Estimado Guillermo Andreau:
Mis felicitaciones por tu valentía cívica.
Lo que has denunciado prueba tu hombría de bien, pero también - lamentablemente - como una "biopsia" revela la corrupción
que en grado de metástasis afecta a nuestro cuerpo político. No es fortuito ni
excepcional que el hecho que motivara tu denuncia haya ocurrido con motivo de
un "negocio inmobiliario". Por el contrario, es fruto de la
"timba inmobiliaria" inserta en la base de nuestro orden social .
Corrupción legal que hace de ese tipo de "negocio" algo habitual.
"Timba inmobiliaria" que se manifiesta de mil
formas de vida corrupta y cuyas raíces
están en el par formado por: a) el régimen legal que permite la apropiación de la renta del suelo por los
propietarios de la tierra y b) las leyes
de impuestos (más de 90 en el orden nacional) mediante las que los
gobiernos cometen diario latrocinio
contra el justo ingreso de los trabajadores, corrompiendo la vida social y la función pública.
Viene al caso la
descripción que hace Henry George sobre
una de las causas que frustra nuestra
democracia:
"El tipo de crecimiento urbano moderno es la gran
ciudad. En ella se encuentra la mayor riqueza y la más profunda miseria. Y es
en ella donde el gobierno popular ha degenerado más visiblemente. Sus miembros
llevan barrios en los bolsillos, hacen las listas de las comisiones nominadoras,
distribuyen los destinos conforme a sus conveniencia, no tienen oficio, visten
de lo mejor y gastan dinero con prodigalidad. Son hombres de influencia. ¿Quiénes
son estos hombres? ¿Los sabios, los buenos, los instruidos? ¿Hombres que han
ganado la confianza de sus conciudadanos por la pureza de sus vidas, el
esplendor de sus talentos, su probidad en los cargos públicos, sus profundos
estudios de las cuestiones de gobierno? No; son jugadores, dueños de los
garitos, pugilistas o cosa peor, que han hecho un negocio de la dirección de
las elecciones y de la compra y venta de los destinos y las resoluciones
oficiales. Apoyan a los que gobiernan las ciudades como la guardia pretoriana
apoyaba los gobiernos de la Roma decadente" (Progreso y Miseria, p.345 Henry
George, 1853)
Aplaudo decisión enfrentando a este mal social, porque de
acciones como la tuya depende el destino de nuestra patria.
Un cordial abrazo,
Héctor Sandler
Diputado de la Nación (m.c.)
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