ANTECEDENTES
Y CAUSAS DE LA BARBARIE ACTUAL
Héctor
Sandler, Profesor Consulto, Derecho, UBA
Tras un minucioso
examen de la crispada realidad norteamericana en la tercera década del siglo
XIX, Henry George describió las causas de la decadencia de su sociedad en su
magistral libro “Progress and Poverty”
(1879). Fue un “best seller” No solo el libro más vendido sino el más traducido
a muchos idiomas entre 1890 a
1914. Hoy no esta en los anaqueles de las librerías. Figura entre los “desaparecidos”.
En nuestro país
este libro inspiró a gobernantes como el
Presidente Roque Sáenz Peña, El estadista recordado como promotor del “voto
universal y obligatorio”. Pero nadie recuerda hoy que a ese proyecto lo
acompaño con otro necesariamente complementario del primero, pues sin él la
democracia prometida no es viable cuando no letal para la vida social. Sáenz Peña propuso como
principal recurso del Estado nacional, recaudar la renta de la tierra.
Bajo el
impulso de la obra de George
(coincidente con los principios económicos de la Revolución de Mayo), Sáenz
Peña envió el proyecto de ley necesario para crear la base social de la democracia que por el voto buscaba establecer.
¿Cuál fue? Otra ley que asegurara un igual y fácil derecho de acceso al suelo
(rural y urbano) para todos los trabajadores.
Este segundo
proyecto establecía como primer recurso
para el gasto público nacional el cobro de un porcentaje a pagar según el valor
de la tierra en el mercado del suelo. Las mejoras sobre él construidas no podían
ser gravadas. (Para apreciar la
importancia de este proyecto, recordar que por ese entonces mas de la mitad de
territorio argentino era “nacional”: lo formaban 10 gobernaciones y un Distrito
Federal).
Si se solventa el
gasto público con la recaudación de la
renta del suelo queda vedado al gobierno
recurrir a “impuestos”. Este
proyecto de Saénz Peña era la ley necesaria para consolidar a la Argentina como la
potencia mundial que apuntaba ser al primer Centenario.
Para desgracia del
país su prematura muerte frustró la aprobación de este sistema de recursos para
el Estado. La “ley del sufragio” fue aprobada. El otro proyecto de ley -
indispensable para desarrollar la democracia
económica – primero fue demorado y tras su muerte archivada para siempre.
Al truncarse se
plan, concediendo la “ciudadanía política” cuando se
escamoteaba la “ciudadanía económica”,
la ley del sufragio universal, en lugar de asegurar la estabilidad y el
progreso, paso a ser fuente de constante trastorno social. La aprobación de la
primera ley y la omisión de la segunda,
puso a la Argentina
un cada vez más espinoso camino, tal como lo temía Juan B. Alberti (Ver, Sistema económico y rentístico).
La Argentina
avanzó de este modo hacia un abismo. En
1932 pudo haber recuperado la buena senda. Pero ocurrió al revés. El mal se
agravó. En ese año el Congreso voto la ley de “impuestos a los réditos”. En
lugar de dar vida a los propósitos de la Constitución
Nacional aprobando un sistema
de recursos públicos fundado en la recaudación de la renta del suelo, optó
por lo opuesto: preservar para los propietarios de la tierra a esa renta y
obtener los recursos para el gasto público de los ingresos de los trabajadores,
inversores y consumidores.
La ley de impuesto
a los réditos debía durar solo 3 años. Pero al vencer este plazo, sin discusión
alguna, fue prorrogada por otros diez. Así,
la ley “provisoria”, se convirtió en la célula madre de la estructura económica y social actual. Su principio dice así: “Trabaja, invierte y consume y serás
castigado”. La maraña de impuestos ha arruinado la economía y, lo peor, ha
dañado la conciencia social de los argentinos. Una afamada inmobiliaria porteña
tenia por eslogan esta leyenda “No hay
mejor negocio en la Tierra
que la tierra misma”. Esta inmoralidad podía y puede ser sostenida porque
el pensamiento colectivo argentino lo ha
hecho suyo.
Por este régimen
legal es cada vez mas difícil para los trabajadores y las jóvenes generaciones acceder a la tierra
con los ingresos de su trabajo. El precio de la tierra sube por el ascensor,
los salarios por la escalera. Pero para
colmo son cada vez son más castigados
con nuevos y mayores impuestos. Resultado final: hacinamiento de millones de
almas en unos pocos miles de kilómetros cuadrados. En esas pocas ciudades
conviven algunos relativamente ricos, una abundante clase media con mas
aspiraciones que recursos, rodeados ambos por legiones de hombres, mujeres y
niños al asecho de una oportunidad para lograr algo de lo mucho que carecen y
que por falta de trabajo o de voluntad para trabajar, están lejos de
obtener.
Los destructivos
efectos sociales de nuestro régimen de acceso a la tierra y el régimen
impositivo fueron descriptos por Henry
George. Transcribimos solo algunos de sus párrafos que parecen haber sido
escritos para dar cuenta de lo que ocurre en nuestra sociedad en el 2012.
“Ante
nuestros ojos se van minando los cimientos mismos de la sociedad, mientras nos
preguntamos, ¿cómo es posible que se destruya una civilización como ésta, con
sus ferrocarriles, su prensa diaria y sus telégrafos? Mientras la literatura
respira la creencia de que hemos dejado atrás, cada vez más, lejos el estado
salvaje, hay indicios de que en realidad estamos retrocediendo hacia la
barbarie".
“Aunque
no podamos decirlo abiertamente, la fe general en las instituciones
democráticas disminuye y se debilita allí donde han alcanzado su más pleno
desarrollo; ya no se cree confiadamente como antaño en la democracia como
origen de la prosperidad nacional.".
“Poco
a poco el pueblo se está acostumbrando a la creciente corrupción; el signo
político de peor agüero es la difusión de un sentir que duda que haya un hombre
honrado en cargos públicos o cree que es un tonto quien no aprovecha la ocasión
de ocuparlo. Es decir, el pueblo mismo se está corrompiendo"
.
“Cualquiera
que piense verá claro a dónde lleva esta marcha. Cuando la corrupción sea
crónica, el espíritu público se pierda, la tradición del honor, la virtud y el
patriotismo se debiliten, se desprecie la ley y no quede esperanza en las
reformas, entonces, en las masas enconadas se engendrarán fuerzas
volcánicas que, al presentárseles una ocasión propicia, romperán y destruirán
todo lo que esté a su alcance".
“Hombres
fuertes y sin escrúpulos, aprovechando la ocasión, se convertirán en
intérpretes de los deseos ciegos y pasiones violentas del pueblo y barrerán las
instituciones, desprovistas ya de vitalidad. La espada volverá a ser más
poderosa que la pluma y, en el desenfreno de la destrucción, la fuerza bruta y
la locura salvaje alternarán con el letargo de una civilización decadente."
¿De
dónde vendrán los nuevos bárbaros? Visitad por los barrios míseros de las
grandes ciudades y ya ahora mismo veréis sus hordas agolpadas."
“¿Cómo
perecerá el saber? Los hombres dejarán de leer y con los libros prenderán
incendios o con sus hojas harán cartuchos.”
(Henry George,
Capítulo 25, Progreso y Miseria.
Indagación acerca de las causas económicas del aumento de la pobreza con el
aumento de la riqueza. El remedio)
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