2 de septiembre: Publicamos los lotes de U$s 18.000 = VENDIMOS
13 de septiembre: Publicamos los lotes de U$s 21.500 = VENDIMOS
28 de septiembre: Publicamos los lotes de U$s 24.500 = Que esperás?
Raul Girbau, economista, miembro del ICEPAL (Instituto de Cultura Económica para América Latina)
INTRODUCCION
ÉXITO TOTAL !!! Así se titula la publicidad adjunta a un Email que acabo de recibir, hoy 7 de octubre del 2010, AÑO DEL BICENTENARIO de la Revolución de Mayo. Más abajo lo transcribo textualmente. La invitación y el afiche publicitario da cuenta de una “publica actividad” que es principal causa de la derrota de nuestras naciones latinoamericanas. No creo errar si pienso que de las miles de personas que han recibido esta publicidad, la mayoría ha pensado que cuán bueno sería poder aprovechar alguna de las ofertas con que nos tienta la inmobiliaria.
¿Cómo no “invertir capital” en un tipo de negocio que promete dar ganancias sin más trabajo que cambiar “papeles por papeles”? Porque como “actividad negocial”, la compra de un lote de tierra (que es lo propuesto por el anunciante del modo mas atractivo) no exige más esfuerzo que “entregar un fajo de papeles” (dinero) para recibir como contrapartida otro fajo menor consistente en unas pocas “hojas de papel”, llamadas titulo de propiedad. Luego del acto le bastara al adquirente del “titulo” guardarlo en lugar seguro, “echarle tiempo al tiempo” y esperar el momento oportuno. El momento en el que un indefectible interesado aparecerá y con el cual se repetirá la operación.
Contra la recepción por el vendedor de un buen “fajo de billetes” le extenderá al comprador otro nuevo papel, llamado cesión del “titulo de propiedad”. Como la población crece mientras el suelo no se incrementa ni en una pulgada, la tierra de modo constante aumenta de valor. En consecuencia cada vendedor recibirá en cada sucesiva operación bastante mas billetes que los entregados cuando compro. Así es como el hombre “avisado”, el “ojo de águila”, se “hace con una diferencia” a la que llama su “beneficio”. El mismo nombre con que se designa al provecho que otros hombres obtienen solo trabajando de Sol a Sol.
Para mayor escarnio este negocio ha pasado a ser el mas seguro negocio en la America Latina. Esto ocurre cuando ya han pasado 200 años de la Revolución de Mayo, revolución política y social iniciada no solo para la Argentina sino en la mayoría de los pueblos de Latinoamérica. Nació tras el noble impulso espiritual de instaurar sociedades ordenadas por los ideales de libertad individual, igualdad de oportunidades y de trato y fraternidad general. Un vistazo a la Latinoamérica actual, permite ver cuánto ha fracasado esa noble Revolución. Millones de trabajadores viven en la pobreza y otro tanto de millones apenas subsisten por dádivas del Estado. No es de extrañar que las libertades sean a diario conculcadas, la desigualdad reine y la fraternidad fuera sustituida por los sangrientos y crónicos conflictos internos.
La conciencia social de Mayo ha sido oscurecida. Aquella Revolución Latinoamericana despuntó poniendo fin a la esclavitud. Así resolvió que cada hombre habría de ser el dueño exclusivo del fruto de su trabajo. Pero a manera de caballo de Troya se reintrodujo el derecho romano de propiedad sobre la tierra. Pasadas algunas décadas de prosperidad por la baratura del suelo, cuando era hora de corregir el inevitable efecto del sistema romano (que minó a Roma), en lugar de disponer legalmente que el creciente valor del suelo se destinara a forjar el indispensable “fondo” para afrontar el gasto publico, se permitió que la renta del suelo fuera a parar al bolso de los pocos afortunados particulares: los terratenientes. Tomada esta decisión el Estado quedaba sin recursos financieros. Entonces se apelo a la locura legislativa: mediante una miríada de estrafalarios impuestos se castigó y se castiga a los trabajadores, a los productores y a los consumidores. “Evasión impositiva” y “gobiernos en quiebra”, son los resultados a la vista de todos.
Estos males eran y son subsanables. Pero no lo serán mientras no prenda en la conciencia de cada latinoamericano que el valor de la tierra es el crédito propiedad de la sociedad contra su propietario u ocupante de cada predio. Que la democracia, la economía de mercado y la justicia social son compatibles, pero solo a condición que esa renta del suelo tenga ese destino y de ninguna manera sea ella la veta de oro para unos pocos en contra del resto de la población.
El Email que transcribo y el aviso publicitario al que aquél remite (y que también reproduzco) son una “biopsia” del patológico tejido social y legal que debemos reformar. Que tenemos que reformar si en verdad deseamos que cada pueblo de Latinoamerica goce de los beneficios de la libertad, la igualdad y la fraternidad para que en la sociedad se concrete la justicia social como realidad viviente y deje de ser la vana promesa de quienes solo aspiran a un cargo en el gobierno.
EL EMAIL EN CIRCULACION
“Hola como va! Acá te paso eso que te comente el jueves de los Lotes en Punta del Este (La Barra). Te cuento que ayer compramos uno con Cristina (ese que te dije de 21.500 U$). Fíjate si te interesa y pásaselos a los chicos que lo vean. Fíjate por que quedan pocos de 24.500 U$ y la verdad que a ese precio y en La Barra no creo que volvamos a tener una oportunidad así! Después se van a valores por arriba de 30.000 U$, haceme caso deciles a los pibes que compren que esto en un año duplican el valor. FIjate en esta dire y si querés después contactalo a Enzo . http://www.novedadesargentina.com.ar/lotesenlabarra.htm Saludos ahí! Llamáme a la tarde a casa! Carlos”
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