Manuel Belgrano nació
en Buenos Aires en una familia que gozaba de muy buena posición económica el 3 de junio de 1770. Murió en extrema pobreza el 20 de junio de 1820.
El aniversario de su
fallecimiento ha
sido declarado por los gobiernos argentinos día feriado con el nombre “Dia
de la bandera”. Si bien así se pone de
relieve que Belgrano fue el creador de nuestra primera enseña nacional, no
refleja la gran dimensión de sus ideales sociales para nuestra patria. Ideales cuya plena vigencia están de
pendiente cumplimiento y , para
colmo, dramáticamente contradichos por la legislación positiva vigente.
La nueva bandera anunciaba la emergencia una nueva
nación, es verdad. Pero para Belgrano ésta pretensión consistía de modo
principal en constituir novísima forma de orden social. La cuestión basica
primordial que tuvo en cuenta al hacerse
cargo del Consulado, aun existente el Virreynato, fue establecer un nuevo orden económico mediante un
especifico derecho positivo. Un tipo de orden
económico que permitiera concretar los tres ideales de la modernidad: Libertad
individual , igualdad de oportunidades y de trato y fraternidad general.
Belgrano
en sus escritos cotidianos bosquejaba un sistema legal que respondiera a ese tríptico ideal. Sentaba
así las bases doctrinarias para un derecho positivo que constituyera una
nacion ejemplar para la humanidad. Su pensamiento fecundo ilumino a los
corazones y cabezas de los próceres de
la gesta iniciada en 1810. Los principios de la abolición de la esclavitud en 1813 y de
la ley de Enfiteusis de 1826, fueron
tan inescindibles como lo son la cara y la ceca de una moneda.
La “nueva economía
política” explicada por los fisiócratas
franceses y conocida por
Belgrano en los círculos liberales españoles, lo habilito para ser maesro de
los patriotas de Mayo y sus continuadores en la siguiente generación. La integrada por los miembros de Asociacion de Mayo fundada por Esteban
Echeverria cuya actividad se inicio a comienzos de los 1830 con el Discurso Preliminar del joven Juan Bautista Alberdi.
El ideal legal economico
de Manuel Belgrano los había inspirado sobre
las ventajas de la libertad económica y
algo en extremo principal: que
el gasto público fuera soportado por un recurso financiero muy especial: el fondo público formado por el cobro del
valor de la tierra libre de mejoras.
Su propuesta germinaria en los principales hombres de la Revolución de Mayo de 1810. Germinó en su generación y
creció fuerte en la que
siguió a su temprana muerte. El efecto
de su filosofía política remató en la denominada Ley de Enfiteusis aprobada por el Congreso de 1826.
Fue esta norma legal la primera
ley positiva dictada en el mundo consagrando un sistema
de recursos para el gobierno compatible con el poblamiento del territorio y el
desarrollo económico de los individuos y la sociedad.
Esta ley disponía
un sistema legal para formar
el tesoro público consistente en dos pasos:
1) Poner la tierra al
alcance de todo aquel que la necesitara para vivir en la ciudad o trabajarla en
el campo.
2) Cobrar a los
poseedores de tierra un alquiler perpetuo (llamado “canon”) para que los
gobiernos contaran con recursos necesarios para pagar el gasto público, sin molestar ni ofender a los
salarios de los trabajadores ni al
interés debido a quienes invirtieran sus
ahorros en forma de capital.
Cada agente de la producción (trabajadores e
inversores de capital) y el factor
natural dado por Dios a los hombres (la tierra) eran los naturales
destinatarios de la Riqueza ,
hoy llamado Producto nacional. Los
trabajadores serían los dueño exclusivo del producto de su trabajo; los
inversores dueños del fruto de sus ahorros aplicados en el proceso de
producción como capital y el gobierno
administrador de la “renta socialmente creada”.
La ley de enfiteusis
argentina de 1826 (que nada tuvo que ver con la enfiteusis del derecho romano)
fue la ley mas revolucionaria dictada en el continente americano.
El pensamiento de Belgrano tuvo terribles
adversarios y honorables herederos. Su legado fue recogido por Esteban
Echeverria y los integrantes de la Asociación de Mayo de 1837, perseguidos y
obligados a exiliarse del país por el poder
político ocupado por los acaparadores de la tierra y su renta.
Los grandes
terratenientes reaccionaron en 1830 . Expulsaron a quienes dictaron la Ley de Enfiteusis y establecieron una dictadura politica que duro hasta 1850.
Para colmo en fraude legis usaron la
Ley de Enfiteusis en beneficio personal. No mas de 300
familias se hicieron poseedores del territorio en pocos latifundios sobre todo
el territorio útil. Nunca pagaron el canon que establecía la Ley de la que se
aprovecharon.
Principal discípulo de
Belgrano fue el abogado Esteban Echeverria quien a su vez tuvo como seguidor al
abogado Juan Bautista Alberdi. Fue este
ultimo quien para consagrar los principios de la Revolucion de Mayo
forjo en 1853 el modelo de la actual
Constitución argentina , aun vigente, en
la letra.
El mal trato práctico
dado a la ley de Enfiteusis produjo grandes latifundios , cuyos
propietarios contaron así con fuerza suficiente como para dictar en 1870
un Código Civil redactado por el abogado
don Dalmacio Velez Sarsfield. De acuerdo a esos intereses, en materia de
propiedad de la tierra traslado para nosotros el Antiguo Derecho de propiedad
romana. Un manera hábil para conciliar los intereses privados de los propietarios
latifundistas con el interes general de poblar rapidamente el vasto territorio
argentino.
El Codigo de Velez
Sarsfield dispuso que la tierra –recurso vital dado por Dios a todos los
hombres por igual- pudiera ser negociada
como una mercancía en el “mercado de tierras”. En sus comienzos esta ley
abrió las puertas del país a millones de inmigrantes; pero al elevarse el
precio del suelo produjo dos efectos indeseables. A) Por un lado que los
propietarios en tierra se apropiaran de parte del fruto del trabajo y la
inversion capital real, reteniendo para sí
renta del suelo anual, esto es
interés el “capital social”. B) Por
la otra, que al elevarse el precio de la tierra pronto se paralizó del
poblamiento del país, pasando a emigar su población desde los 1950. Nuestro inmenso territorio de dividiría y divide en
dos: partes: a) el gran vacio poblacional
que domina en su totalidad y b) el hacinamiento urbano. En la actualidad el 90% de la población esta
radicada en menos de 10.000 km2;. Las superficies de la CABA, gran BA, gran la
Plata, gran Rosario, gran Cordoba y la de cada capital de provincia.
La separación de la idea matriz de Manuel
Belgrano y de los ideales de la Revolución de Mayo se agravó primero en los
años1932. A la falta de
recursos financieros para los gobiernos por la crisis mundial , se dicto una
ley provisoria por 3 años. Se llamo Ley
de impuesto a los réditos. Esta ley
fue la semilla de un nuevo sistema de recursos para afrontar el gasto publico. Este sistema consiste en apropiarse por la fuerza del poder eststal
de parte de los salarios de los trabajadores, los beneficios de los empresarios
y los ahorros de los consumidores.
La fuerza de los
intereses creados y la ignorancia de la dirigencia social y política la convirtieron en la columna vertebral de un sistema de
recursos para el Estado central que impide las prosperidad individual y
colectiva fundada en el trabajo,
obstaculiza al sistema federal empobreciendo a los Estados provinciales y
corrompe a la democracia política.
Los crecientes
conflictos sociales que sufre la
Argentina desde 1930 hasta la actualidad (incluyendo el
escandaloso no pago reiterado de la deuda externa) tiene su raiz en la historia
que acabo de resumir.
La dupla “apropiación
de la renta del suelo por los particulares propietarios de la tierra” y “la apropiación por el Estado de los ingresos de los trabajadores e inversores mediante
miríadas de impuestos “, ha hecho de la Constitución de
1853/60 y de la actual de 1994 – en materia económica– papel pintado.
Las consecuencias están
a la vista: ruinosas condiciones de vida de millones de personas y la no menos
ruinosa condición del mismo Estado.
Es grave escándalo que
hoy, aniversario de la muerte de don Manuel Belgrano, se ignore al hombre y su
obra para ordenar la sociedad.
Desde la cátedra de
Derecho, rendimos homenaje al abogado Manuel Belgrano primer gran
economista argentino, rogando a "Dios fuente de toda razón y
justicia" que su numen espiritual inspire a todos los
argentinos y podamos recobrar el impulso de vida que una vez logramos para
ofrecerlo al mundo entero.
Buenos Aires, junio 20
de 2018
Héctor Sandler, Profesor Consulto, Derecho, UBA
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