Nueva Zelanda prohíbe las patentes de software
El Parlamento de Nueva Zelanda ha aprobado una Ley que prohíbe las patentes de software, una rémora que frena y desalienta la innovación.
Después de cinco años de debates y de enormes presiones de las grandes multinacionales privativas del software, el Parlamento de Nueva Zelanda acaba de aprobar por amplísima mayoría, acabar con la tiranía de las patentes de software y con una norma anterior (Acta de Patentes) que databa de 1953.
Publicitadas para “proteger la innovación”, las patentes de software consiguen todo lo contrario. Especialmente dañinas contra los desarrollos de código abierto como ha denunciado firmas como Red Hat, las patentes de software constituyen un campo de minas que frena la innovación en el sector, ahogan a las compañías y abren las puertas a la explotación de los desarrolladores.
En Nueva Zelanda por fin lo tienen claro: “El sistema de patentes no funciona para el software, ya que es casi imposible para las empresas tecnológicas crear nuevo software sin violar algunos de los cientos de miles de patentes de software existentes, algunas demasiado obvias”.
“Una legislación histórica que apoyará la innovación en nuestra industria tecnológica y que envía un mensaje claro al resto del mundo: Nueva Zelanda no tolerará la práctica vejatoria de los “trolls de patentes”.
Patent Trolls que compran un buen número de patentes y las imponen judicialmente contra supuestos infractores
de forma agresiva, oportunista o también por encargo de compañías.
Auténticas mafias que están consiguiendo que la industria tecnológica sea dirigida por ejércitos de abogados y no por ingenieros y diseñadores, y que cuestan a la economía global la friolera de 29.000 millones de dólares anuales
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