miércoles, 14 de marzo de 2012

El Código Civil, motor de la Barbarie Argentina?


La historia del derecho civil argentino (iniciada con el CC de 1869) registra varios intentos de reforma global (es decir in-totum) de las cuales, por ejemplo sobresalen el proyecto de Bibiloni de 1936 y la ultima redactada (¿en los 2000?) por un grupo de juristas destacados, entre los que figuraba el decano de Derecho Dr. Alterini. Pero en lugar de ese cambio total sí lo ha habido de modo mas efectivas con reformas parciales a través de una enorme cantidad de leyes dictadas apenas aprobado el CC (por ej,. la ley de matrimonio civil) y otras llevadas a cabo por gobiernos de facto (ley de alquileres, 1953) y ya por otros democráticamente legítimos.
Pero aquellos intentos como esta maraña de reformas no acreditan que hay ocurrido un "incremento de la civilidad" en la sociedad argentina. Que de los fugaces "conventillos" de los 1900 hayamos pasado a decenas de miles de Villas Miseria y al incivilizado hacinamiento de de casi 12 millones de personas , rememorando la edad de piedra, ubicadas como piojos en costura en apenas unos 5000 km2. mientras el territorio de 2,8 millones de km2 sigue vacío (promedio 2 h/km2) , es la prueba que (no solo el CC sino todo nuestro ordenamiento jurídico, compuesto por muchas "ramas", es contrario a la civilización. Recuérdese “Civil" y "civilización" tienen la misma raíz. El derecho civil (y desde luego el CC) son flores de la ciudad. Que unas sean sanas y otras sean venenosas, es asunto aparte.
Pero justo esta doble posibilidad exige gran prudencia antes de intentar una reforma de CC solo parte de ese gigantesco ordenamiento legal que ha crecido exponencialmente desde los 1950. Mucho mayo cuidado se debe tener ante la pretensión de hacer un mix con el derecho de los "mercaderes", llamado derecho comercial.
La formación del abogado actual es fuertemente fragmentada y obtiene su titulo y ejerce su profesión como un "especialista", es decir como alguien que sabe mucho de muy poco y nada de todo lo demás. No los hay en condiciones de afrontar con beneficio tal reforma.
Agravada resulta esta falencia por el hecho visible del cambio de valoración social producido en disfavor de los abogados en beneficio de los graduados en ciencias económicas. Antaño (hasta los 1950) de esa Facultad egresaban "contadores" y estos eran asesores de los abogados.
A partir de esos años hemos llegado a un punto en que las cosas se han invertid. Los abogados han pasado a ser asesores de los contadores (autotitulados "economistas" por rescripum principe de un juez de la Capital en sentenia dictada en 1963). Antes de aquel año en economía se estudiaba "economía política". Hoy se habla de "ciencias económicas" (cuyas chingadas en su aplicación acreditan su baja calidad científica). Sin embargo ella ha pasado a ser herramienta indispensable para el gobierno, que se vale de los ex "contadores" (¡gloria y loor a Lucas Paccioli!) para imaginar "políticas económicas". Los "economistas" han asumido el rol de "arquitectos" del orden social, teniendo como "suboficiales" o "albañiles" a los abogados en la tarea de crear las leyes obligatorias que aquellos necesitan para "planificar" la vida de la gente. Los abogados se han convertido en peones de los economistas y en el mejor de los caso semáforos de luz amarilla para hacerles notar que "eso" no se debiera porque lo prohíbe la Constitución.
Pero como esta "cuelga de un gancho sin remache junto al calefón", no es una gran valla (Lo prueba un hecho constatable: en 82 años (de 1960 a 1943) para ordenar la economía del país los hombres de derecho solo dictaron 262 leyes. Desde 1943 a 1999 (poco mas de 50 años) , por impulso de gestores "ingresados" en todo menos en la Justicia, entre los que descollaron los "economistas/mercaderes" como agentes de intereses, se dictaron mas de 8000 leyes. Los resultados de esta "inflación legislativa" esta a la vista: un país arruinado.
Savigny un jurista formidable, recelo de la legislación positiva dictada a piacere, Thibaud, amante de los Códigos, encarno mejor el "espíritu chaparro" del fin del siglo XIX que nos llevo al genocida siglo XX.
Desde entonces la gente (preparada y vulgar) cree que el "derecho es una herramienta", que la legislación dictada a impulso de los mas diversos y corporativos intereses, es el mejor "instrumento" para satisfacerlos, aunque se den de patadas entre si. No ha de asombrar que cuando todas las ranas croan, se les tira un palo y lo declaran Rey (Esopo). .Hoy no se considera que a esa excelsa y exclusiva construcción del espíritu humano - el DERECHO (ni las piedra, ni las plantas ni los animales lo tienen) - ha de ser la "regla" para medir las acciones y distinguir los justo de lo injusto y de esa manera completar el sano orden que los individuos necesitan para ser tales. Dime el derecho que hemos establecido y te diré la libertad que podremos ejercer. Esta es la piedra de toque.
En tal escenario solo la "docta ignorancia" reinante, la falta de escrúpulos y la carencia de una visión sobre el gran destino del hombre y la humanidad explica que desde los reductos de la "especialización" se postule la "reforma general" del CC mezclado con el Código de Comercio.
No se debe pensar que en esos dos cuerpos legales falten magnificas instituciones creadas al fuego lento de los milenios.
Lo que se debe ver es que el "ordenamiento legal" es un continente mucho mas vasto, formado por "órganos" y a su vez parte de un "organismo" viviente y en constante evolución. Órgano articulado en un organismo el que a su vez se ha de funcionar con muchos otros.
Quien no vea esto no entiende, por ejemplo, que la bondad de un CC y un C. de Com dependen, por ejemplo, del "sistema tributario", de la federalización económica de los estados provinciales, de la tierra al real alcance de todos por igual, los que están y los que seguirán viniendo a la vida, de lo que en el mundo viviente no existe (la moneda) , de una economía cuyo orden económico debe respetar "determinaciones", de la materialidad del territorio, base de la sociedad y la vez responder a las "exigencias o directrices espirituales" devenidas de un mundo que nos trasciende. No ven la sociedad terrenal como medio para que el "individuo eterno" que cada uno de nosotros es, cumple el destino que fuerzas superiores le han propuesto.
Dejemos al C C tranquilo, Echemos un vasta mirada para que de un solo golpe apreciemos la totalidad de las 4 esferas de la vida social (la económica, la política, la jurídica y espiritual articuladas en relaciones de feed back entre si). Mirada tan amplia como sea necesario para que apreciemos las determinaciones que no vienen de la materia y cumplamos las exigencias que nos llegan del trascendente mundo espiritual.
Esta es la tarea de la hora para un jurista de verdad y un político útil a su pueblo. En la epoca actual hemos hecho del Estado una "fabrica de derecho en serie" para su propia desgracia y para la de todos nosotros y nuestra posteridad. Repasemos nuestro evangelio: el Preámbulo de la Constitución de 1853 y actuemos en consecuencia. No es fácil. Pero vale la pena..
Un abrazo,
Héctor Sandler

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