Nuestra cultura occidental tiene la necesidad de recuperar datos que han sido deliberadamente ocultados, olvidados y perdidos por impostación filológica y por filtraje académico y universitario producidos básicamente por la Inquisición del Siglo XI al XVII primero y por la nacionalización de la educación superior del Siglo XVIII al XX. La misión de esta Enciclopedia es resucitar la sabiduría necesaria para salvar a occidente del proceso autodestructivo en que se encuentra en pleno desarrollo.
miércoles, 24 de marzo de 2010
Las dudas de Agustin Etchebarne comentadas por Guillermo Andreau
A.E.:Todavía no me he convencido de las supuestas bondades de la tierra estatizada.
G.A.: No hay bondades al estatizar la tierra. La tierra debe estar siempre en manos de particulares con seguridad sobre la posesión y con seguridad sobre el fruto del trabajo logrado en la tierra y con el auxilio del capital. Lo que se debe estatizar es el aumento del valor de la tierra producto de la demanda social, es decir, LA RENTA. La renta como genuino recurso del estado permite que el trabajo no sea atacado con impuestos. Bajo el Liberalismo el hmbre es libre porque es dueño del total del fruto de su trabajo.
A.E.: La parte más atractiva, tal vez sea la del jubileo que permite volver a echar suertes sobre la tierra.
G.A.: Si por echar suerte sobre la tierra estas pensando que cada 50 años se vuelva a regalar estas en un error. Bajo el sistema rentístico se apropia de la tierra quien paga más por ella.
A.E.: Entiendo que en Inglaterra la tierra es concedida por 99 años ?es así?
G.A.: Si en Inglaterra la concesión a particulares es por 99 años y a las instituciones religiosas por 900 años. Este plazo tan prolongado, trae muchos problemas –en un mundo tan cambiante- ya que en 99 años la tierra es fuente de especulación. Ideal era la ley de Enfiteusis de Rivadavia donde el canon se renegociaba cada 5 años por lo tanto la tierra no subía de precio, se mantenía accesible a los trabajadores y terminaba con la perversa especulación con tierras.
A.E.: Aunque para mi la división por herencia termina cumpliendo la misma función...
G.A.: No, la división por herencia no cumple con ninguna de las ventajas del sistema rentístico. Mediante la división por herencia: 1) continua la apropiación de la renta fundaría en manos de particulares; 2) como consecuencia reaparecen los impuestos que degradan al trabajo. 3) transforma a la tierra en fuente de especulación; suben los precios de la tierra, 4) impide el acceso a la tierra a los trabajadores. 5) se perpetua la sociedad jerárquica, injusta, improductiva, conflictiva, desigual, etc. Etc.
A.E.: La tierra termina siendo del que la trabaja. Conozco por experiencia familiar cómo se empobrecieron los dueños de la tierra.
G.A.: Exacto, si el dueño de la tierra, también la trabaja tiende a una posición monopólica. “La tierra es la madre de todos los monopolios” decia W. Churchill. Si yo tengo un gimnasio y la tierra es mía y enfrente se pone otro gimnasio manejado por un empresario que no es dueño de la tierra y debe pagar un alquiler. Por mejor empresario que sea al cabo de 3 o 6 años el se habrá fundido y yo le compro todo por 2 pesos. Esto se enseña en el juego MONOPOLI quien se apropia de la tierra se termina adueñando de todo. En el MONOPOLI nunca te preguntaste que fue de la vida de los que perdieron, hacete la pregunta y EL MONOPOLI te llenara de horror. Eso es el Neoliberalismo diseñado sobre la base del Sistema Jurídico Romano de Barbarie o antiguo que se enseña en todas nuestras Universidades y Think Tanks, Como diría creo que Alberto Benegas Lynch (h) “Neoliberalismo, un nombre horrible para algo horrible”
A.E.: El otro punto que no logro conciliar con el pensamiento de ustedes es lo que llaman el precio de la tierra #libre de mejoras#. La tierra en la ciudad vale más precisamente por las mejoras, es decir, por los miles de millones de dólares invertidos en ella. Si un desarrollador comprara tierras libres de la Patagonia, el precio es muy bajo. Si luego invierte en hacer calles, y poner infraestructura básica, más una Universidad, un aeropuerto internacional, etc, (y no existieran los altos impuestos), podría generar una ciudad en lo que antes era un desierto (e.g. Dallas). Supongamos que llegan entonces empresas que construyen edificios, fábricas, etc... La tierra de la ciudad ahora tendria un valor altísimo enteramente debido al trabajo humano incorporada en ella. Además resultaría imposible distinguir ahora, cuanto vale sin las mejoras, porque el precio lo determina el mercado y ya no existe mercado para las tierras libres de mejora en la nueva ciudad. Solo podría estimarse el precio de la tierra libre de mejoras, considerando cuanto siguen valiendo las tierras alejadas de la ciudad en medio del desierto. Pero prometo seguir estudiando el tema (aunque de manera poco metódica).
G.A.: Algo parecido sucedió en San Francisco cuando se anuncio la llegada del tren, y en Viedma cuando Alfonsin anuncio la construcción de la Nueva Capital Federal. Los radicales calculaban que con la venta del terreno de la embajada Argentina en Japón -600 millones de dólares- se costearía toda la construcción de la nueva capital; los numeros eran muy claros. Sorpresa, inmediatamente después que se hizo el anuncio, la tierra subió en Viedma, mas del 10.000 %; ahora los 600 millones solo le alcanzaba para comprar un par de manzanas solamente. ADIOS TRASLADO DE LA CAPITAL. Cuando se anuncia la llegada del ferrocarril al villorio de San Francisco (EE.UU.) cuatro vivos fueron y compraron toda la tierra posible; cuando llegaron los primeros inmigrantes no tenían donde vivir la tierra era inaccesible para ellos, se tenían que esclavizar es decir pagar alquileres altísimos.
A.E.:Al mismo tiempo ando explorando las ideas de Spinoza y sus antecesores en la Escuela de Salamanca, Grocio, de Vittoria, etc... Y en cuanto a economía todavía me falta explorar varias materias de la Escuela Austríaca. Enseñe durante algunos años con el manual de Rothbard que me pareció muy estimulante, siguiendo la línea de Menger, Bohm Bawerk, Popper, Mises, Hayek, Kirzner, no muy lejana de Nozik y emparentada con Friedman o Becker, y hasta Ayn Rand, Ahora también estoy viendo algo de Rodik y de Paul Romer (el de las Charter Cities)... en todos ellos he encontrado ideas refrescantes, aunque en algunos caso resulten contradictorias. Me gusta la idea de Hayek del conocimiento disperso y de los limites al conocimiento... por lo que no creo que exista un único pensamiento #liberal# sino un eterno debate y evolución de dicho pensamiento, con ramas que se cruzan, se tocan, se separan, andan paralelas un tiempo y tal vez vuelven a cruzarse...
G.A.:En Hugo Grocio vas a encontrar la punta del ovillo, en la muy estimulante y refrescante escuela Austriaca vas a perder la punta del ovillo; en ella no se trata el tema de la tierra y casi ni siquiera se la menciona. Con Hayek estarás a oscuras en este tema, El brillante Hayek esta lleno de ramas que se cruzan, se tocan, se separan, andan paralelas un tiempo y tal vez vuelven a cruzarse. Te diría recordando a Mariano Moreno que “si el hombre no conoce su derecho a la tierra y si no conoce cual es el origen de los recurso del estado en una sociedad de hombres libres -de impuestos-; en definitiva, si no conoce cuales son las bases del Derecho de los Modernos del liberalismo, nuevas incertidumbres sucederán a las antiguas y después de un tiempo vacilando y entre mil incertidumbres, será tu suerte sucumbir ante el Derecho antiguo o Romano, mudando de tiranos sin destruir la tiranía”.
La guillotina que diferencia a Liberales de "Conservadores de la antigua barbarie romana" -sic Voltaire- es la aceptación del sistema económico y rentístico como origen de los recursos del Estado. Quienes se manifiestan "liberales" y reniegan del sistema rentístico de la Constitución de 1853 en favor del sistema tributario -por pequeño que sea- no son mas que lobos disfrazados de corderos. Son un verdadero peligro para la paz y el progreso. USTED DE QUE LADO ESTA?...
Un abrazo
G.A.
GUIA PARA ENDERAZAR EL DEBATE
Hector Sandler, profesor consulto, Derecho, UBA
ALGUNAS CAUSAS O ESTRAGEMAS PARA NO VER LA VERDAD EN LA CUESTIÓN DE LA TIERRA Y SU RENTA
1. Entre la gente en general.
Un propagador de la ideas de Henry George quiso saber, de boca del mismo George, la causa de la enorme dificultad con que tropezaba al querer convencer a la gente en general de su doctrina, que tan clara a él se le presentaba. George le contestó: “Tenga en cuenta que la gente que piensa que no ha sufrido lo suficiente y las personas que sufren no pueden pensar".
2. Entre los intelectuales en especial.
Un intelectual muy preparado, pero algo renuente a aceptar el pensamiento de George, le preguntó a Leon Tolstoy, lector y estudioso de la obra del filósofo norteamericano, si no creía que había suficientes defectos en la doctrina de aquél como para rebatirlo. El pensador ruso le respondió: “Hay una única forma de no ver la verdad que muestra Henry George sobre la cuestión de la tierra: no leerlo”.
3. Entre los especialistas.
a) La visión estrecha.
En un procedimiento persecutorio practicado en un convento jesuita, entraron los esbirros de la Inquisición procurando atrapar a una persona que estaba refugiada allí y le preguntan en forma amenazante al Prior a cargo de la congregación: ¿Esta aquí Juan Perez?. El sacerdote, que tiene prohibido mentir, clavan la mirada en la manga de su habito, dice muy firmermente: “Aquí, aquí, no está”.
b) Parlotear y no atender a la realidad.
Narra Walter Eucken un hecho verdadero ocurrido que en el Siglo XII. Un gran congreso de sacerdotes católicos se había reunido para discutir diversos temas. Uno de estos temas fue la siguiente cuestión: ¿El frío congela a leche?
El debate fue tan intenso y nutrido en argumentos como prolongado en su duración, sin poder llegar a ninguna conclusión definitiva compartida, Por el contrario, al finalizar el congreso los asistentes se habían dividido en dos bandos irreconciliables: Uno, para el cual según la “naturaleza” de la leche, ésta se congelaba con el frío. El otro, enconadamente opuesto, para el cual según la “naturaleza” del frio, éste no podía congelar a la leche.
La historia se completa con algo que diferencia a las edades medias de la Edad Moderna. A ninguno del millar de frailes se le ocurrió poner a una botella de leche al hielo.
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1 comentario:
Dr. Andreau, entiendo la importancia de que los hombres sean dueños del fruto de su trabajo por el hecho de que negar esta realidad es negar el derecho a la vida (o a que nadie interfiera en ella) de alli que todo impuesto es inmoral y es lisa y llanamente un robo.
Ahora bien, los frutos de la tierra no nacen de la nada, la renta, es fruto de trabajo incorporado y no de la mera existencia de la tierra, para que alguien obtenga frutos de la tierra, del agua, o de cualquier otro recurso debe incorporar trabajo o apelar a la funcion empresarial y ofrecer algo, nadie recibe algun tipo de beneficio sino esta ofreciendo otro.
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