Nuestra cultura occidental tiene la necesidad de recuperar datos que han sido deliberadamente ocultados, olvidados y perdidos por impostación filológica y por filtraje académico y universitario producidos básicamente por la Inquisición del Siglo XI al XVII primero y por la nacionalización de la educación superior del Siglo XVIII al XX. La misión de esta Enciclopedia es resucitar la sabiduría necesaria para salvar a occidente del proceso autodestructivo en que se encuentra en pleno desarrollo.
lunes, 23 de marzo de 2009
Libro "TENENCIA DE LA TIERRA PARA UNA SOCIEDAD MAS JUSTA"
Entrevista a Fernando Scornik Gersein autor de este libro aparecido recientemente en Argentina
Pregunta: En su obra publicada en 2007, “Tenencia de la Tierra para una sociedad más justa” presenta Ud. dos proyectos de reforma fiscal para Argentina, uno de 1973 y otro del año 2000. ¿Cuál es la esencia de estas propuestas y cual es el estado actual de las mismas?
El primer proyecto me fue encomendado en 1972 por el entonces Ministro de Economía Aldo Ferrer y fue publicado por la Secretaría de Agricultura en 1973 (con muchas dificultades, porque algunos de los funcionarios de Agricultura estaban aterrorizados por mis propuestas) El segundo lo presenté de motu propio al Presidente Duhalde quien lo leyó –de eso estoy seguro porque repitió algunas de mis frases– y luego lo guardó en el cajón de los objetos perdidos. La esencia de los dos proyectos es la misma. En la misma. En lugar de gravar sectorialmente al sector agrario, que es lo que se hace con las retenciones y lo que se pretendía con el Impuesto a la Renta Potencial de la Tierra Agropecuaria yo proponía GRAVAR A TODA LA TIERRA, URBANA Y RURAL mediante un impuesto al valor del suelo libre de mejoras (es decir exceptuando a las edificaciones) y con su producido reducir el impacto de los impuestos que gravan al capital y el trabajo (ahora fundamentalmente el IVA, cheque, etc…) El segundo proyecto es mucho más actual que el primero. Este segundo proyecto fue enviado a estudio de la Subsecretaria de Ingresos Públicos por el Presidente Kirchner en 2005. No he vuelto a tener más noticias.
Pregunta: ¿Estas reformas que Ud. propone nos acercarían al modelo de desarrollo seguido por las ex – colonias anglosajonas?
Sin ninguna duda, pero hay diferencias. En las ex – colonias anglosajonas (Canadá, Australia, Nueva Zelanda), la tierra urbana y rural está fuertemente gravada pero además – y esto marca una diferencia radical – hay muchísima tierra pública que se arrienda pero que no se vende. (En Australia el 82% de la tierra agraria esta bajo este régimen de arrendamiento). En estos países no hay propiedad romana – toda la tierra es de la Corona, es decir del Estado – pero en muchas zonas se han otorgado “freeholds” o “tenencia libre”, que equivale a nuestra propiedad. Esta tierra en “freeholds” está fuertemente gravada. A nadie se le ocurre en estos países gravar a las exportaciones, eso solo se nos ocurre a nosotros (creo que hay algo de esto también en Brasil). La diferencia fundamental entre las colonias desarrolladas del mundo anglosajón y nuestro subdesarrollo es, precisamente el régimen de la tierra. Hay que estar ciego para no verlo.
Pregunta: ¿Ud. ha hablado de Canadá, Australia y Nueva Zelanda, pero qué pasa en otras ex –colonias británicas como Hong Kong y Singapur?
En Hong Kong nunca hubo “freeholds” o “tenencia libre”. Sólo se daba la tierra – y se da porque el sistema no ha cambiado con la incorporación a China – en arrendamiento. Los ingresos por arrendamientos del suelo siempre constituyeron una base esencial de los ingresos del Estado y los impuestos a la producción y al consumo han sido– y son bajos. Este es el secreto del fabuloso desarrollo de Hong Kong. Lo mismo sucede en Singapur y lo ha convertido en una potencia financiera. Ni en Hong Kong ni en Singapur, a pesar de su pequeñisima superficie (693 km2 en el primero y 1092 km2 en el segundo) y su altísima densidad de población (6.425 habitantes y 6688 habitantes por km2 respectivamente) hay problemas de vivienda. Nuestro país vacío, está sembrado de Villas Miseria. ¡Y todavía hay gente que dice que el régimen del suelo no tiene importancia!
Pregunta: ¿Estos sistemas de arrendamientos de tierras publicas son similares a la enfiteusis de Bernardino Rivadavia?
Muy similares. Bajo el régimen de enfiteusis los arrendamientos eran por 20 años y el canon debía pagarse anualmente (8% para ganadería y 4% para agricultura). A los 10 años debía valuarse nuevamente la tierra. En Hong Kong los arrendamientos son a más largo plazo, dependiendo del destino. En Singapur suelen ser por 99 años y el que lo recibe paga un precio global por todo el arrendamiento, aunque luego se grava sus plusvalías.
El sistema rivadaviano era mucho mejor. ¡Los argentinos no saben el fabuloso instrumento de desarrollo que perdieron al derogarse la ley de enfiteusis!
Pregunta: ¿Podría volverse ahora a un sistema como el de la enfiteusis?
Sería políticamente inviable, por ello lo que yo propongo no es nacionalizar la tierra sino gravarla. Gravando la tierra se obtendrían efectos similares: el propietario tendría la obligación de pagar la renta al Estado (a través del gravamen) y no podría mantener tierra improductiva. El valor venal de la tierra bajaría, pues la tierra no tiene costo de producción, su valor venal no es otra cosa que su renta capitalizada. Al bajar el valor del suelo, aumentaría el salario marginal, pues nadie trabajaría para otro por menos de lo que puede obtener accediendo a la tierra. Al incrementarse el salario marginal subiría el nivel general de salarios.Tierra barata y rentas bajas son sinónimo de progreso y bienestar. Tierra cara y rentas altas son sinónimo de pobreza y exclusión para muchos y riqueza creciente para unos pocos.
La Argentina debe volver al pensamiento de Mayo. La mayoría de nuestros próceres fueron fisiócratas: es decir consideraban que los ingresos públicos debían financiarse con la renta de la tierra y eran partidarios además del libre comercio. Las ideas fisiocráticas –el llamada “impuesto único”– ya no son viables en nuestras sociedades complejas; pero lo esencial de las mismas que es hacer de la renta del suelo –de todo el suelo y no solo del agrario, como postulaban los fisiócratas– una fuente importante de recursos para el Estado es perfectamente factible, a través de un impuesto al valor del suelo libre de mejoras.
El libro del Dr. "Fernando Scornik Gerstein" está en venta en la librería Cúspide o puede solicitarse al 43687824
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Osvaldo Signorini dice: Pero lo que plantea el libro es un disparate, los países han prosperado o no, totalmente independiente de la tierra que posean, que tiene que ver un galpón de una siderurgica, con una hectárea de soja, como pueden gravar la tierra libre de mejoras, en forma independiente de la actividad que lleva arriba???????? osignorini@hotmail.com
RAUL GIRBAU. (Profesor en Derecho y Economía , Investigador del ICE) Responde
Dos comentarios. Uno sobre lo expuesto por Scornik y otro sobre lo expresado por el lector Osvaldo Signorini. Lo que sostiene Scornik es lo que conviene a la Argentina, pero lamentablemente no forma parte del pensamiento dominante. Lo que sostiene Osvaldo es precisamente el pensamiento dominante. Si aquél no sustituye a éste, la Argentina sufrirá terribles males internos para perder , definitivamente, su importancia internacional. No se puede ser "soberano" sobre un territorio tan excelente como el nuestro para mantenerlo vacio en mundo angustiado por necesidades de pan y bienestar economico. Ante esta terrible perspectiva iluminar el oscurantismo reinante, es la primera y más patriotica tarea que tenemos por delante. Felicito a ese blog . Paso a decir un par de palabras sobre Scornik y su enardecido opositor, Osvaldo.
1) Las declaraciones de Scornik, son cientificas. Son claras, precisas y cita hechos que cualquier hombre relativamente culto puede verificar. Gracias a Dios no está solo en nuestro país. Sostienen lo mismo en sendos libros, entre otros, Carlos P. Carranza,(El mundo del Futuro, ¿Capitalismo norteamericano o comunismo ruso; Reforma agraria en América; Vieja y nueva Economia Política); idem, Antonio Manuel Molinari, (La ley de colonización y la enmienda Palacios;Por qué muere la libertad; Nuevas estructuras o Dictadura del proletariado); idem Hector Sandler (Alquileres e inflación. Un examen de las relaciones entre la renta fundiaria, el orden economico y el orden jurídico; Impuestos. La lección del parquímetro; A la búsqueda del tesoro perdido.Raíces de la crisis permamente y propuestas para su solucion); idem, Juan Carlos Zuccotti, (Tierra. Don de Dios para todos los seres humanos).
2) Respecto la enardecida calificación de Osvaldo, le recuerdo: a) Ningún país existe sin tierra; b) Ningún individuo existe (en este mundo) sin tierra c) Todos los bienes materiales que maneja Osvaldo en su casa y puede ver usados o producidos usando y elaborando tierra (desde el jabon con que se lava hasta las ondas de radio de su FM) .Lo afirmo categoricamente y espero prueba en contrario; d) Por pecar Adan y Eva fueron expulsados del Paraiso (vida gratis) y enviados a la tierra condenados "ganar el pan con su trabajo" (Levitico 25:23 y 25:24). Dios no puso ningun "intemediario" entre los hombres y la tierra necesaria para vivir y trabajar . Pero el "orden social" humano requiera esa "intermediacion". Dios la dejó a cargo de los hombres, por haberlos hechos "libres". d) En nuestro caso (Argentina) la intermediacion la establece el Código Civil ( normas tomadas del "puro derecho Romano" como dice en la nota 5a. del art.2503); e) La historia de Roma es una sucesion de guerras civiles entre patricios (dueños de la tierra), plebeyos (inquilinos) y proletarios (en lenguaje de hoy, "los sin tierra"), hasta que finalmente los "barbaros" (los de afuera) abatieron y se apropiaron del Imperio Romano; . e) Cuando el señor Osvaldo se informe sobre esta literatura (tenida muy en cuenta por Scornik), con mucho gusto se podran atender sus comentarios constructivos para bien de nuestra patria. Que estoy seguro es lo que Osvaldo desea.
Atentamente
RAUL GIRBAU. Profesor en Derecho y Economía , Investigador del ICE
Publicar un comentario