El Banco Central de la República Argentina informó reiteradas veces que se otorgará prioridad al financiamiento Pyme. No ocurre. A menos que haya reformas no ocurrirá. Las Pyme en Argentina representan en términos de PIB apenas el 10% de lo que constituyen su peso en Chile o Brasil, y el crédito bancario dirigido a ese sector alcanza un 7% al que con ese destino se fija en los países desarrollados y 15% en relación a nuestros países vecinos. Las Pymes dan explicación al 82% de la ocupación en la Argentina. Están abandonadas, al igual que el empleo. Además, también se destacó reiteradamente que, entre los objetivos de esta reglamentación, también se encuentra aumentar el peso de las PyMes y Mini Pymes con relación a su participación en el PIB, siendo que en Argentina sólo representa al 16% del PIB, mientras que en Chile es el 105%, en Brasil el 70%, Bolivia el 47%, Paraguay el 44% y Estados Unidos supera el 170%. La Argentina además sufre un sistema de 96 impuestos a las empresas. La media mundial es 10 veces menor. La presión impositiva impide el desarrollo de la actividad especialmente de las Pymes. La infraestructura no funciona: ARCOR indica que los costos en la Argentina son 70% más caros que en los países vecinos. La energía eléctrica también. Las regulaciones de comercio y exportación son excesivas. Para transportar mercadería desde capital a provincia o al interior hay 16 regulaciones. En la Alemania comunista había 4. Se estima –según distintas fuentes y cálculos- que entre el 50 y el 75% del ingreso de los argentinos es absorbido por el Estado en impuestos. Es la mayor marca mundial. En los últimos 60 años la Argentina sufrió una inflación de 1 seguido de 22 ceros. Récord mundial. Se estima que el crecimiento del PIB per cápita en la Argentina es 0% en los últimos 50 años. Se estima también que hay una fuga de capitales permanente y un cálculo mayor a un PIB entero de bienes y capitales de argentinos en el exterior. No hay apalancamiento financiero, crediticio, de sociedades de garantía recíproca, no hay mercado de capitales, ni Banco de Fomento. Los bancos prestan en un 90% para consumo. No hay multiplicador económico, ni bancario, ni crecimiento de los componentes nacionales de la producción de bienes, mayormente importados (lo que ahoga la balanza de pagos). La alternativa de la Solución necesaria la dio un argentino por adopción de alcance mundial: SILVIO GESELL. Si bien nacido en Bélgica -hoy Alemania- propuso un Sistema monetario llamado Moneda Complementaria que está en uso en Suiza y todos los países de Europa y varios sub-desarrollados que fomentan el empleo, la producción, la mayor recaudación y el desarrollo de los territorios y sus poblaciones, apalancadas en la Producción de Bienes y Servicios Locales que permitirán reactivar el país, neutralizar la pobreza y crear riqueza, empleo y aumento de la recaudación. La Solución está sobre la mesa: solo queda conocer nuestro pasado. La Argentina del futuro está allí escondida: SILVIO GESELL. Nos está esperando.
Carlos Fernando Louge
29/07/2019
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