Hector Sandler, profesor Consulto, Derecho, UBA
“Sentimos instintivamente que a las sociedades integradas por personas con grandes diferencias de ingresos de alguna manera, en algún orden de la vida, les va mal”, dice Richard Wilkinson en el video que puede abrir más abajo.
En este video, Wilkinson exhibe gráficos con datos sobre la desigualdad económica en muy distintos países y muestra cuánto se agrava la situación social cuando los ricos y los pobres están demasiado lejos entre sí. Hecho que afecta no solo (como suele pensarse) a los países “subdesarrollados” o “periféricos”, sino también a los que se tiene por potencias mundiales, como los EEUU. Esta “brecha” produce malos efectos reales sobre la salud, la vida útil, incluso sobre sobre el espíritu de la gente, base de los valores sustantivos de la vida social, tal como la confianza recíproca.
Los datos de los gráficos que pueden verse en "The Spirit Level" (El nivel espiritual) de Richard Wilkinson, prueban que las sociedades en las que prevalece la igualdad económica son más sanas y sus habitantes más felices.
Hasta aquí el interesante e importante aporte de Wilkinson, cuya exposición, lamentablemente, no incluye a la Argentina. Seria muy bueno que nuestros estudiosos de los problemas sociales examinaran nuestra realidad social con los mismos parámetros usados por Wilkinson. Quizá nos llevemos algunas sorpresas y quizá confirmen nuestro pensar según el cual “la igualdad de oportunidades económicas” para todos los habitantes es uno de los 3 pilares fundamentales a la hora de constituir de una sociedad que haga más felices a sus miembros. Los otros 2 son la libertad individual y la fraternidad general.
Antes que el lector vea el video estimamos conveniente advertir lo siguiente. Si se estimula la igualdad económica desde la perspectiva de la “igualdad de oportunidades”, hay que avanzar satisfaciendo 3 recaudos cuya realización está a cargo del Derecho Positivo:
1) Que la ley positiva asegure un igual derecho de acceso a la tierra para todos los habitantes. Para los de hoy y de todos que vengan en el futuro.
2) Que la ley positiva asegure que la renta económica acumulada sobre la tierra por obra del trabajo y la inversión de capital (privado y público) apreciable por su precio en el mercado, sea el principal recurso para, satisfacer los “bienes públicos” que los miembros la sociedad debe satisfacer .
3) Que sean abolidos los impuestos como recurso permanente. A ellos solo se debe apelar por tiempo limitado y para afrontar una urgente necesidad excepcional, previo publico debate en la sociedad y con la aprobación de 2/3 de los miembros del Congreso. Para ver el video de Richard Wilkinson abra este sitio
N de la R: Todos somos iguales, en la medida en que todos somos libres y cada uno es libre en la medida que es dueño del fruto de su trabajo. Ergo los impuestos al trabajo y al consumo son los generadores de la gran desigualdad
Solución: volver al sistema económico y rentístico de la Revolución de Mayo de 1810 único camino en poner en el trono a la “noble igualdad”
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