THOMAS PIKETTY IDENTIFICA UN
IMPORTANTE MAL DEL CAPITALISMO, PERO NO SU CURACIÓN (*)
por
Charles Lane, 14 de mayo Washington Post
El
año 2014 marca el 50 aniversario de la llegada de los Beatles en Estados
Unidos. Los aliados liberaron París hace 70 años. Y, por supuesto, han pasado
135 años desde el "Progreso y
Miseria", del estadounidense Henry George, publicado en 1879.
Qué
es esto? Nunca oyó hablar de George o de su tratado sobre las causas de la
desigualdad? Se vendieron 3 millones de ejemplares de aquel libro. Tal vez te
perdiste el aniversario de "Progreso
y Miseria" por estudiar atentamente el bestseller igualmente de este
año, "Capital en el siglo XXI"
por el economista francés Thomas Piketty.
Con
su profunda revisión de los datos históricos, que culminó con una advertencia
acerca del capitalismo inexorable, desestabilizadora, la tendencia hacia la
desigualdad - para ser curado por un impuesto sobre el patrimonio mundial - el
libro de Piketty ha motivadoi comparaciones con "Das Kapital", de Karl Marx. Sin embargo, el proyecto de
Piketty puede tener más en común con el libro de George que con el de
Marx. Y no sólo porque cada uno de ellos
llegara a los lectores de Estados Unidos
seis años después de una desastrosa crisis financiera - el Pánico de 1873 para
el caso de George, el colapso de Lehman
Brothers 2008 para el de Piketty.
Analizando
la economía estancada y la brecha entre ricos y pobres de su época, George no
culpó a los mercados libres, a los que él consideraba justos y eficientes, pero
sí a su corrupción por unos pocos privilegiados. Específicamente, George
argumentó que los propietarios de tierras gozaban de una alta y creciente participación en los de ingresos EE.UU. a
pesar de que su pretensión se basara en algo tan improductivo como el gozar del
mero titulo de propiedad sobre la tierra
- a diferencia de esfuerzo de trabajo de los obreros o la participación
real en los riesgos corridos por los
inversores de capital.
Para
George, la solución era abolir todos los impuestos, excepto un "impuesto
único" sobre el valor de la tierra. Puesto que la tierra ni se crea ni se
destruye, los impuestos sobre ella no
reduciría ni la riqueza total de la sociedad ni los incentivos de los
propietarios para poner la propiedad en un uso productivo , puesto que los
edificios y otras mejoras no serían gravadas. Por el contrario, la imposición
de la tierra, y sólo a la tierra, para pagar las cuentas del Gobierno, permitiría
a la mano de obra y el capital buscar su uso más productivo y por lo
tanto hacer crecer la economía. Una enorme fuente de riqueza no ganada es
contenida, cuando no se la elimina. El
capitalismo sería redimido y salvada la democracia.
"No es suficiente que los
hombres y las mujeres puedan votar", escribió George (incluyendo un género
que no podía hacerlo en ese momento). "Ellos deben tener la libertad para
hacer uso de las oportunidades y los medios de vida; deben estar en igualdad de
condiciones con referencia a la generosidad de la naturaleza. . . . Esta es la
lección de los siglos. A menos que se establecerán bases justas, la estructura
social de los Estados Unidos o cualquier otro país no puede subsistir ".
Del
mismo modo, la preocupación de Piketty sobre la tendencia a crecer la
rentabilidad del capital (que define con inclusión de bienes raíces, así como la riqueza
financiera) superando al crecimiento
económico , tambien le preocupa el
aumento de riqueza no derivada del
trabajo y la inversión de capital
cobrada sobre los recursos de la sociedad. Para Piketty, como George
el mayor admirador de la eficiencia del
mercado y oponente al proteccionismo, la resultante de acumular riqueza en
relativamente pocas manos, amenaza la
justicia económica, el dinamismo económico y a
la democracia. "La desigualdad extrema hace que sea imposible tener
un correcto funcionamiento de las instituciones democráticas", dijo
Piketty en una reciente reunión en el Instituto Urbano de Washington.
Y
así, a la manera de una actualización de
impuesto único de Henry George, Piketty propone un impuesto sobre el patrimonio
mundial, haciendo afirmaciones similares acerca de sus beneficios tanto para la
igualdad como para el crecimiento. Para Piketty y George, la línea de fondo,
tanto en lo moral como lo económico, pasa por socializar "renta"
. Concepto “renta” no en el sentido coloquial, pero en el
sentido económico de ingresos no fundados en
la productividad.
Se
trata de una visión atractiva: una sociedad igualitaria, productiva, purgada de
parásitos que solo buscan rentas. Vamos!, tanto Piketty con su impuesto sobre el patrimonio mundial y George
con solo el impuesto a la tierra sufren del mismo defecto: no son prácticos
desde el punto de vista político, aunque después de todo, George casi consiguió que lo
eligieran alcalde de la ciudad de Nueva York en 1886.
Es
la dificultad inherente de separar el componente productivo que ha de
quedar libre de impuestos separado de la rentabilidad de la tierra o el capital
improductivo , que sí han de ser gravados. Lo que es claro en las páginas de un
tratado es más oscuro en la práctica. El
precio de mercado de un terreno baldío puede reflejar usos productivos
potenciales, así como el riesgo para un comprador apostando por ellos. Un
análisis similar se aplica a la tasa de rendimiento del capital.
Es
difícil concebir un impuesto sobre la riqueza formada por cantidad importante de ingresos. Pero no hay que desanimarse, pues
aplicándolo algún ahorro socialmente
beneficioso o mayores emprendimientos se lograrían.
Las
potenciales consecuencias adversas no deseadas - económicas y políticas - es
mayor de lo que Piketty parece darse cuenta. Grandes fortunas privadas suelen
dar derecho a sus titulares a apropiarse de una parte desproporcionada de los
ingresos actuales que corresponden a la
sociedad y con ello lograr poder político. Aunque a veces, sin embargo, la riqueza privada puede
servir como una fuente para la caridad o, de hecho, ser un baluarte contra
extralimitación de los gobiernos.
Hemos
estado debatiendo el equilibrio adecuado desde el siglo XIX y, probablemente lo seguiremos haciendo más
allá del Siglo XXI.
(*) the IU view Newsletter of the International Union for Land Value Taxation theIU.org. August , 2014. Tr. Hector Sandler
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