Publica hoy el diario electronico URGENTE 24 la siguiente pagina:
INTENTAN LEGITIMAR EL ROBO AL BANCO CENTRAL
¡Otra vez más anuncian un plan inmobiliario...!
Banco Hipotecario: Mucho ruido y pocas nueces.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Alguna vez Néstor Kirchner prometió que quien alquilaba una vivienda podría acceder a un préstamo para comprarse un departamento pagando el equivalente al dinero que destinaba al alquiler.Otra vez Néstor Kirchner anunció que subsidiaría la tasa de interés destinada a los préstamos a la vivienda.Cristina Fernández también prometió un acceso inmediato a la 1ra. vivienda.Nunca nadie prometió lo que cumplió y siempre fue un ardid para huir de situaciones políticas difíciles. El Frente para la Victoria nunca pudo concretar un "Vivienda para Todos"...
Pero no pierde la fe, evidentemente, en especial cuando hay que fundamentar ante la opinión pública el robo al Banco Central que intentan con la reforma a la Carta Orgánica.Por eso, Cristina volverá a intentarlo: anuncio de plan de viviendas, afirmándose que sin la reforma a la Carta Orgániza no podría anunciarse/implementarse, aunque acotado al Banco Hipotecario, esa estructura ociosa que tiene el Estado en participación con privados, pero ni controla ni resulta útil desde el punto de vista social conque fue creado.Hasta ahora el Hipotecario solo ha servido para patrocinar la camiseta de Racing Club de Avellaneda, el club con el que simpatizaba Néstor Kirchner.
MI COMENTARIO
Los comentarios precedente revelan que existen frenos para cumplir las promesas del gobierno comprometiendose a construir viviendas. Asunto de decisiva importancia cuando ellas escasean en grado escandaloso ("villas miseria" y "asentamientos en la vía publica" dixet)
Pero yerra el comentario cuando identifica como freno a la mera "falsía" de los gobiernos, en cuanto son ligeros para prometer y lerdos para cumplir... si cumplen.
Esta opinión ( en parte es cierta), tiene la desventaja de no revelar a la opinión pública cual es la raíz de ese fatal incumplimiento. El incumplimiento no solo es de éste sino de todos los gobiernos anteriores y posteriores al restablececimiento de la democracia en 1983. ¿Que maldición pesa sobre la Argentina que los gobiernos, al parecer, caen siempre en manos de personas mentirosas, al menos en el rubro del rubro que nos ocupa?
Achacar el problema de la creciente e imbatible falta de vivienda a esa supuesta "falla moral" de los gobiernos es propio de los políticos de café. Se trata de una cuestión mucho mas grave. Una que se puede ejemplificar en las "diferentes velocidades" con que corren la liebre y la tortuga. Sabido es por el mas tonto de todos nosotros que puestas juntas en carrera ésta jamas puede alcanzar a aquélla. En cambio, entre nosotros, los más doctos ignoran que por causa del derecho positivo hemos puesto en carrera competitiva dos cosas que repiten la carrera de la liebre y la tortuga: el precio de la vivienda y los ingresos de los trabajadores.
En el sistema legal actual la liebre es el aumento del valor de la tierra más el costo de los materiales para construir y la tortuga son los salarios de los trabajadores.
Es un mecanismo legal que parece inventado por el Diablo para arruinar una sociedad. Pero no, no es cosa del Diablo. Es un "invento" cognitivo de juristas y economistas (base teórica) remachado por la fuerza de los políticos democráticos (resultado legal) en forma de "leyes positivas constitutiva de desorden" (el Código Civil más el régimen de impuestos). Este "invento coletico" es la causa del pus social que provoca los mas diversos malestares. Entre otros la miseria de millones de seres humanos que envenenan hasta matarlo al organismo social.
Este "diabólico" artefacto se aprecia en el hecho a la vista de todos que por cada metro cubico que se contruye se multiplica por 10 el precio del metro cuadrado de la tierra en la que se asienta el edificio y la de toda que lo circunda en degradé. La construcción de cada edificio obra como una piedra arrojada en una laguna: a partir del impacto en las limpidas aguas se produce una onda expansiva que aparece como precios de los terrenos. Desde el centro -la superficie usada para construir- se expande hasta los yacimiento de los "materiales" necesarios para la construcción. Esta ecuación basta y sobra por si sola para frenar el avance de futuras construcciones. Más se construye, mayor el precio de la tierra. El freno a la construcción parece ser una condena provocada por ella misma.
Pero el freno que la industria de la construcción padece en la Argentina es agravado y remachado por otro factor. El crónico incremento de la falta de viviendas (que se manifiesta en las angustias y sufrimientos de millones de personas que a gritos claman por una vivienda cuando es uno de los productos más sencillos para fabricar) e incluso de la falta de obra publica (ejemplo: el escandaloso estado de los caminos y el de los ferrocarriles : tragedia en la estación Once dixet) se debe a hechos ajenos a la construcción y al ansia de contar con una vivienda para vivir. Proviene de la "mentalidad" reinante. De las "mentes" educadas para resolver problemas de la vida social humana.
En primer lugar, fruto de esa enseñanza, están las "inteligentes" teorías sostenidas por la mayoría de los economistas y juristas al uso para quienes el "factor tierra" no es principal objeto de su ciencia. Ocupa un lugar lateral y ocasional (cuando lo ocupa). Para la conciencia social argentina (incluyendo la población académica) la "tierra" es una cuestión de la gente de campo, de agrimensores y del INTA. Pseudo conocimiento que es tomado como base para la "dañina" conducta de los políticos devenidos en "legisladores".
Todos en conjunto son, además, responsables de la existencia del régimen legal para obtener recursos monetarios para los gobiernos fundado en un principio contrario a la mas elemental moral social. Dice este principio, no expresado, pero con real e incuestionable vigencia: "trabaja, produce o consume y serás castigado" con los impuestos que se nos ocurran (El investigador Antonio Margariti ha contabilizado los nacionales en el 2000: son mas de 80). La conjunción de una pseudo ciencia y el poder coercitivo de los gobiernos (nacional, provincial y municipal) degenera en una practica ruinosa para la sociedad y sus habitantes: satisfacer "a la carta" las necesidades de un Estado glotón que no puede (por causa de ese mismo infernal mecanismo) calmar su insaciable apetito.
Como flores del pantano surgen por doquier "relatos" que - so pretexto de auxiliar a los pobres - ocultan al régimen legal que deglute a la economía general y arruina, cuando no mata, a millones de personas.
Buenos Aires, marzo 22 de 2012.
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