Las siguientes son las primeras manifestación del comienzo de la fase "caída" del ciclo económico (auge-caída) hoy llamado MODELO. Los mismos efectos deletereos afectaran a la vivienda y a toda la actividad comercial e industrial.
La ausencia del sistema rentístico de recursos del estado de la Constitución de 1853, logra especulación sobre la tierra provocando MISERIA de los trabajadores y PROGRESO a los propietarios. Son las consecuencias del perverso Derecho Romano o antiguo o de Barbarie reinante en nuestras Facultades de Derecho y que ha generado el neoliberalismo económico, contrario al Derecho de la Revolución de Mayo de 1810.
Inmuebles comerciales por las nubes / Ola de cierres
Alquileres en alza, restaurantes en baja.
En lo que va del año, 217 locales gastronómicos cerraron sus puertas en la Capital
Por Alfredo Sainz | LA NACION
Hace unos días el empresario gastronómico Sebastián Ríos, dueño de la cadena de pizzerías Almacén de Pizzas, se sentó a negociar el alquiler de un local para un nuevo restaurante en Ramos Mejía. La ubicación era la que estaba buscando, pero el número que le pasó el dueño del inmueble terminó por hacer fracasar la negociación.
"Con lo que me estaban pidiendo, el costo del alquiler iba a terminar representando el 23% de la facturación proyectada, y con ese número no hay negocio que aguante", se sinceró el dueño de la empresa Grupo RE, que opera una docena de restaurantes.
Las dificultades que enfrenta Almacén de Pizzas a la hora de encontrar local no representan un caso aislado: en los últimos siete meses cerraron 217 restaurantes en la ciudad frente a los 212 que bajaron la persiana en todo 2010, según estadísticas de Guía Oleo. El costo inmobiliario se convirtió en la peor pesadilla de los gastronómicos. Es que si bien no hay datos concretos acerca de las causas de los cierres, en el sector reconocen que hoy la mayor amenaza para la supervivencia de un local gastronómico está dada por la incapacidad para pagar el alquiler.
"Cuando hay que renovar un contrato de alquiler, se están pidiendo aumentos de entre el 20 y el 30%, y la realidad es que un restaurante no está en condiciones de asumir este incremento, básicamente porque no lo puede trasladar a los precios. La gran barrera que tiene el sector son los costos laborales, al ser un rubro de mano de obra intensiva, problema que no tienen las casas de ropa", señala Ríos.
En el sector explican que para asegurar la supervivencia de un proyecto gastronómico el gasto inmobiliario no debe superar el 10 o 12% de la facturación bruta del negocio. "La cuenta que hay que hacer es que, sumando el alquiler, las expensas, los impuestos y algún otro gasto, como el fondo de publicidad en el caso de los shoppings, el costo inmobiliario total máximo que se puede pagar es el 10% o, a lo sumo, el 12% de la facturación. Cuando se supera ese límite, tener un restaurante deja de ser negocio", explica Pablo Pini, director de la desarrolladora Asset Land.
Más optimismo
Otro operador gastronómico tiene una visión un poco más optimista y confía en que la tendencia se revertirá en el mediano plazo, pero admite que el panorama actual es poco alentador para el rubro. "Son ciclos. Hoy, la demanda de los potenciales locatarios está para arriba, y por cada restaurante que cierra hay otro que quiere abrir y que incluso acepta pagar un poco más. Tarde o temprano, esto se va a dar vuelta y van a ser más los locales que cierran que los que abren, y ahí los alquileres van a volver a niveles más razonables", señaló el empresario del rubro.
Más allá de lo que pueda pasar en el futuro, hoy las cifras de alquileres que se están barajando en los principales polos gastronómicos no son precisamente accesibles. Por un local, para un restaurante en la recova de Posadas o los docks más buscados de Puerto Madero, los precios no bajan de los 15.000 dólares mensuales, mientras que en las esquinas mejor ubicadas de Palermo los valores de alquiler parten de los 8000 o 10.000 dólares.
La zona más afectada por los cierres es el polo gastronómico de Palermo, donde en lo que va de 2011 dejaron de operar 62 restaurantes, frente a 829 que siguen en funcionamiento, lo que da una tasa de 6,9 por ciento. La cifra está claramente por encima de los niveles que se registran en otros barrios, como el microcentro (3,3%), Belgrano (3,7%) o la zona norte del Gran Buenos Aires (5,3 por ciento). "Posiblemente, el mayor número de cierres en Palermo se explique a partir de que es la zona más sensible a las modas gastronómicas", explicó Esteban Brenman, fundador de la Guía Oleo.
A pesar de las dificultades que enfrentan los restaurantes de Palermo, el barrio igualmente se puede seguir jactando de ser el principal imán de las inversiones que llegan al rubro. Y de hecho, de las 79 aperturas que se concretaron en los primeros siete meses de 2011, casi un cuarto se concentraron en Palermo, por lo que superaron ampliamente a otros polos gastronómicos, como los de la zona norte (11,3%) y el microcentro (8,8 por ciento)..
Nuestra cultura occidental tiene la necesidad de recuperar datos que han sido deliberadamente ocultados, olvidados y perdidos por impostación filológica y por filtraje académico y universitario producidos básicamente por la Inquisición del Siglo XI al XVII primero y por la nacionalización de la educación superior del Siglo XVIII al XX. La misión de esta Enciclopedia es resucitar la sabiduría necesaria para salvar a occidente del proceso autodestructivo en que se encuentra en pleno desarrollo.
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