La Coalición por la Justicia Económica (CEJ) (www.c4EJ.com CEJ:)se compone de una serie de think tanks, organizaciones benéficas y grupos de presión a través del espectro político, que recientemente reunieron para ofrecer una respuesta ante la grave la situación económica actual.
Al cabo de la reunión han dado a conocer el documento que transcribimos a continuación en este Blog.
Traducción y notas, Héctor Sandler.
EL IMPUESTO AL VALOR DE LA TIERRA PARA ACABAR CON LAS CRISIS
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Proponemos la introducción de un impuesto anual de Valor de la Tierra también conocido como Impuesto sobre los beneficios por la ubicación, para reducir los impuestos existentes aplicados a la empresa y el trabajo con el fin de prevenir futuras crisis económica y aliviar la actual.
Cada crisis económica que se recuerda ha sido precedida por un aumento insostenible y especulativo de los valores inmobiliarios, tanto en locales comerciales / industriales como residenciales. El vínculo entre el valor de la propiedad y los bancos de préstamo para la construcción es una relación visible. Préstamos excesivos para construir inmueble son un combustible para el precio de las propiedades.
El aumento de los precios de las propiedades es de hecho un aumento del precio de su base: el elemento tierra. Los precios de los materiales de construcción, y los salarios de los constructores, han aumentado muy poco, a diferencia del precio de la tierra (1)
Un impuesto anual sobre el valor de mercado de la tierra podría ejercer una influencia moderadora sobre los valores de propiedad y facilitar un control automático sobre este factor determinante de la estabilidad económica. Dicho impuesto eliminaría gran parte de la especulación en tierras y también reduciría el precio del suelo. Cuando de recurre al la renta del suelo es posible reducir los impuestos a las empresas y el trabajo, lo que reduce la importancia de los impuestos en general.
En la economía de mercado actual la justificación de un aumento de los precios suele atribuirse aumento de la demanda. Aunque en principio es verdad, en el caso de las tierras la oferta es fija ya que la superficie del territorio no puede aumentarse.
Los economistas desde Adam Smith en adelante han reconocido que la propiedad de cualquier parcela de tierra es de hecho un monopolio. Los crecientes precios de la propiedad por lo tanto, no prestan ninguna utilidad económica. Dada esta singularidad el objetivo natural y obvio de la política fiscal debe ser el recaudar esa renta. La renta recaudad del valor de la tierra permitiría reducir los impuestos, muchos de los cuales son impopulares y en casi su totalidad contrarios a la actividad económica. Así ocurre con las tasas municipales, el impuesto de sellos y los múltiples impuestos que castigan al mundo de los negocios, lo que directamente desalienta la producción (2) .
La recaudación de un tanto por ciento al valor real del suelo libre de mejoras es un impuesto progresivo en serio, pues beneficia para a la comunidad a quienes trabajan e invierten sus ahorros. A medida que este tipo de impuesto se basa en el uso del suelo permitido ( no en su uso real que incluye el no uso) de valor , el penalizará a aquellos que retienen la tierra fuera de uso o no la usan en su real capacidad. Por lo tanto, fomenta el acceso y el uso de la tierra y estimula la actividad económica.
Si se recurre a la recaudación de la renta del suelo, habrá poco o ningún incentivo para especular con la tierra y por lo tanto la propiedad de la tierra – indispensable para la vida moderna - cobrara su verdadero sentido económico y moral.
Además , gran parte del crédito que actualmente se demanda para adquirir tierra, ya no sería necesario por su menor su costo y de ese modo, ese dinero estaría disponible para financiar la producción de bienes y servicios..
En nuestra opinión, los argumentos económicos en favor de la introducción de de la recaudación de la renta del suelo son muy fuertes. Resolver el problema no es difícil. De hecho se trata de ajustar al derecho positivo a la moral. Evitar que unos pocos sin hacer nada ganen mucho, mientras muchos haciendo de todo no ganen nada.
Es la comunidad quien ha creado el mayor valor de la tierra, por lo tanto es justo que el Gobierno en su nombre la recaude. Lo debe hacer recaudando un anualmente su mayor valor con lo que se hará de los recursos monetarios necesarios para mejorar la infraestructura y los servicios sociales locales. En efecto de feed back beneficiará a toda la comunidad.
Reconocemos, sin embargo, que si bien la base teórica para llevar adelante con este cambio legal con consecuencias económicas y sociales es clara , no es tan sencillo su implementación política y legal. Estas últimas requieren una toma de conciencia colectiva más profunda. Esto es lo que ha motivado y justifica nuestra misión y tarea de esclarecimiento.
Debemos intensificar nuestras campañas para generar una más clara conciencia pública sobre las ventajas de una mejor distribución del valor de renta del suelo acumulada sobre todos los recursos naturales, comenzando por tierra urbana y rural.
Esta toma de conciencia general es el más eficaz recurso para eliminar la injusticia social reinante causada por la apropiación privada de la riqueza creada por la comunidad."
Buenos Aires, 27 de enero del 2012
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