¿QUÉ HACER PARA ELIMINAR LOS IMPUESTOS QUE MATAN A PRODUCTORES Y CONSUMIDORES?
Hector Sandler, Profesor Consulto, Derecho UBA
¿CUANTO CUESTA UNA HECTÁREA?, era el título del Capitulo III, del libro “IMPUESTOS. LA LECCIÓN DEL PARQUIMETRO” del profesor Hector Sandler publicado en 1999 . En un supuesto dialogo sobre el precio dela tierra en la región pampeana, el comisionista interrogado respondía que él dependía de la calidad productiva de la tierra, siendo las mas caras las de “tierra negra” y “buenas lluvias”. En esa región se podía estimar que las mas caras oscilarían en los 5.000 dolares la Hectárea.
Era un trampa tendida al lector para revelar otro hecho.. En esos días en una subasta celebrada en el Banco de la Ciudad de Buenos Aires, se había pagado por un lote de tierra de unos 1000 m2 en la CABA, la suma de 3 millones de Dolares. Como una Hectárea equivale a 10.000 m2, el “precio de la Hectárea en Alem y Tucuman” era nada menos que de ¡30 Millones de dólares! ¿Qué rara “calidad” podía tener esa “tierra” para que su precio de mercado fuera 6000 veces (¡Seis mil veces! ) el valor en dólares el de la más productiva hectárea de campo? Vista la “calidad” , NINGUNA. Pero no era su “calidad natural” la tenida en cuenta por lo compradores sino su “calidad social”. Esto es su ubicación y a consecuencia de esa “ubicación”, su demanda en “el mercado de tierras”. Este era el primer punto de aquel artículo.
El segundo – decisivo punto – es que el “valor de la tierra” no es “cosa” alguna , como sí lo es la “tierra”. Su “precio de mercado” no es cosa alguna sino la medida de su “valor”. Y este es algo insustancial, inmaterial, surge del aire y en el aire de las “ofertas y las demandas” . En el caso del “remate o subasta pública”, se vé clarisimo. Pero lamentablemente la gente – docta o ignorante – pasa por alto algo esencial. Que la “subasta de tierra” es cosa permanente en la vida de nuestra sociedad.
Se dice bien, pero se entiende mal, que el precio de la tierra en nuestro país lo marca la real oferta y la real demanda de cada lote de tierra, sin que para nada importe lo edificado. Lo que importa es su “alrededor”: la cuadra, el barrio, la ciudad.
Hoy hemos presenciado un caso ejemplar: en subasta pública se ha “rematado” un “pedazo de tierra” que mide, poco más o menos UNA HECTAREA. ¿Y cual ha sido el VALOR REVELADO de esa hectárea? El precio aceptado por ambas partes: 5600 MILLONES DE PESOS. O sea 151 MILLONES DE DOLARES .
La cuestión social principal frente a este hecho es esta: ¿Quien es el propietario de ese VALOR? No por cierto el dueño del lote de tierra, sino la sociedad. En este caso la CABA, que pone lotes de su territorio al servicio de la vivienda y la producción.
El “precio de la tierra de la CABA” en Nuñez, en este caso, muestra a la claras dos fenómenos a tener en cuenta para ordenar bien nuestra sociedad.. Uno, que el valor de la tierra crece por la demanda social. Dos, que ese valor es el “capital social” de la sociedad. Es decir el fondo público con cuyo fruto (recaudación anual de la renta del suelo) hay que solventar el GASTO PUBLICO.
¿Cuál es el método” para así solventar el gasto? El propuesto por el presidente Roque Saenz Peña: cobrar a los propietarios de lotes de tierra alrededor del 1 por ciento anual del valor de su terreno. Y correlativamente ELIMINAR LOS ACTUALES IMPUESTOS , todos “castigos a la producción y el consumo”.
Esta subasta publica ha puesto a la vista el problema. Ahí están las pistas para la solución de nuestras desgracias sociales. En el reciente libro de los profesores H. Sandler (Derecho) y G. Sandler (Economista) PROGRESO ECONÓMICO CON JUSTICIA SOCIAL. MAS INGRESOS PÚBLICOS CON MENOS IMPUESTOS, Editorial PROSA hay abundante información para legislar al respecto.
“Día de la soberanía nacional”, Buenos Aires, noviembre 20, 201
Nuestra cultura occidental tiene la necesidad de recuperar datos que han sido deliberadamente ocultados, olvidados y perdidos por impostación filológica y por filtraje académico y universitario producidos básicamente por la Inquisición del Siglo XI al XVII primero y por la nacionalización de la educación superior del Siglo XVIII al XX. La misión de esta Enciclopedia es resucitar la sabiduría necesaria para salvar a occidente del proceso autodestructivo en que se encuentra en pleno desarrollo.
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