RAUL GIRBAU, economista, dice:
Felicito a los sostenedores de este Blog y en particular a quienes han puesto en pantalla al video registrando el debate entre dos renombrados intelectuales que disputan sobre “el capitalismo”. Debate insulso y sin agarraderas en la realidad que tiene un efecto letal. Letal, sí pues consume inútilmente energías y resta fuerzas a la democracia para impulsar cambios que claman al Cielo. Apenas terminado de ver y leer el debate de marras, abro el periódico de la fecha, La Nación, editado en Buenos Aires, en la que se publica un escalofriante informe sobre la miseria y hacinamiento urbano en la “perla del Plata”. Hacinamiento y miseria para nada menor en el resto de Latino America. Cuando uno lee la misérrima condición a que son sometidas millones de personas, propia del neolítico, cuyos hogares son sostenidos por simples trabajadores, se pregunta: ¿Ante este informe , descripto en precisos números, que explicación nos dan los Ramonet y Vargas Llosa? Para nada desprecio su inteligencia y voluntad para ocuparse de los problemas sociales. Por el contrario valoro a ambos. Pero favor les pido: Dejen de lado el palabrerío en que se encuentran, que a nada conduce y presten atención a la insuperable obra de Henry George. Este pedido vale tambien para los académicos argentinos, sobre los que pesa una carga moral suplementaria. Lo que George vio y las soluciones que propuso al fin del siglo XIX, ya lo habían visto y la habían previsto la legislación conveniente los patriotas argentinos que encabezaron la Revolución de Mayo. Es necesario recordarlo al cumplirse el Bicentenario del comienzo de aquella revolución social, pues veo las librerías plagadas con obras escritas a “vuela pluma” sobre ese acontecimiento fundante de nuestro país. Pero no encuentro una sola que se ocupe de la cuestión de la tierra y el destino de la renta del suelo programada en nuestra Revolución. Véase el fracaso de nuestra intelectualidad actual comparando los ideales de Mayo, el país prometido por nuestra Constitución de 1853 con el que describe el informe publicado en La Nación y que transcribo a continuación.
“VIVEN MÁS DE 2 MILLONES EN LAS VILLAS BONAERENSES
Hay unos 1000 asentamientos en el Gran Buenos Aires
Más de 2 millones de personas viven hacinadas en la provincia de Buenos Aires, casi sin servicios y expuestas a la marginación, las recurrentes inundaciones, el flagelo de la droga, la violencia y la falta más absoluta de horizontes "en cerca de 1000 villas de emergencia, asentamientos y otro tipo de urbanizaciones precarias", que, en su mayoría, se concentran en el conurbano.
La estimación pertenece al ministro de Desarrollo Social bonaerense, Baldomero Alvarez de Olivera, quien aclara que los niveles de irregularidad y la inexistencia de fuentes confiables hacen que la cuantificación del fenómeno sea tan sólo una proyección sin datos certeros. El cálculo tiene como referencia un vasto y reconocido estudio de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNSG) que registró hasta 2006 un total de 819 villas y asentamientos en los 25 distritos del Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que incluye a la Capital, donde hay 23 villas.
Comparar la evolución de la población general y la de las villas sirve para tener una dimensión de cómo creció el fenómeno (y lo sigue haciendo, según funcionarios y especialistas): entre 2001 y 2006, la población general del AMBA aumentó 6,6%, al pasar de 8,6 a 9,2 millones de habitantes, mientras que en las villas el incremento demográfico fue del 57,5 por ciento.
Este fenómeno social es el reflejo de la prolongada ausencia del Estado, en todas sus instancias, en el interior de estos conglomerados, que crecieron a su suerte impulsados por sucesivas crisis económicas y por las migraciones sin control.
El trabajo, considerado como uno de los mejor documentados por las autoridades provinciales, fue realizado por varios especialistas agrupados en el centro de estudios Infohabitat y que, ante todo, dejan en claro la imposibilidad de cuantificar con exactitud el universo de las villas.
Los investigadores ubican el origen de estas urbanizaciones informales a principios de los años 30, aunque señala que la década de 1970 fue "fundacional" de los barrios de emergencia tal y como hoy los conocemos.
Según el trabajo, compilado por la antropóloga María Cristina Cravino y publicado en noviembre de 2008 con el título de Los mil barrios (in) formales , el distrito con mayor cantidad de barrios populares es San Martín, donde hay 148, entre villas (58) y asentamientos precarios (91) que concentran una población de más de 81.000 personas.
Si bien La Matanza se ubica segunda con 73 barrios (42 villas y 27 asentamientos), allí se concentra la mayor cantidad de población, con 139.871 habitantes. En tanto, al sur de la Capital, el distrito de Quilmes, que tiene 48 barrios (16 villas y 32 asentamientos), concentra una población que llega a las 120.097 personas.
Según el estudio, en 2006 en las 819 villas vivían 1.051519 personas, aunque este guarismo incluía algunos datos parciales o sin actualización desde 2001. Por eso, las autoridades provinciales estiman que actualmente la población en barrios de emergencia supera los dos millones de personas. "Hicimos la estimación más conservadora posible para evitar caer en el amarillismo", dijo Cravino a LA NACION, que admite que el número podría ser aún mayor.
"Uno de los fenómenos que hizo crecer mucho los barrios informales fue la flexibilización laboral de los 90", remarcan desde el Ministerio de Desarrollo Social bonaerense. Así, para los expertos, la informalidad del empleo fue el principal motivo del crecimiento poblacional en el Gran Buenos Aires. De cada 100 nuevos habitantes del conurbano, 60 se instalaron en villas, refiere el estudio de la UNSG.
Entre las villas más densamente pobladas figuran: Independencia, La Cárcova, Hidalgo y barrio Ceamse (en San Martín); Don Orione (Almirante Brown); El Ceibo (José C. Paz); María Elena, Susana y 22 de Enero (La Matanza); Villa Jarín (Lanús); Juan Manuel de Rosas (Lomas de Zamora); Tranquila (Avellaneda); Carlos Gardel (Morón); Itatí -se la considera como la de mayor población con unos 50 mil habitantes-, Ex Iapi, La Matera y La Odisea (Quilmes); La Cava (San Isidro); Las Tunas (Tigre); Sol de Oro y Vista Alegre (Ezeiza).
Pablo Morosi
Corresponsal en La Plata LA NACION Lunes 5 de abril de
•
No hay comentarios:
Publicar un comentario