Hector Raul Sandler, Profesor Consulto,
Derecho, UBA
29 de Agosto, natalicio de Juan Bautista
Alberdi, DIA DEL ABOGADO
Haber elegido el natalicio de Juan Bautista Alberdi como “Día del Abogado” fue un acierto y un acto de justicia. Porque Alberdi, como jurista cabal, contemplaba y comprendía al Derecho como algo sustantivo de y para la vida social. Palpando la compleja realidad de lo material e inspirado en los ideales de libertad individual, igualdad de trato y fraternidad social , imagino y expuso las “bases” para nuestra Constitución Nacional..
Dotado de
especiales condiciones éticas y estéticas y experto abogado en la vida
profesional, reconoció la grave importancia del Derecho
como orden legal destinado, de modo supletorio,
a satisfacer la ineludible necesidad humana de ordenar la sociedad, sin la cual la
vida individual no es posible.
Como
compañero de ideales y proyectos de Esteban Echeverria, miembros ambos de la generación de 1837, no solo puso en acción
su genio en la tarea de fundar y diseñar las “bases” para la Constitución
ausente, sino que de modo inmediato a su
promulgación en 1854 – para orientar y ajustar “a derecho” el trabajo de los
novatos legisladores, se aplico a explicar cual era el “Sistema
Económico y Rentístico” que procuraba constituir esta carta magna. Es de
lamentar que un hoy los estudiosos de las ciencias sociales – incluyendo los
juristas – no lleguen a captar el profundo sentido de cada una de los términos
(términos y no palabras) del título de este
tratado de ciencia política, jurídica y económica. Por principio es claro que
al usar el término “sistema” advierte
desde el título mismo que expondrá acerca de “órdenes económicos” precisos y determinados, a los cuales los
futuros legisladores se han de ajustar. Nos previene deben ajustarse a la Constitución como base legal para forjar una
republica federal y democrática de hombres libres. Las futuras leyes que se
ocupen de la economía no podrán estar a
meced de la voluntariedad del legislador ni atender a egoístas intereses individuales o de grupos en
pugna. Las futuras leyes positivas habrán
de ser “consecuentes ” con la Constitución : medios
normativos para los fines económicos,
sociales, políticos y culturales puestos en existencia por la Carta Magna.
De dos áreas
distintas y contradictorias, pero inseparables, se ocupa el Sistema. Una parte describe y explica el
tipo de “economía social” ordenado por la
Constitución. Ella manda a constituir un orden animada por la iniciativa y actividad privada
en la producción de riqueza, basado en el trabajo libre y la propiedad
particular de lo producido. La dirección de los procesos de
producción se han de confiar a los mercados formados por la libre concurrencia de la oferta y la
demanda..
El otro
orden económico al que el titulo del libro se refiere es la cuestión de los recursos dinerarios necesarios
para afrontar el gasto público. A este
asunto a fines del siglo XX se le ha
dado el nombre de “economía pública”, cuyo
agente no son los particulares sino el Gobierno.
El empleo
de la expresión “sistema rentístico”
(considerando el lenguaje técnico de la época) habla a las claras que base se
tiene para obtener el principal recurso
para el Estado. Se trata de “renta”. Para entonces era una palabra técnica
y se refería a la renta ricardiana o sea la
plus valia de la tierra por obra de la demanda. Ella ha sido mal nombrada a comienzos del siglo XX en ingles con la
frase “land tax” (mal nombrada porque
la recaudación de la renta por el Estado no es un impuesto). Mas adelante,
entre nosotros, se la denomnó “impuesto
a la tierra libre de mejoras”.
En las Bases escribió Alberdi su lema central “Gobernar es poblar” , Incumplido a la fecha y para peor
incumplible , por no haberse ajustado la legislación (tanto en materia de
recursos como de gasto publico) a lo explicado por Alberdi.Fuertes fueron sus críticas al estatismo atribuido a la herencia colonial hispana, principal barrera, en su opinión, al progreso de la América independiente. Hoy ese estatismo y centralización estatal de la economía ya no se debe a aquella herencia, sino a la ignorancia y al desprecio generado hacia la Constitución comenzó a manifestarse en en 1869 con un Código Civil que trajo a nosotros en antiguo derecho romano de propiedad sobre la tierra. Se completo la burla a la Constitución de 1853 con el establecimiento en 1932 de un régimen de exacciones impositivas que impiden la producción, dejan exhausto al consumo y en la miseria la mayoría de la población. Para colmo es la mas efectiva barrera al cumplimiento de la consigna “gobernar es poblar”
El que no cree en la libertad como fuente de
riqueza, ni merece ser libre, ni sabe ser rico, escribía Alberdi. A lo que agregaba: “La
Constitución que se
han dado los pueblos argentinos es un criadero de oro y plata. Cada libertad es
una boca mina, cada garantía es un venero. Estas son figuras de retórica para
el vulgo, pero es geometría práctica para hombres como Adam Smith.
Para
alentar el necesario sacrificio para pasar de la pobreza al bienestar
aconsejaba “Llevad con orgullo,
argentinos, vuestra pobreza de un día; llevadla con esa satisfacción del minero
que se para andrajoso y altivo sobre sus palacios de plata sepultados en la
montaña, porque sabe que sus harapos de hoy serán reemplazados mañana por las
telas de Cachemira y de Sedán. - La Constitución es un título de propiedad que os
llama al goce de una opulencia de mañana. El que no sabe ser pobre a su tiempo,
no sabe ser libre, porque no sabe ser rico”.
Hoy
necesitamos revivir el alma, el espíritu y el coraje de Alberdi. En particular
deben ocuparse de ese revivir aquellos que crean, usan y aplican el Derecho.
Para ellos reproduzco este pensamiento de profesor Arturo Orgaz:
“El
abogado tiene ante sí la posibilidad de ejercer la más noble de las profesiones
o el más vil de los oficios. La más noble de las profesiones, por que el
más profundo sentido de su actuar consiste en concretar la Justicia en este mundo
terreno.
Pero
pasa a ser el más vil de los oficios cuando la abogacía se estudia y practica
procurando o tolerando que subsista la
injusticia”
Buenos
Aires, agosto 29 del 2012
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