos que el porcentaje promedio de participación industrial del PBI de los últimos 17 años ha sido de 21,18%. Esto significa que por cada $ 100 que contiene el PBI, solo $ 21,18 corresponden al trabajo del sector productivo.  
Estudiemos cómo han crecido el resto de los sectores significativos.

 


 


 
 
La riqueza de información que nos ofrecen los cuatro cuadros que anteceden, nos permiten visualizar rápidamente el problema que estamos tratando y extraer las siguientes conclusiones:

1) La industria argentina se encuentra en un promedio de participación dentro del PBI que oscila entre 21% y 22%, con el agravante que la curva de tendencia es negativa. Es de esperar, entonces, que la participación industrial disminuya en el tiempo, en beneficio de otros sectores menos relevantes para el desarrollo del país.

2) El gráfico de servicios se muestra decididamente con tendencia positiva y es el único que ha mostrado el crecimiento del sector por sobre el resto.


3) Los cuadros del agro y la construcción mantienen estabilidad a través del tiempo y tienen una leve tendencia negativa. El hecho que, estos dos cuadros permanezcan casi constantes, nos invita a pensar que no han influido en el aplastamiento de la curva de la industria.

4) El comercio presenta inestabilidades temporales y posee una leve tendencia positiva. Por lo tanto, le caben las mismas consideraciones que se manifestaron en el punto anterior. 







Economías Comparadas

DISTRIBUCION DEL PBI EN PORCENTAJES DE PARTICIPACION
PAIS AGRO INDUSTRIA SERVICIOS FUENTE
   
ALEMANIA 0,9 29,1 70,0 Google.com.ar/serch?q=composicion+del pib
CHILE 4,2 32,8 63,0 es.wikipedia.org/wiki/economia de chile
COLOMBIA 14,0 14,1 37,6 Google.com.ar/serch?q=composicion+del pib
EEUU 1,2 19,0 80,0 Google.com.ar/serch?q=composicion+del pib
ESPAÑA 2,6 23,2 74,2 Google.com.ar/serch?q=composicion+del pib
FRANCIA 2,2 20,3 77,4 Google.com.ar/serch?q=composicion+del pib
JAPON 1,1 30,1 66,7 Google.com.ar/serch?q=composicion+del pib
COREA DEL SUR 2,6 39,3 58,2 Google.com.ar/serch?q=composicion+del pib
MEXICO 3,52 29,58 66,9 inegi.org.mx/temas/pib


Para la comparación se han extraído datos de países de mayor y menor jerarquía.
Países como Japón, Corea del Sur e incluso Chile, sin descuidar la participación en servicios, tienen una fuerte presencia industrializadora. En el primero de los nombrados el porcentaje de industrialización llega casi a 40%.

Decodificando el PBI

Analicemos a continuación la ecuación del PBI argentino correspondiente al año 2020, según datos obtenidos del INDEC, a precios constantes.

I. 19% + S. 46% + A. 9,66% + C. 3,14% + Com. 15,21% + Otros 6,99% = PBI 100%

Siendo:

I. = Industria
S. = Servicios
A. = Agro
C. = Construcción
Com. = Comercio mayorista, minorista y reparaciones
Otros = Pesca; Explotación de minas y canteras; Electricidad, gas y agua.

Con respecto al anteúltimo ítem, no resulta posible separar las reparaciones de las ventas de bienes del comercio, porque el INDEC lo informa en conjunto. De haber sido posible tal separación, veríamos que el monto de servicios sería superior a 46%, dado que las reparaciones participan de esta naturaleza y no de la de venta de bienes.
La ecuación decodificada nos muestra claramente que los servicios conforman casi 50% del PBI.

Además, puede extraerse de estos datos que la participación del agro es inferior a la de la industria, no obstante, el mayor aporte de divisas no proviene de esta última actividad, sino de la primera, lo cual demuestra que el agro argentino es altamente competitivo a contrario sensu de lo que acontece con la industria que trabaja con costos altos con respecto a los internacionales. Es por ello que el agro, para exportar, no necesita un tipo de cambio alto, y en cambio la industria para hacer lo mismo, sí lo necesita. 
El problema del Stop and Go, ya tratado en otros informes, libros y conferencias de esta Fundación, pone de manifiesto que la industria consume las divisas que aporta el campo y, cuando las agota, se necesita de una devaluación.
Los servicios que forman la arquitectura principal de la ecuación no resultan tan fáciles de exportar como lo son los bienes, no obstante, alguna participación de los servicios se ha hecho presente en los últimos tiempos en el rubro del software.
Y dejo constancia que en este trabajo no se ha analizado la estructura interna del sector industrial, dado que, de haberlo hecho, nos hubiéramos enterado que en lugar de tener una industria transformadora de materias primas, para obtener un producto terminado, importamos componentes industriales que luego ensamblamos, ergo, 19% de poderío industrial argentino que hemos consignado en este estudio no es real. Los chips para armar las computadoras y los celulares, las autopartes, y un sinnúmero de otros productos semielaborados, se producen fuera del territorio nacional, luego se importan y se ensamblan. ¿Resulta posible llamar a esto “industria”? ¿podríamos llamar a la actividad del ensamble que se encuentra acorde con una actividad industrial transformadora de las materias primas desde la A hasta la Z?


Conclusión

Con un magro porcentaje de participación de la industria argentina en el total del PBI, no es de extrañar la carencia de valor agregado, la desocupación y la falta de divisas, en este último caso, por no tener potencia exportadora.
Apoyándose en un criterio estrictamente epistemológico, el estudio ha incluido el resto de las actividades significativas (Servicios, agro, construcción y comercio) para despejar dudas sobre los motivos que aseguran este aserto.
Ni el agro, ni la construcción, ni el comercio son los que le restan actividad al modelo productivo. 
Los grandes responsables son, de acuerdo con el gráfico expuesto, los servicios. El vacío que deja la industria lo ocupan los servicios.
Con las pruebas aportadas en este trabajo, también quedó destruido un mito, dado que Argentina ni siquiera es una economía de fundamentales características agropecuarias, es una economía de servicios y, al serlo, muy poco le podemos ofrecer al mundo, pero es mucho lo que demandamos de él. Las exportaciones agropecuarias son una excelente fuente proveedora de divisas, pero no alcanzan y los condicionamientos de la restricción externa, acuden a alimentar la crisis que periódicamente tiene nuestra balanza de pagos.
Que las cosas hayan sucedido de esta manera, deja expuesta la ausencia de capital para inaugurar actividades, porque establecer una empresa de servicios no requiere de las ingentes sumas de inversión que requiere una actividad industrial.

La deuda eterna (perdón… externa) es también un cruel condicionante del desarrollo industrial, dado que las divisas obtenidas en la balanza de pagos, deben ser destinadas al pago de esa deuda en lugar de dirigirse al sector productivo. Es la herramienta que se ha utilizado para evitar el desarrollo industrial de la Argentina (¿Lo habrá pensado de esta manera Winston Churchill?)
Un país que tiene todos los climas; Donde se arroja una semilla al suelo y al otro día nace una planta; Que tiene un subsuelo rico en energía; Una ganadería de excepción; Una cordillera rebosante en minerales y con mares y ríos provistos de una gran riqueza ictícola, nunca hubiera precisado tener deuda externa. Lo único que ese país necesitaba para estar entre los primeros lugares del mundo era una industria plenamente desarrollada. Pero la deuda externa, irresponsablemente creada por cada Administración de turno, fue la herramienta que impidió que se concretara ese anhelo.
La industria argentina ha sido la gran descuidada por las políticas de cada gobierno, desde el proceso militar de 1976 y luego por los posteriores 38 años de gobiernos democráticos. 
La propuesta de esta Fundación es duplicar la participación del sector industrial dentro de la estructura del PBI en detrimento de los servicios, con políticas que permitan adecuar los costos industriales en equilibrio con los internacionales. Con esto evitaríamos que este sector le consuma las divisas que logra obtener el agro, al par que daría una solución definitiva al problema de la restricción externa, evitando las devaluaciones de la moneda local.
Sin actividad industrial trascendente no cesarán los subsidios a los desocupados e inútil será esperar que un milagro influya para salir de la pobreza, que de acuerdo con ciertas estadísticas hoy está cerca de 50% de la población.
Manuel Belgrano tenía razón, si la industria no progresa, la nación estará en peligro.


Fundación Buenos Aires XXI
Dr. Carlos A. Ragonesi
Secretario Ejecutivo

INFORME ECONÓMICO MES DE OCTUBRE DE 2021 

LA INDUSTRIA ARGENTINA EN PELIGRO DE EXTINCION 

"Los países civilizados no exportan materia prima sin antes transformarla localmente, de lo contrario estarían creando ocupación en el país comprador y desocupación en el país vendedor. La importación de mercancías que impide el consumo de las del país o que perjudican al progreso de sus manufacturas y de sus cultivos, lleva tras de sí, necesariamente, la ruina de una nación." Dr. Manuel Belgrano 

Introducción La Argentina padece desde el 24 de marzo de 1976, el síndrome de la destrucción sistemática de su industria. Han pasado 45 años y desde ese entonces no ha existido ningún plan que promueva el desarrollo industrial, ni incentivo alguno para lograr recomponer las fibras de los motores productivos. 

Todas las armas disponibles para acabar con el aparato industrial argentino se han utilizado con éxito: Apertura irrestricta del comercio exterior; Falta de asistencia crediticia; Voracidad fiscal que ahoga a todo emprendimiento productivo; Trabas; Burocracia; Condicionamientos; Indiferencia de los políticos e impedimentos de toda clase. 

Parecería que existe, a propósito, un plan oscurantista que impide el desarrollo industrial. Allí donde aparece un polo industrial, parece que se hace todo lo posible para evitar su evolución hacia la calidad. Existen indicios que Winston Churchill dijo en la Conferencia de Yalta de 1945: 

No dejemos que la Argentina sea una potencia, pues arrastrará tras de sí a toda América Latina. La estrategia es debilitar y corromper por dentro a la Argentina. Destruir sus industrias, sus fuerzas armadas, fomentar divisiones internas apoyando a bandos de derecha e izquierda, atacar su cultura en todos los medios, imponer dirigentes políticos que respondan a nuestro pueblo. Esto se logrará gracias a la apatía de su pueblo y a una democracia controlable, donde sus representantes levantarán sus manos en masa en servil sumisión. Hay que humillar a la Argentina”. 

Si es cierto que Churchill dijo esto, debemos admitir que Inglaterra ha logrado su propósito. 

El presente trabajo tiene por objeto descubrir el lugar que ocupa la industria argentina dentro de la estructura del Producto Bruto Interno (PBI).

 El Direccionamiento del Dinero 

En materia crediticia, la industria está huérfana de asistencia financiera. Si bien existe una desmedida emisión monetaria, al menos 90% de ella se destina a solventar el déficit público, el resto se reparte entre los diferentes sectores de la economía, entre los que se encuentra la industria. 

Del balance del Banco Central de la República Argentina (BCRA) se pueden analizar dos cuentas del activo que en el lenguaje contable son créditos que el agente financiero nacional le otorga al Gobierno Central. Esas cuentas son: “Títulos Públicos” y “Adelantos Transitorios”. 

Un gráfico de los movimientos de esas dos cuentas, reunidas en una sola cifra en 17 años, nos prueba que el dinero emitido por la Autoridad Monetaria lo utiliza casi en exclusividad el Gobierno de turno. 

En el gráfico anterior1 , la curva azul que se eleva perpendicular al eje de abscisas (eje horizontal), es la que representa los créditos al Gobierno, y la roja, que está pegada a dicho eje, es la que se corresponde con los créditos a los bancos para que éstos tengan la liquidez necesaria como para otorgar créditos al desarrollo productivo o a otros sectores. 

Cuanto más cerca del eje horizontal (abscisas) se encuentre la curva roja, menos asistencia crediticia habrá para la industria. 

Los Títulos Absorbentes de Liquidez que emite el BCRA y forman parte fundamental de su deuda hacia el sector financiero, generan una cuantiosa fortuna en intereses. El gráfico inmediato que sigue muestra la evolución de esos títulos y el subsiguiente los intereses anuales que ha pagado el BCRA en los últimos 17 años.

 1 Todos los gráficos utilizados en este trabajo son oficiales y sus datos surgen de las páginas web del INDEC y del BCRA. Los datos del PBI son a valores reales porque las cantidades de cada período se han valuado a precios de 2004, es decir: a moneda constante de esa fecha a efectos de evitar las distorsiones que crean las fluctuaciones que existen en el poder adquisitivo de la moneda. 

 En el primero de los dos gráficos que anteceden, se observa que, a partir de 2013, la curva de emisión de títulos se eleva rápidamente y se pone paralela al eje de ordenadas (eje vertical), la curva punteada que marca la tendencia, a partir de 2014 comienza a hacerse perpendicular al eje de abscisas, lo cual significa, en materia de ejes de coordenadas cartesianas, que la curva propiamente dicha y su proyección, en términos matemáticos, se elevan hacia el infinito, alcanzando al cierre de 2020, la friolera cifra de $ millones 2.941.905. Pero es de hacer notar que al cierre de los estados contables del BCRA correspondientes al 31/08/2021 (no consta en el gráfico) esa cifra ya se posicionó en $ millones 4.294.351, es decir que, en 8 meses creció 46%.

 El gráfico que le sigue es el que marca la evolución de los intereses que devengan esos títulos, donde, en armonía con el anterior, a partir de 2013, se eleva considerablemente el monto de intereses que el BCRA le paga a los tenedores (bancos). También a partir de 2014 la curva comienza su movimiento ascendente con respecto al eje de abscisas.

 En 17 años, el BCRA pagó a los bancos adheridos al sistema financiero la suma de $ millones 2.711.533 (dos billones setecientos once mil quinientos treinta y tres millones de pesos). Esa cifra es en valores nominales de cada época que constan en el gráfico, pero si hiciéramos el cálculo del ajuste por inflación, la cifra sería como a continuación se detalla, teniendo presente la siguiente metodología de cálculo: 

Las cifras son en millones. No ha sido posible, en el cuadro que precede, la re expresión por índices de precios al consumidor del INDEC, dado que ese organismo ha variado la base de cálculo en diciembre de 2014, lo cual produce una distorsión en la continuidad de los índices. Es por ello que se ha optado por transformar todos los pesos a dólar vendedor del Banco de la Nación Argentina, vigente al 31 de diciembre de cada año, para obtener saldos en moneda constante valor dólar y luego se ha convertido el saldo final acumulado a pesos según cotización vigente al 31/12/2020, de acuerdo con el método señalado. 

De esta forma, advertimos que el monto de $ millones 2.711.533 (dos billones setecientos once mil quinientos treinta y tres millones de pesos) a valor nominal, queda convertido a una moneda constante (de igual poder adquisitivo) del 31/12/2020 de $ millones 7.160.092.35 (siete billones ciento sesenta mil noventa y dos millones de pesos). A continuación, se procede a graficar esa nueva curva en moneda constante. 

 Es de advertir que, tanto en valores nominales como actualizados, las curvas presentan similares características con tendencia netamente positiva. ¿Qué hicieron los bancos con ese dinero?, pues volvieron a comprar más títulos emitidos por el BCRA. Una calesita perfecta. La denominada “patria financiera” no murió con la caída del gobierno militar, sobrevivió en democracia y parece que aún goza de buena salud. 

Es de imaginar el desarrollo que el país hubiera logrado, si el Estado hubiera sido bien administrado, pues no hubiera tenido necesidad de tanta asistencia monetaria y ese dinero, que el BCRA pagó por intereses, se hubiera aplicado al desarrollo de polos productivos en diferentes provincias. 

Composición Estructural del PBI 

Los economistas del establishment, cuando se refieren al PBI, lo hacen en sentido cuantitativo. Suelen decir que el PBI creció o disminuyó o se espera que crezca en x%, pero nunca se refieren a la composición intrínseca del mismo. 

¿Da lo mismo el PBI de un país que crece, aun en una cifra significativa, pero que el mayor porcentaje de su constitución intrínseca se encuentra formado por productos agrarios, o bien por servicios antes que productos industriales? 

Evidentemente la respuesta es negativa, dado que ese país deberá importar todos los productos industriales que necesita, con lo cual, la relación de los términos del intercambio nos hace pensar que sus exportaciones carecen del suficiente valor agregado como para compensar el que contienen los productos que importa. Un país con esas características, está condenado a padecer crisis sistémicas de balanza de pagos y devaluaciones de su moneda. La historia argentina está plagada de estos inconvenientes. 

Convengamos, entonces, que es importante, en materia de PBI, no solo hablar del efecto cuantitativo, sino también del cualitativo. En tal sentido, comienza a tener relevancia el estudio de la composición intrínseca del PBI, es decir, cómo está compuesto el mismo, a partir del estudio de la participación porcentual que los diferentes sectores de la economía intervienen en su formación estructural. 

Dicho en otros términos no solo interesa la cantidad que mida el crecimiento o el decrecimiento, sino también la calidad de su estructura interna.

Participación de la Industria y otros Sectores en el PBI Argentino

 En el gráfico que sigue, demostraremos la participación porcentual que tiene la industria dentro del total del PBI nacional. 

Vemos que el porcentaje promedio de participación industrial del PBI de los últimos 17 años ha sido de 21,18%. Esto significa que por cada $ 100 que contiene el PBI, solo $ 21,18 corresponden al trabajo del sector productivo. Estudiemos cómo han crecido el resto de los sectores significativos.

 La riqueza de información que nos ofrecen los cuatro cuadros que anteceden, nos permiten visualizar rápidamente el problema que estamos tratando y extraer las siguientes conclusiones: 

1) La industria argentina se encuentra en un promedio de participación dentro del PBI que oscila entre 21% y 22%, con el agravante que la curva de tendencia es negativa. Es de esperar, entonces, que la participación industrial disminuya en el tiempo, en beneficio de otros sectores menos relevantes para el desarrollo del país. 

2) El gráfico de servicios se muestra decididamente con tendencia positiva y es el único que ha mostrado el crecimiento del sector por sobre el resto. 

3) Los cuadros del agro y la construcción mantienen estabilidad a través del tiempo y tienen una leve tendencia negativa. El hecho que, estos dos cuadros permanezcan casi constantes, nos invita a pensar que no han influido en el aplastamiento de la curva de la industria. 

4) El comercio presenta inestabilidades temporales y posee una leve tendencia positiva. Por lo tanto, le caben las mismas consideraciones que se manifestaron en el punto anterior. 

 Economías Comparadas

 DISTRIBUCION DEL PBI EN PORCENTAJES DE PARTICIPACION PAIS AGRO INDUSTRIA SERVICIOS FUENTE ALEMANIA 0,9 29,1 70,0 Google.com.ar/serch?q=composicion+del pib CHILE 4,2 32,8 63,0 es.wikipedia.org/wiki/economia de chile COLOMBIA 14,0 14,1 37,6 Google.com.ar/serch?q=composicion+del pib EEUU 1,2 19,0 80,0 Google.com.ar/serch?q=composicion+del pib ESPAÑA 2,6 23,2 74,2 Google.com.ar/serch?q=composicion+del pib FRANCIA 2,2 20,3 77,4 Google.com.ar/serch?q=composicion+del pib JAPON 1,1 30,1 66,7 Google.com.ar/serch?q=composicion+del pib COREA DEL SUR 2,6 39,3 58,2 Google.com.ar/serch?q=composicion+del pib MEXICO 3,52 29,58 66,9 inegi.org.mx/temas/pib Para la comparación se han extraído datos de países de mayor y menor jerarquía. Países como Japón, Corea del Sur e incluso Chile, sin descuidar la participación en servicios, tienen una fuerte presencia industrializadora. En el primero de los nombrados el porcentaje de industrialización llega casi a 40%. Decodificando el PBI Analicemos a continuación la ecuación del PBI argentino correspondiente al año 2020, según datos obtenidos del INDEC, a precios constantes. I. 19% + S. 46% + A. 9,66% + C. 3,14% + Com. 15,21% + Otros 6,99% = PBI 100% Siendo: I. = Industria S. = Servicios A. = Agro C. = Construcción Com. = Comercio mayorista, minorista y reparaciones Otros = Pesca; Explotación de minas y canteras; Electricidad, gas y agua. Con respecto al anteúltimo ítem, no resulta posible separar las reparaciones de las ventas de bienes del comercio, porque el INDEC lo informa en conjunto. De haber sido posible tal separación, veríamos que el monto de servicios sería superior a 46%, dado que las reparaciones participan de esta naturaleza y no de la de venta de bienes. La ecuación decodificada nos muestra claramente que los servicios conforman casi 50% del PBI. www.fbaxxi.org - @fundacionbuenosairesxxi en facebook fundacionbuenosaires21@yahoo.com.ar Rivera 525, Lomas de Zamora. Provincia de Buenos Aires. Teléfono: 4392-1464 Además, puede extraerse de estos datos que la participación del agro es inferior a la de la industria, no obstante, el mayor aporte de divisas no proviene de esta última actividad, sino de la primera, lo cual demuestra que el agro argentino es altamente competitivo a contrario sensu de lo que acontece con la industria que trabaja con costos altos con respecto a los internacionales. Es por ello que el agro, para exportar, no necesita un tipo de cambio alto, y en cambio la industria para hacer lo mismo, sí lo necesita. El problema del Stop and Go, ya tratado en otros informes, libros y conferencias de esta Fundación, pone de manifiesto que la industria consume las divisas que aporta el campo y, cuando las agota, se necesita de una devaluación. Los servicios que forman la arquitectura principal de la ecuación no resultan tan fáciles de exportar como lo son los bienes, no obstante, alguna participación de los servicios se ha hecho presente en los últimos tiempos en el rubro del software. Y dejo constancia que en este trabajo no se ha analizado la estructura interna del sector industrial, dado que, de haberlo hecho, nos hubiéramos enterado que en lugar de tener una industria transformadora de materias primas, para obtener un producto terminado, importamos componentes industriales que luego ensamblamos, ergo, 19% de poderío industrial argentino que hemos consignado en este estudio no es real. Los chips para armar las computadoras y los celulares, las autopartes, y un sinnúmero de otros productos semielaborados, se producen fuera del territorio nacional, luego se importan y se ensamblan. ¿Resulta posible llamar a esto “industria”? ¿podríamos llamar a la actividad del ensamble que se encuentra acorde con una actividad industrial transformadora de las materias primas desde la A hasta la Z? Conclusión Con un magro porcentaje de participación de la industria argentina en el total del PBI, no es de extrañar la carencia de valor agregado, la desocupación y la falta de divisas, en este último caso, por no tener potencia exportadora. Apoyándose en un criterio estrictamente epistemológico, el estudio ha incluido el resto de las actividades significativas (Servicios, agro, construcción y comercio) para despejar dudas sobre los motivos que aseguran este aserto. Ni el agro, ni la construcción, ni el comercio son los que le restan actividad al modelo productivo. Los grandes responsables son, de acuerdo con el gráfico expuesto, los servicios. El vacío que deja la industria lo ocupan los servicios. Con las pruebas aportadas en este trabajo, también quedó destruido un mito, dado que Argentina ni siquiera es una economía de fundamentales características agropecuarias, es una economía de servicios y, al serlo, muy poco le podemos ofrecer al mundo, pero es mucho lo que demandamos de él. Las exportaciones agropecuarias son una excelente fuente proveedora de divisas, pero no alcanzan y los condicionamientos de la restricción externa, acuden a alimentar la crisis que periódicamente tiene nuestra balanza de pagos. Que las cosas hayan sucedido de esta manera, deja expuesta la ausencia de capital para inaugurar actividades, porque establecer una empresa de servicios no requiere de las ingentes sumas de inversión que requiere una actividad industrial. www.fbaxxi.org - @fundacionbuenosairesxxi en facebook fundacionbuenosaires21@yahoo.com.ar Rivera 525, Lomas de Zamora. Provincia de Buenos Aires. Teléfono: 4392-1464 La deuda eterna (perdón… externa) es también un cruel condicionante del desarrollo industrial, dado que las divisas obtenidas en la balanza de pagos, deben ser destinadas al pago de esa deuda en lugar de dirigirse al sector productivo. Es la herramienta que se ha utilizado para evitar el desarrollo industrial de la Argentina (¿Lo habrá pensado de esta manera Winston Churchill?) Un país que tiene todos los climas; Donde se arroja una semilla al suelo y al otro día nace una planta; Que tiene un subsuelo rico en energía; Una ganadería de excepción; Una cordillera rebosante en minerales y con mares y ríos provistos de una gran riqueza ictícola, nunca hubiera precisado tener deuda externa. Lo único que ese país necesitaba para estar entre los primeros lugares del mundo era una industria plenamente desarrollada. Pero la deuda externa, irresponsablemente creada por cada Administración de turno, fue la herramienta que impidió que se concretara ese anhelo. La industria argentina ha sido la gran descuidada por las políticas de cada gobierno, desde el proceso militar de 1976 y luego por los posteriores 38 años de gobiernos democráticos. La propuesta de esta Fundación es duplicar la participación del sector industrial dentro de la estructura del PBI en detrimento de los servicios, con políticas que permitan adecuar los costos industriales en equilibrio con los internacionales. Con esto evitaríamos que este sector le consuma las divisas que logra obtener el agro, al par que daría una solución definitiva al problema de la restricción externa, evitando las devaluaciones de la moneda local. Sin actividad industrial trascendente no cesarán los subsidios a los desocupados e inútil será esperar que un milagro influya para salir de la pobreza, que de acuerdo con ciertas estadísticas hoy está cerca de 50% de la población. Manuel Belgrano tenía razón, si la industria no progresa, la nación estará en peligro. Fundación Buenos Aires XXI Dr. Carlos A. Ragonesi Secretario Ejecutiv

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