viernes, 28 de agosto de 2009

Juan Bautista Alberdi HOY Video homenaje

En el año del Bicentenario del natalicio de Juan Bautista Alberdi: Analisis del ideario de Mayo como solución a los graves problemas económicos, políticos y sociales. Colegio de Abogados de La Plata Jueves 27 de agosto de 2009. Expone el Dr. Hector Sandler y el Ing. Guillermo ANDREAU. Vivimos una era pre-alberdiana. Vivimos una era pre-revolucionaria.
¿Que pensaria Alberdi si supiera que los abogados en general y los constitucionalistas en particular, no tienen conocimiento ni conciencia de la vital importancia de la Ley fundamental de la República de 1853 y que por ese desconocimiento fue modificada en 1957 y en 1994, originando como Alberdi vaticino, todos los males de nuestro tiempo? ¿Que pensaria si viese que los modernos Think Tanks que dicen defender y promover su ideario solo se dedican a ocultarlo y tergiversarlo? visite www.elrelativismojuridico.blogspot.com y encontrara las respuestas.











(En homenaje a Juan Bautista Alberdi, Colegio de Abogados de La Plata, 27 de agosto de 2009)

Significado de la Revolución de Mayo para Alberdi
1. Para Alberdi la Revolución de Mayo significo mucho más que una revolución política en sentido estricto. Tampoco la vio como un mero acto de independencia de la Metrópoli. Desde luego que la considera comienzo del proceso que conduce a la que llama “libertad exterior”, la independencia. Aquella revolución fue también , en sus palabras, un impulso hacia el logro de la “libertad interior”, el inicio del camino que lleva a la autodeterminación de la sociedad, cuya meta es constituir un gobierno democrático de hombres libres. Sin embargo desde una perspectiva más sociológica era para él todo eso y algo más y muy particular . Habría sido el primer paso dado por una “sociedad colonial”, una sociedad sometida en relación de “coloniaje”, cordón umbilical que la hacia parte de la historia de España , hacia un nuevo ser, una “sociedad moderna”. El ser de una sociedad de casi trescientos años no se cambia de un sablazo ni menos por decreto. No. La Revolución , por explicable y justificable que fuera, solo era un intento. El de posibilitar el nacimiento de un nuevo ser, una nueva sociedad. Una que cortara amarras con otra sociedad , la que por sus raíces y conformación era una “sociedad antigua”.

Mayo, inserción de la Argentina en la modernidad
2. Lo que Alberdi sentía como destino histórico de la Revolución de Mayo era el resultado de su fino sentido para auscultar en la corriente evolutiva de la humanidad latidos exclusivos, por entonces, del Occidente europeo. Registraba como pocos el progresivo impulso que llevaba a la humanidad toda a abandonar las formas de vida culturales, politicas y economicas propias de la “sociedad antigua”. Proceso evolutivo destinado a poner en existencia en el mundo otras formas de vida humana social. Pareja y correlativa a otro estadio de la evolucion del hombre como individuo. Nuevas formas de orden social que si bien se insinuan en el Renacimiento, solo in crescendo, con altibajo y en dispares sitios se desarrollará manifiestamente desde el Siglo XVII. Proceso en el que estamos inmersos cuyo ciclo, para dar paso a otros, esta muy lejos de terminar.

3. Desde este punto de vista la Revolución de Mayo, por puntual que fuere, distaba de ser un fenómeno local. Muy por el contrario la Argentina, por el lado de su litoral atlantico , con más precisión, por las costas de su mar dulce, comenzaba a ser sacudida por el relativamente reciente oleaje de modernidad proveniente desde algunos lugares de la Europa continental , pero en forma muy especial desde el mundo anglosajón.

4. Para ubicar las cosas en su justo termino corresponde decir que fue en ese mundo insular , Gran Bretaña, donde que comenzaron a manifestarse los resonantes hechos exteriores propios de un nuevo propio orden social humano: La guerra civil del Siglo XVI, la Revolución Gloriosa de fines del Siglo XVII, la Revolución Industrial del siglo XVIII. El “espíritu de la nueva época” : la modernidad sacudía a los pueblos de habla inglesa. Espíritu moderno que hoy campea por todo el globo venía a sustituir al “espíritu antiguo”. El que provenía de la larga etapa greco-romana, la Antigüedad.

La modernidad se propaga de modo irregular
5. La emergencia y propagación de ese “espíritu moderno” no fue para nada parejo. Patente en el pueblo anglosajón, se manifestó con tardanza secular en Francia y aun más tarde en otros pueblos del continente europeo. Es muy importante para comprender el fenómeno argentino y apreciar la fina percepción de Alberdi , tener en cuenta la dispar emergencia y difusión del espíritu moderno. En España, de la cual la Argentina, como los demás países de la America Española, que eran su prolongación, el espíritu de la modernidad no pudo acceder. Lo hizo a trompicones, en parte a consecuencia de sus derrotas militares , en parte por la configuración de su orden religioso, y finalmente por el aferramiento a un Imperio que tendía a desgajarse. El proceso de modernización de la España Metrópoli dura hasta el siglo XIX y quizá hasta el Siglo XX. Nuestra generación ha sido testigo , en el ultimo tercio del siglo XX, de la aparente acabada modernización a la sociedad española.

Antes de Mayo existía una Argentina: la Antigua
6. Conservando en mente esta imagen, esquemática pero no falsa, se comprende mejor el fenómeno argentino de modernización , su larga duración y sus altibajos. El impulso irrumpe por el puerto, en la ciudad porteña de Buenos Aires. Se manifiesta en la Revolución de Mayo. Intenta obrar sobre un mundo real, material, de casi tres siglos de vida. La reacción conservadora propia de todo ser vivo cuya existencia se ve agredida, aparecerá. Aunque no falta en la misma ciudad y provincia porteña , proviene sustancialmente del “interior”. Nombre poco apropiado para aludir a concretas formas de orden social (cultural, política , legal y económica), las que miradas desde Santa Rosa de Lima lejos esta de ser “el interior”. Esos órdenes de vida se expandían a partir de ese centro, hacia la lejana periferia, en sucesivos y ondulantes círculos , que si bien perdían fuerza en proporción al alejamiento de la capital peruana a medida que se aproximaban al Río de la Plata, subsistían tambien, como vida real, en la base de las dinámicas provincia y ciudad de Buenos Aires. En su conjunto ese manto conformado por esa población, visible como sociedad ordenada al modo antiguo, era la realidad social argentina. Esa a la que el espíritu de la modernidad pretendía penetrar y cambiar.

No existió ninguna “siesta colonial”
7. Bien miradas las cosas , en aquel comienzo del Siglo XIX , la gran masa de la población vivía según hábitos, usos, costumbres, cultura, y derecho ajustados a los patrones hispánicos, irradiados desde el centro español radicado en Perú y el Alto Perú. Era la Argentina en relación de coloniaje con la Metrópoli. Era una sociedad viva, pero en sosegada vida. Era la Argentina antigua. Por cantidad de la población y la calidad de su gente era la Argentina más real de las imaginables en ese momento. Comete una metáfora errónea quien sostenga que a fin del siglo XVIII la Argentina vivia en “siesta colonial”. Era por una sociedad despierta, no dormida. Solo que vivía según cánones propios de la sociedad antigua.

Idealidad versus realidad
8. Frente a esta incuestionable realidad, varios factores de diversa índole concurrieron en la antigua sociedad argentina para que resonaran en ella las brisas del espíritu moderno. Algunas testas se agitaron y varios corazones porteños, no más que los de un puñado de jóvenes idealistas (y el adjetivo no es metafórico sino descriptivo) encarnaron en sociedad minoritaria al espíritu de la modernidad. Otra realidad, pero solo en grupos visiblemente minoritarios comparados con la totalidad del pueblo llano. Para esta totalidad , lo que aquellos pocos sostenian no era más que una idealidad. Para nada altera lo principal del cuadro el hecho que otros jóvenes del “interior”, se entusiasmaran con la agitación de algunos espíritus en Buenos Aires. En sus lugares el espesor de la sociedad real era mucho más grueso que en la ciudad puerto.

9. Una prueba a la mano de lo que sostenemos consiste en dar un vistazo al irregular modo en que el movimiento independentista y revolucionario se fue expandiendo en la América Española. Allá donde el “espíritu antiguo” era de delgado espesor , la “revolución” se afirmó con la decisión de propagarse al resto del país. En cambio, en aquellos sitios en los que el “espíritu antiguo” era de gran peso (en instituciones y hábitos) , la revolución no estalló y en muchos otros fracasó, aunque de ninguna manera faltaran notables revolucionarios en cada lugar. Más aun: es posible constatar que en tales ciudades, focos de nacientes repúblicas, si bien lograron la independencia para su país (la libertad exterior como la llama Alberdi), no pudieron establecer firme y ampliamente la libertad interior. Independientes sí, pero hipotecada su sociedad por formas de vida propias de la “sociedad antigua”. La modernización entendida como el completo logro de la libertad interior es aun cuenta pendiente en muchos países hermanos. La singularidad del caso argentino lo examinamos a continuación.

La antigua Argentina comienza a dividirse
10. El estallido en la ciudad de Buenos Aires de la Revolución de Mayo en 1810 dividió a la sosegada sociedad colonial en dos partes, mejor apreciables hoy a la distancia que por los protagonistas del drama que se habría de desencadenar. Tenía que ser el resultado inevitable del propósito de algunos pocos de actualizar, de modernizar, a la antigua sociedad española asentada en el territorio argentino. Se trataba de insuflar en ese “orden social antiguo” el espíritu de la modernidad, propio de la época naciente. Para que emergiera en esta tierra una sociedad moderna. La Argentina. (el manifiesto titubeo de los constituyentes en asignar un nombre a la sociedad a la que están dando forma institucional - art.35 de la CN – revela la incertidumbre derivada de aquella dramática separación).

11. El proceso revolucionario puso en enfrentamiento tectónico a dos grupos sociales: la mayoría en la sociedad entonces existente, consolidada y satisfecha de si misma, custodia y conservadora de la tradición del orden social establecido, por un lado, y por el otro, más en potencia que en acto, una minoría con la pretensión de abatir el orden antiguo , actuando por un impulso ajustado al nuevo espíritu de la época. El espíritu de la modernidad.

Puja entre la antigua y la moderna Argentina
12. Estos procesos no se resuelven a la manera de Alejandro cortando el nudo de un tajo. En el conocimiento de todos está el recuerdo de los primeros meses de la Revolución, las subsiguientes defenestraciones de ocasionales gobiernos, el ascenso de otros, la provisoria consolidación en el poder de los unitarios-rivadavianos portadores del espíritu de modernidad, la siguiente reacción conservadora del orden histórico secular, portador del espíritu antiguo, la pax romana de dos décadas (demandadas para metabolizar el proyecto para un colosal cambio de orden social) , los ajustes de poderes a fin de consolidar la “unidad nacional” (1852/1860), la estructuración del pensamiento guía a cargo de la generación del 37, a la que Alberdi perteneciera, y finalmente la aceptación general de aquella idea primigénita, ahora expresada en una de los más acabados documentos promulgados para organizar un orden social ajustado al espíritu y realidad de su época: la Constitución Nacional 1853/60.

Constitución escrita y “constitución real”
13. Sería ingenuo pensar que tan feliz acuerdo expresaba la erradicación total de la sociedad antigua y su completa sustitución por la sociedad moderna. No se “constituye” una nueva sociedad mediante un decreto (Alberdi), aunque este tenga la forma y el vigor de una Constitución. De hecho, después de dictada la Constitución definitiva la sociedad mayoritaria seguía siendo la que era. Había al fin un nuevo plano de sociedad – en verbo normativo ; pero debía esperar realizarse por acatamiento voluntario o forzoso de los destinatarios. Restaba concretarse en realidad mediante instituciones y comportamientos habituales. Es innúmera la cantidad de “constituciones” dictadas en el mundo cuya realidad solo es constatable en los archivos que las guardan. La inercia social que se les opone pesa mucho más que los papeles en que vienen escritas. ¿Cómo se explica la rareza argentina?

La rareza argentina
14. El caso argentino constituye una cabal rareza – en la cual conviene detenerse más de lo que suele hacerse. El hecho que en una sociedad arreglada a los usos, costumbres y leyes antiguas, cambiara de inmediato y tan eficazmente por el mero dictado de una Constitución que promulgaba a la libertad individual como motor del orden y el progreso social e individual en todas las esferas de la vida es un caso extraordinario. No se encuentra con frecuencia en la historia. )Muchos factores concurrieron a ese resultado. Merecen destacarse con carácter principal los siguientes:

a) La recomposicion de la población. La Constitución fue dictada para una población que no alcanzaba a un millon de personas. Esta población en pocas decadas – via inmigración – se multiplico en cuatro o cinco veces. Aunque conservando algunas formas propias de la sociedad antigua (cosa que no se debe olvidar) , la composición material de la sociedad cambió radicalmente.

b) La baratura de la tierra. En un pais geográficamente vacío, el valor venal de la tierra, cuando lo tiene, es muy bajo. Esto allanó (no en la forma debida, pero sí en gran medida) el repoblamiento del territorio argentino. El principal programa de Alberdi (“gobernar es poblar”) hecho norma imperativa en la Constitución (Preámbulo y arts.20 y 25), fue – aunque no de la mejor manera - cumplido.

c) El orden social fundado en la libertad individual. Dejo de lado argumentar aquí la increíble potencia civilizadora que tiene un orden social que se funde el la libertad individual. Me remito a nuestra experiencia historica y a las de muchas naciones del mundo, en particular las llevadas a cabo después de la segunda guerra mundial (19339-45). De hecho es indiscutible que de millones de desposeidos que llegaron a este pais “con lo puesto”, para “hacer la America”, no todos la habran hecho para sí; pero en su conjunto hicieron la Argentina moderna que hoy miramos con nostalgia.

d) El impulso liberal en el orden mundial. Ya nos hemos referido a la revolución anglosajona (originada en Inglaterra y potenciada como su extensión en los Estados Unidos anglosajones), cuyo impulso liberal se propago a la Europa Occidental y en cierta medida, al mundo entero. SE dsestaco por el notable incremento del librecambio internacional , contrario al mercantilismo de la edad antigua. En su pureza no duró mucho. Quizá no mas de medio siglo. Pero lo necesario y suficiente no solo para que la Argentina lo tuviera como ejemplo de orden económico, sino para aprovecharse de sus beneficios. Merced al trabajo en tierra barata consiguió una enorme capitalización, de la que aun , en parte, estamos gozando.

Interrogantes.
15. ¿Pero que sucedió con los intereses, los modos y las costumbres de la antigua sociedad argentina, en apariencia tan abierta a gobernar para “todos los hombres del mundo que quisieran habitar el suelo argentino”? Desde luego que no desapareció su antigua masa poblacional (los criollos) ni la elite superior, intelectual, religiosa, política y económicamente poderosa, frente al hombre común, nativo o inmigrante. Aquella masa y esta elite cedieron gustosa al irrefrenable impulso de modernidad. Sin embargo – es bueno tenerlo en cuenta - en algún punto quedaron como agazapadas. Una preservando su rasgo nativo entre la población nativa ( bien descripto, entre otros, por Jose Hernández). El otro nidal preservando el pasado fue el Código Civil, protegiendo so pretexto de técnica jurídica a los poseedores de la tierra antes del gran flujo inmigratorio.

La Argentina fue siempre socialmente liberal
16. En general ni la población nativa ni la elite pretendieron restaurar los moños típicos de la sociedad antigua. Ambas habian actuado en conjunto para erradicarlos en Mayo (Asamblea del Año XIII) y al aprobar la Constitución (arts.15,16,19, 20 y correlativos). Ademas – muy importante – porque el “liberalismo” como sentimiento social encarnó prontamente en la sociedad argentina. De otro modo no hubieran ocurrido ni la masiva inmigración ni el extraordinario “crisol de razas”. No se ha visto algo igual ni siquiera en los EEUU. Pero un venenoso retoño de la sociedad antigua subsistió. Y éste, como veremos, no solo envenenó , hasta hacerla marchitar, a la planta del progreso inicial, sino que en proceso de metástasis repuso y sobrepuso a la sociedad antigua sobre la fresca sociedad moderna. La constituida bajo los principios de Mayo y las normas de la Constitución. Sociedad moderna que ahora agoniza en todo el país y en todos los ámbitos de vida argentina, para angustia y desconcierto de argentinos y extranjeros.

Las máculas del liberalismo de la Argentina moderna
17. Dado ese fondo de “liberalismo social”, sociedad antigua argentina aceptó , al orden social liberal demandado por la época. Su clase dirigente dictó muchas leyes que permitieron concretarlo. Salvo en dos ámbitos legales separados, pero complementarios. Mediante un sistema legal de origen romano antiguo, la clase económicamente fuerte procuró evitar los efectos de la “sociedad moderna” en cuanto ella venia a alterar las relaciones internas de poder. Lo logró mediante el Código Civil. Aprobado a “libro cerrado” en 1865.

18. Por otra parte fincó los recursos del Estado en lo menos oneroso para todos: los impuerstos a la exportación. La baratura de los productos agrarios argentinos lo permitia casi sin problemas. Pero los buenos tiempos se acabaron con la 1aq. Guerra (1914-18) , el derrumbre del libre cambio y la adopción general de sistemas economicos autarquicos. Habia que tomar la gran resolución. La pensada en Mayo, llamada ley de Enfiteusis recurriendo al mayor valor del suelo derivado del desarrollo social o – como en la vieja Roma – sacarlos del fruto del trabajo. Se optó por esto último. Esto fue el sistema de impuestos establecido en 1932.

19. Ambos focos – la autorizacion legal de apropiarse de la renta de la tierra y la exacción legal del Estado contra los trabajadores e inversores - se inspiran en principios enemigos de la Constitución nacional . Unidos son una fistula de la que supuran males sociales, que obligana a dictar un parche sobre otro, lo que acaba por derogar a la Constitución. No solo en economia, como mal se piensa, sino en todas las esferas de la vida social: la cultural, la politica, la economica particular y la economica publica.

Dos focos que revivieron a la Argentina antigua
20. Dos son las fallas de la legislación argentina que destruye de cabo a rabo el orden constitucional moderno:
a) la apropiación por parte de los particulares de la renta del suelo y
b) el régimen de impuestos vigente que tiene por hechos imponibles el trabajo, el ahorro y la inversión de capital; la producción de riqueza y el consumo.
En su conjunto generan un orden social que reproduce, revive, a la sociedad antigua. Primitivos impulsos del alma nacional argentina pasan a primer plano y la civilización otrora envidiable solo es reconocible por sus ruinas. Desde los edificios a sus hábitos.

20. No entraré en detalles sobre estos dos asuntos. Me limitaré a sostener que, bien tratados, son los pilares de las libertades civiles y públicas, de la democracia, la república, la prosperidad económica y la justicia social.
Mal tratados, o sea como se los trata en la actualidad, no solo por el derecho positivo, sino – en especial – por los estudiosos y la opinión pública, generan un pantano horrible en que la sociedad y sus miembros se hunden sin remedio.

Si Alberdi retornara….
21.¿Cuál habría sido el juicio de Alberdi sobre esta restauración de la sociedad antigua por causa del equivocado destino dado a la renta de la tierra?
¿Cuál sobre el despótico, arbitrario y destructor sistema de impuestos que hunde a la producción de riqueza
Nacional?
Quien lea su obra completa, quien escudriñe el profundo pensamiento que contienen trabajos muy separados en el tiempo, pero que reflejan la consistencia del pensamiento de Alberdi, tales como el Discurso Preliminar de Filosofia del Derecho (1830) , Las Bases (1850), Sistema Económico y Rentístico para la Confederación Argentina (1854) y Peregrinación de Luz del Día. Viaje y Aventuras de la Verdad en el Nuevo Mundo (1871), no puede dejar de pensar en los duros anatemas que lanzaria contra los gobernantes que impusieron por ley coactiva semejantes dislates. Pero no dejaría de acusar a un pueblo que dice luchar por los derechos humanos y, sin embargo, acata servilmente aquella caricatura de Derecho que lo sujeta al atraso y la miseria.

No lo haría Alberdi por una oposición “ideológica”. Levantaria su dedo acusador por dos sentidos motivos.
a) Uno derivado de su profundo conocimiento del derecho y la economía como formas de vida humana.
b) Otro , fruto de su natural compasión para con el dolor humano. Se le partiría el corazón – como ser humano y como argentino – saber que el 40% de de la población es pobre e indigente; que más de la mitad de la población sobrevive hacinada en casuchas , casas abandonas y villas miseria (mientras el país permanece despoblado).
Denunciaria como una infamia que los jóvenes e incluso los adultos al no poder conseguir donde vivir y trabajar, emigren al extranjero.
Denunciaria sin contemplaciones el hecho increible que el Estado argentino que se comporte como un Ogro filantrópico. No podría aceptar que luego de haber predicado una vida, al precio de vivir 40 años de exilio, sosteniendo que en un pais ordenado el Estado debe servir al Pueblo, en la Argentina de hoy se gobierna para el que el Pueblo sirva al Estado.
Acusaría sin pelos en la lengua a estudiosos, maestros y políticos por haber consentido y seguir consintiendo que Tartufo, a quien tanto despreciaba por amor a la Verdad, se haya posesionado de la patria Argentina.

Hector Raul Sandler, Colegio de Abogados de La Plata

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