miércoles, 18 de marzo de 2009

LA SALADA, ¡QUE LECCION DE ECONOMÍA Y DE POLÍTICA ECONÓMICA!


El video mostrando la febril actividad comercial en La Salada es un fantástico fenómeno social. Genera una sorpresa equivalente a la que viviría aquel que, de pronto, viera a su alrededor que las piedras comienzan a levantar vuelo, burlando la ley de la gravedad. En medio de la crisis global y en un país ya desde antes con su propia “recesión” económica, miles de personas de la más variada condición, sexo y edad, se arremolinan para comprar las más diversas mercaderías. Y no se trata de un fugaz momento, como en una “liquidación”, sino que todos (aunque no hayamos aun ido a ese lugar) tenemos noticias de su fresca y dinamica existencia desde hace muchos años.

Por ello es muy sospechosa la actual reiterada mención de La Salada en estos días y en distintos medios revelando que en ese lugar funciona “la feria más grande de Latinoamérica”. Y ocurre a espaldas del control estatal. Sin que esta ausencia dé lugar a asaltos ni incidentes que hoy demanda la constante la atención de la policía. Hechos que arruinan la vida de los que asisten a los centros comerciales “normales” están aquí ausentes.

El fenómeno de La Salada debiera motivar no la pesquisa del Jefe de los “recaudadores (exactores del fruto del trabajo ajeno), sino la de muchos “investigadores” de las ciencias sociales. Pero no ocurre así. Y si alguno se dedicara a examinar el “anormal” fenómeno de La Salada , es muy probable que por su mirada (semejante a la que de tanto en tanto se dedica a las “villas miserias” o a los “conventillos”) , inspirada en el “saber dominante” en las altas casas de estudio, dé un resultado, pese al esfuerzo puesto, muy pobre. Suelen limitarse a contar ( con cifras y detalles) lo que en grueso todos conocemos. Estudios que no revelan las raíces profundas del fenómeno. En este caso cuáles profundos resortes movilizan y mantienen en pie esa febril actividad comercial.

En un país en el que los comerciantes e industriales “normales” (o sea los que cumplen con el enjambre de disposiciones legales vigentes) no saben si mantendrán sus puertas abiertas otro mes más, hay que preguntarse a fondo sobre las profundas ( y a la vez, patéticamente manifiestas) razones que mantienen la enérgica vitalidad del mercado en la Salada. Es la pregunta más importante que debe formularse todo argentino que desee, en serio, que la Argentina recobre (como sociedad) la vitalidad que manifestó ser capaz de tener desde 1860 hasta promediar el sigloXX.

Al bulto podría decirse: la clave del éxito se llama “libertad” económica. No yerra quien en grueso sostenga ésto. Pero convengamos que estaríamos solo repitiendo lo de los preclaros franceses que, agobiados por las leyes (monárquicas, clericales y de privilegio) reclamaban en 1750 se les dejara actuar libremente (“laissez faire, laissez passer”). Era el mismo “librecambio” pedido también por el notable Adam Smith en medio de su sociedad plagada de privilegios y altamente proteccionista. El mismo que promete la Constitución Argentina originaria.

Pero hoy sería – política y académicamente – una proposición insuficiente. ¿Por qué? Porque hemos practicado ese principio desde aquella fecha y si bien con un notable éxito inicial , al cabo de medio siglo fuimos entrando en el colosal fracaso en que aun estamos inmersos. No, no basta esa idea. Adelantemos otra: la Constitución es magnifica….pero, ¿Qué hay de las leyes que reglamentan sus principios?

Hay que observar más hondo el fenómeno de la Salada. Él encierra la “clave” de nuestra recuperación.

No me extenderé en este punto. Solo aliento a investigar “con otra mirada” a ese fenómeno, en lugar de ensañarse con él. Para ello basta con indicar la dirección hacia la que debe dirigirse la atención.

La Salada es lo que es por dos causas fundamentales: porque sus negocios están – en comparación de los comerciantes e industriales “normales”- libres de los asfixiantes montos que en concepto de alquiler deben pagar y , además, liberados de los estragantes impuestos con los que los exprime el Estado.

Estos son los datos de la realidad.

¿Cómo hacer que todo el país capte en La Salada el ADN de su orden económico? Este es el gran desafío de los académicos y los dirigentes políticos y sociales.

Los argentinos deben superar las cortas miras de la enseñanza oficial y sus minúsculos intereses corporativos para examinar el fenómeno de la Salada como una gran lección de derecho y economía para recuperar la prosperidad general. Para quien desee aventurse en este campo, puede leer mi último libro "A la búsqueda del tesoro perdido. Raíces de la crisis permanente y propuestas para su solución", ICE, 2008

Por Hector Sandler Profesor de Filosofia del Derecho y de Derecho Civil de la UBA es ademas director de ICEPAL Instituto de Capacitación Economica para America Latina

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